“Pero tengo contra ti, que haz dejado tu primer amor” Apoc 2:4

 

Hoy recordaré con gran entusiasmo las mejores y más nítidas horas, pasadas ante el Señor cuando él llevó mi carga, cuando recibí las preciosas promesas, y cuando me regocijé en la salvación que llenó mi alma de paz.

Ese fue tiempo de descanso del alma; el invierno pasó; los tempestuosos mares se aquietaron; los destellos de los relámpagos de mi vida no fueron más percibidos;  sentí la reconciliación con Dios ; la ley ya no amenazó venganza, la justicia no exigió castigo.

Entonces las flores aparecieron en mi corazón; la esperanza, el amor, la paz, y la paciencia germinaron en el césped de mi diario caminar; el jacinto del arrepentimiento, la azucena de la santidad pura, el azafrán de fe áurea, el clavel del amor matutino vistieron el jardín del alma.

El tiempo del cantar de los pájaros llegó, y yo me regocijé en agradecimiento, magnifiqué el santo nombre del Señor al perdonarme, y mi resolución fue, “el Señor, es mío y Yo soy de él. Todo Yo soy, y todo lo que tengo, lo dedico a él.

Le dije al Señor, me has traído a ti con tu sangre y hoy decido gastarme en tu servicio. En la vida y en la muerte me consagraré a Ti.  Sin embargo hoy necesito reflexionar para estar seguro de que he guardado tal resolución. Hoy debo preguntarme si he mantenido la misma devoción a Jesús o cambiado mis planes dejándome absorber por el mundo.

Si no reflexiono y evalúo mis caminos en un momento podría escuchar las palabras de Jesús diciéndome…Tengo contra ti que haz dejado tu primer amor. Cuando olvido mis promesas y me desvio vengo a ser como el frío del invierno en vez de ser como el resplandor del verano. Cuando llego a ese estado termino dándole a Dios los peniques de mi vida cuando el merece los tesoros de mi corazón.

Señor, No quiero vivir este día sin cultivar el primer amor hacía ti. Yo recuerdo hoy todo lo que haz hecho por mi y la forma como me haz sostenido. Quiero vivir con todo mi corazón entregado a ti . No quiero dejarme robar el primer amor por las vanidades de la vida. . Amén

Dr. Serafìn Contreras Galeano.
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