El Señor le dijo: Ten ánimo, Pablo, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma. Hechos 23:11.
¿Eres tú uno de los testigos del Señor y te ves ahora en peligro? Acuérdate de que eres inmortal hasta que termine tu trabajo. Si el Señor quiere que sigas todavía dando testimonio de Él, vivirás para darlo. ¿Quién podrá quebrar el vaso que el Señor quiere utilizar?
Si tu Maestro no te confía trabajo alguno, no te lamentes de que te lleve a su morada adonde no llegarán los dardos de tus enemigos. Tu principal negocio es dar testimonio de Jesús, y nadie podrá impedirte esta empresa hasta que esté terminada. Por tanto, vive tranquilo.
La vil calumnia, la falsedad, el abandono de los amigos, la traición de aquellos en quienes has confiado, todo lo que pudiera acontecerte, jamás podrán torcer los designios que el Señor tiene sobre ti. El Señor te ampara en la noche de tu aflicción y te dice: «Así es menester que testifiques».
Cálmate y regocíjate en el Señor. Si no necesitas ahora de esta promesa, tal vez la necesitarás mañana. Guárdala como un tesoro. Acuérdate de orar por los misioneros y por los perseguidos para que el Señor los guarde hasta que terminen su trabajo en esta vida.
Hoy estoy seguro de que él me abrirá nuevas puertas para ministrar y cuando él las abra, yo entraré con confianza y seguridad.
Señor, Gracias por ayudarme a ver la vida de otra manera y estar seguro de que mientras tenga vida, tú me abrirás nuevas puertas. Amén.
Charles Spurgeon.
Libro De Cheques Del Banco De La Fe
Hoy estoy más necesitado de Dios, requiero de su bendita misericordia para que me ayude a tomar las mejores decisiones sobre mi futuro y trabajo, y que estas como dice la cita me lleve a puertas que sean abiertas por la mano bendita de Dios.
Amén.
Amén!!!
Amén.
Basta ya de quejas por cituaciones que no trascienden, ni lo harán tal como tú. Esta vida no es la que anhelamos; y por tanto debemos compartir con otros el deseo de una vida mejor, la cual solo Dios ofrece por medio de la gracia derramada atravez de la sangre de Jesucristo.
Tomemos muy en serio el ministerio de la reconciliación, pues somos embajadores del Señor, y oremos por aquellos que dan sus vidas por el Evangelio. Para que Dios los fortalezca, les abra puertas y logre Sus objetivos por medio de ellos.
No cabe la menor duda que cuando dejamos de trabajar para nosotros y comenzamos a trabajar con un verdadero compromiso por el establecimiento del reino.
¡DIOS ABRE PUERTAS!
Dios envió ésta palabra en el tiempo preciso, gracias Padre.
Gracias Padre,Te glorificare el resto de mis dias,Gracias por permititme tener confianza en ti.Yo se que nunca nos abandonas.Todo es en tu tiempo AMEN