“Bienaventurado el siervo, quién cuando su maestro regrese le hallará velando, de cierto os digo que le pondrá sobre sus bienes”  Lucas 12:43,44

La vida de una buena religión debe ser para abundar en cada virtud y para ser practicada de manera que pueda ser vista por otros.  La virtud debe abundar tanto adentro como afuera, para que aquel que la vea, pueda ver a Dios.  Como cristiano, hoy estoy llamado a demostrar virtudes prácticas en modo de vivir, porque la gente que estará cerca de mi, anhela ver tales virtudes.

Yo se que cada día necesito renovar mis resoluciones y despertar en otros el mismo fervor, así como el fervor que experimenté el primer día de mi vida cristiana. Hoy necesito pedirle al Señor que me ayude a renovar mis resoluciones y a prestar atención a las virtudes prácticas de la vida cristiana.

Cómo sean mis intenciones, mis resoluciones y mis virtudes hoy, así será el progreso de mi vida.  Si la persona decidida y fuerte en la vida aún fracasa, cuanto más aquel que raramente pone esfuerzo en la vida y que poco practica virtudes.

Muchas son las maneras de fracasar en nuestras resoluciones, pero la omisión es una de las más sutiles y peligrosas. Hoy dependo de una vez de la gracia de Dios más que de mi entendimiento propio en guardar resoluciones.

El dicho popular dice: El hombre propone pero Dios dispone, sin embargo en la práctica de las virtudes de la religión Dios propone pero el hombre dispone, si las cumple o las práctica o no.  Hoy quiero ser un practicante de tales virtudes.  Cuando una virtud se abandona negligentemente, mediante el cansancio o la pereza, entonces la falla es grande y los resultado desastrosos.

Como seres humanos fracasamos muy fácilmente en dejar de practicar muchas virtudes.  Por eso es importante tener y fijar propósitos claros y decisiones firmes.  Nuestras vidas internas jamás se deben ignorar y las virtudes practicas de la vida cristiana forman parte de la vida interior.  Por eso es importante pensar cada mañana en una resolución personal de la práctica de una virtud y enfocarnos en esa durante el día y al terminar este evaluarnos.

Controle un apetito y usted fácilmente controlará otros apetitos. Hoy quiero comenzar a practicar la buena religión la cuál   es rica en virtudes.

Gracias Señor, por darme en este día la oportunidad de practicar las grandes virtudes de la buena religión. Hoy quiero demostrar con mi vida que tales virtudes son hermosas y que producen efectos grandes y hermosos en la vida.  Amén.

Dr. Serafín Contreras Galeano.

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