“El silencio de Dios es la más poderosa voz del Señor que toca las fibras de nuestra alma.

En el silencio el susurro divino se capta con mayor claridad.

No le temas a su silencio”.

Serafín Contreras G.

Salmo 83:1.  Oh Dios, no guardes silencio;  No calles, oh Dios, ni te estés quieto.

Salmo 37:7 Guarda silencio ante Jehová, y espera en él.

Lamentaciones 3:26 Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová.