“y una luz resplandeció en la cárcel” Hechos 12:7.

Dios es Luz. Donde está Dios no hay tinieblas. Su luz disipa las sombras más tenebrosas que puedan venir sobre nosotros.

Me sentía apesadumbrado y en medio de la noche más oscura un rayo de luz viono sobre mi.

Si, a veces en el ministerio nos sentimos como en una cárcel y sin un rayo de luz cerca de nosotros. Pero si hemos mantenido una vida devocional activa en cualquier momento la luz resplandecerá por nosotros o a favor de otros.

Una época me sentí sin luz, como si una sombra se hubiese puesto sobre mi. Perdí en esos días el deseo de orar y de buscar el resplandor de su gloria mientras la tristeza me rodeaba. Le dije a mi esposa que tenía como cinco días sin ánimo de orar, lo seguía haciendo pero sin fervor y no quería sentirme así. Como al sexto día entre en mi oficina en Panamá para orar pero con el mismo sentir y mientras oraba sin ánimo y deseo, de pronto sentí que la sombra se rompió y casi literalmente sentí como un rayo de luz que entró e iluminó mi mente y la tristeza desapareció y volví a sentir el anhelo y la alegría. Salí de la oficina y le dije a mi esposa: “Se acaba de romper lo que por seis días he sentido”.

Al día siguiente mi esposa y yo fuimos a la ciudad de Colón a ministrar allí y mientras mi esposa ministraba yo salí a caminar un poco y el pastor Adolfo Hudson, quién ahora está con el Señor, detuvo su carro y me saludo y me dijo: Hermanos hace unos seis días Dios me ha puesto una inquietud dentro de mi corazón de orar por usted. No se que ha pasado, pero déjeme decirle que he estado gimiendo por usted.

Le  conté lo que había experimentado y juntos dimos gracias a Dios. Dios movió a otro líder a interceder por mi y un rayo de luz llegó a la cárcel.  Vale la pena renovarnos cada día en la vida devocional.

No importa las sombras que puedan llegar sobre mi hoy, la oración es el recurso dejado por Dios para pedir que su luz venga así como el verso de Hechos 12:7 narra que luz vino en la cárcel donde Pedro se encontraba , La Iglesia oraba y Dios en respuesta envió Luz.

Señor, Este es un gran día para ver tu luz en mi, sobre mi y alrededor de mío. Gracias por dejarme la oración como el maravilloso medio para recurrir a ti en medio de la más oscura noche. Hoy confieso que veré tu luz. Amén.

Dr. Serafín Contreras Galeano.
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