Hace unos días estuve junto a mi esposo e hijo en un parque de diversiones, durante uno de los shows, se nos indicó claramente el lugar donde debíamos sentarnos, con el fin de que todos pudieramos disfrutar del evento, la mayoría de las familias siguieron la indicación de los acomodadores.

Llamó mi atención una familia que estaba 2 filas delante de nosotros, se nos dijo que nos sentaramos hasta el final de la línea de sillas, pero esta familia, se sentó al principio, por más de que la acomodadora les pedía que se corrieran NO obedecían las órdenes, incluso tuvo que llamar a otra compañera y ésta aunque le habló directamente, no pudo lograr que se corrieran. Me llamó mucho la atención que habían 2 niñas de aproximádamente unos 6 y 8 años, ellas veían a sus padres y abuela a ver si se movían pero estos no segían las órdenes, y ahí fue cuando reflexioné que somos tan exigentes con nuestros hijos para que sigan órdenes e incluso les castigamos por desobedientes, pero qué del ejemplo que como padres les brindamos?

Claramente estos padres, no dieron el ejemplo a sus hijos de lo que es la obediencia,de que hasta en lo mínimo debemos ser obedientes, sino por el contrario les enseñaron que no hay que seguir órdenes, entonces podrán pedir obediencia?

Queremos tener hijos modelos, pero somos acaso nosotros buenos modelos a seguir?. Damos buen ejemplo en todo cuanto hacemos y decimos?. Y esto aún más cuando tenemos a nuestros hijos como observadores. Cómo les vamos a pedir que obedezcan nuestras órdenes?, o de sus maestros si no podemos obedecer las órdenes a las que estamos expuestos?. Si hacemos caso omiso a las reglas y por el contrario nos comportamos de manera grotesca y a veces hasta vulgar.

Para que podamos tener hijos obedientes, entonces seamos Padres obedientes en todo aunque no estemos de acuerdo, esta es la mejor enseñanza que les podemos dar.

Andrea Carrillo de Contreras.
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