Si tienes un problema y el diablo no logra inquietarte por ello, significa que él no tiene poder sobre Ti. Tu poder está en mantenerte calmo, en paz, con una actitud de confianza. El poder del diablo reside en causarte enojo y temor, minando así tu fortaleza.
Cuando te encuentres en una situación problemática, permite que tu meta sea simplemente permanecer en calma. Cada vez que comienzas a sentirte molesto o frustrado, detente y pregúntate: “¿Qué está tratando de hacer el enemigo aquí?”
El Espíritu Santo se mueve en una atmósfera de gozo y paz. No trabaja en el alboroto. En tiempo de prueba, tu fortaleza se encuentra asumiendo tu posición en Cristo y entrando en el descanso de Dios. Todas estas palabras bíblicas —esperar, aquietarse, descansar, permanecer y en Cristo— expresan básicamente lo mismo: ¡No pierdas tu gozo y tu paz!
No estamos vencidos, sino que siempre seremos vencedores. Es probable que no superes cada obstáculo, pero puedes tener la certeza de que siempre triunfarás en Cristo. Si sabes enfrentar cada problema, obtendrás la victoria. Jesús esta siempre contigo en cada situación. Solo recuerda confiar en Él para que el gozo y la paz sean suficientes para hoy.
Si el enemigo logra dominarte a través de las circunstancias, controlará tu vida todo el tiempo. Elige caminar en tu autoridad, permanece siempre en paz.
Fuente: Joyce Meyer, Ama a Dios y Disfruta la Vida.
Y la semilla cuyo fruto es la justicia se siembra en paz por aquellos que hacen la paz. —Santiago 3:18
Es maravilloso tener hermanos que comparten de verdad los mensajes alentadores de la palabra de Dios para bien de todos aquellos que tanto necesitamos el alimento espiritual de nuestro diario vivir ya que es lo nos da fortaleza en nuestra vida, gracias por tan lindas reflexiones…gladis
CON RAZON EN SEÑOR DICE EN SU PALABRA, QUE EL DIABLO ANDA COMO LEON RUGIENTE, PERO NOSOTROS SABEMOS QUE ES MAS FUERTE EL QUE ESTA CON NOSOTROS QUE EL QUE ESTA EN EL MUNDO, Y EL ENEMIGO TIEMBLA AL OIR EL NOMBRE DE JESUS. GRACIAS SEÑOR POR ESTE MENSAJE Y AYUDAME A QUE NADA MUEVA MI PAZ. QUE EL SEÑOR LES BENDIGA A TODOS Y CADA UNO DE LOS QUE PARTICIPAN EN ESTAS REFLEXIONES.