Un hombre trabajando en los muros de su casa, encontró un espacio hueco entre las paredes de madera.
Mientras esta persona echaba abajo los muros de su casa, se dio cuenta de que allí había una lagartija inmóvil, porque un clavo, desde fuera, le había atravesado una de sus patitas y la había hecho permanecer fija en la pared.
El dueño de la casa, viendo esto, sintió, al mismo tiempo, piedad y curiosidad. Cuando estudió el clavo, quedó pensativo… El clavo había sido clavado hacía diez años, cuando la casa fue construida.
¿Qué habría ocurrido entonces?
Pareciera que ¡La lagartija había sobrevivido en esa posición durante diez años! ¡En un oscuro muro en esa posición durante diez años sin moverse! ¡Es imposible, inimaginable!
Entonces, aquella persona se preguntó cómo esta lagartija habría podido sobrevivir durante diez años sin dar un solo paso si desde entonces su patita estaba clavada allí.
Así que, paró de trabajar y observó a la lagartija, preguntándose qué podría haber hecho, y cómo ella habría conseguido alimentarse.
Más tarde, sin saber de dónde venía, apareció otra lagartija, con alimento en su boca.
¡¡Ahhh!! Quedó aturdido y emocionado al mismo tiempo. ¡Otra lagartija había estado alimentando durante diez años a la lagartija que permanecía clavada en la pared…!
¡Tanto amor, un amor tan precioso!
Tanto amor ha tenido esta pequeña criatura…
¿Qué no puede lograr el amor?
¡Puede hacer maravillas!
¡El amor puede hacer milagros!
En ese mismo instante, cayó en cuenta; una lagartija fue alimentada por otra, incansablemente, durante diez largos años, sin perder la esperanza en su compañera.
Si una criatura tan pequeña como una lagartija puede amar así… ¡¡Imaginad cómo podemos nosotros amar si lo intentamos!!
“A VECES SENTIMOS QUE LO QUE HACEMOS ES UNA GOTA EN EL MAR, PERO EL MAR SERÍA MENOS SI LE FALTARA ESA GOTA”.
Dijo David: ¿Ha quedado alguno de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia por amor de Jonatán? 2 Samuel 9:1
Más por amor a David, Dios le dio lámpara en Jerusalén, levantando a su hijo después de él, y sosteniendo a Jerusalén. 1 Reyes 15:4
Oh Señor, por amor de tu siervo y según tu corazón, has hecho toda esta grandeza, para hacer notorias todas tus grandezas. 2 Crónicas 17:19
Bendiciones por este mensaje de esperanza
CUANDO LO QUE HACEMOS ESTÁ GUIADO POR UN PROFUNDO SENTIMIENTO DE AMOR HACIA LO QUE HACEMOS PODEMOS TENER LA CERTEZA QUE LO QUE HAGAMOS SERÁ DE BENDICIÓN PARA TODOS AQUELLOS A QUIENES SERVIMOS DE MANERA DESINTERESADA.
Dios mío Gracias por hacerme parte de estas lecturas palabra que a diario hablan y edifican mi vida. GRACIAS DIOS POR TODAS LAS BENDICIONES RECIBIDAS.