“Los pescadores saben que el mar es peligroso y la tormenta, terrible. Pero este conocimiento no les impide hacerse a la mar.” Vincent Van Gogh

Entramos en el mes de diciembre, significa que un año se termina y pronto está por comenzar un nuevo año. Para muchos representa mucha frustración ya que no alcanzaron lo que deseaban y sus sueños han llegado a desvanecerse, por lo tanto sus corazones están embargados por la tristeza y la decepción.

¿Cuál fue ese suceso que llenó tu corazón de tristeza?
¿Qué o quién causó en ti desengaño?
¿Piensas qué ya no puedes conseguir lo que tanto anhelas?

Es cierto que la frustración produce un gran malestar cuando las cosas no salen de acuerdo a como lo planificamos. Cuando no logramos nuestros deseos lo primero que hacemos es reaccionar y llegamos a victimizarnos buscando excusas con razón o sin razón, pero excusas al fin que no nos ayudan a cambiar nuestra mirada del problema. Nuestra tendencia es exagerar la situación y no alcanzamos a ver soluciones.

Cuando le damos cabida a la frustración es fácil ser derrotados en nuestra estima, sentimos que no somos adecuados y que nuestra vida es una mentira. Ahora  el problema no está en el dolor  que podamos sentir, es normal sentir el dolor. Las emociones son parte de nuestra vida.  Lo que no está permitido es quedarse viviendo en el dolor, viviendo en el pasado.

Hay una frase de Friedrich Nietzsche que dice: “Lo que no te mata, te hace más fuerte.”

Cuando aprendes a manejar la frustración te haces más fuerte y perseveras hasta lograr cada uno de los sueños.

El frustrarse no es opción cuando sabes que los planes de Dios para ti son de bienestar. Lo que Dios te ha prometido nunca será frustrado sino que se cumplirá. Sólo lo que no proviene de Él se frustra, por lo tanto tú no te rindas en la búsqueda de tus sueños.

Llegamos a frustrarnos porque creemos que nuestra vida debe ser cómoda y fácil, vivimos en la oferta de pensar que nos merecemos ciertas cosas e ignoramos los principios de vida que para vivir siempre hay que morir primero.

“Ustedes saben que si un grano de trigo cae en la tierra y no muere, no produce nada. Pero si muere, da una cosecha abundante.” Juan 12:24

El morir del cual hablo no tiene nada que ver con una muerte física ni espiritual, hablo de una muerte al ego, una muerte al “yo”, una muerte a la queja, una muerte a ser una persona reactiva.

¿Cuál es esa creencia que provoca en ti poca aceptación a la frustración?
Siempre habrá algo que tú puedas hacer para cambiar la historia de tu vida.

Dios te dio el poder de elegir y te ha dado todo lo que necesitas para que no vivas frustrado. El dolor no puede destruirte, es innegable que es muy desagradable, a nadie le gusta el dolor. A Dios no le gusta el dolor, pero a veces en el dolor es mejor cantar que quejarse o enojarse.

Hoy es el mejor día para dejar de sentirte frustrado o frustrada. Hoy tú puedes comenzar a buscar soluciones que te ayuden y te acerquen a tus sueños. Las promesas de Dios para tu vida son fieles y verdaderas, Él te las dio y te toca a ti hacerlas tuyas. No te rindas.

En amor y liderazgo,

Pedro Sifontes
Coach Personal
[email protected]
www.liderazgocreativo.com