Angélica es una mujer de 41 años. Hace 7 años su esposo falleció víctima de un infarto fulminante.
Después de 15 años de convivir en un feliz matrimonio, ella sintió que su vida también se había terminado. No sabía como decírselo a sus hijas; ellas eran su principal preocupación.
Sus hijas estaban de paseo con unos tíos. Ellos (tíos) ya habían recibido la fatal noticia. Guardando en su corazón la enorme pena que les embargaba, se dirigían a la casa sin poder pronunciar palabra; temían que en el intento no pudieran contener su dolor y que el llanto se apoderara del momento.
No fue fácil. Después de todo ¿a cuál madre le gusta ver sufrir a sus hijos?…. ¿cuánto daría ella por no verlos sufrir?
Ha pasado el tiempo. Sobreviven su pérdida. Mamá ha tenido que volver a trabajar. Cuando su papá vivía, ella podía dedicarse al cuido de sus hijas. Desde que nacieron y hasta que cumplieron 4 y 8 años ella había estado con ellas. Pero ya no podía más. Tenía que retomar su trabajo. Había que acomodarse a nuevos horarios, asumir tareas de ayuda y cada una debía aprender a responsabilizarse por sus estudios; ya mamá no podía ayudarlas como antes.
Hay menos tiempo por compartir. Mamá sale tarde del trabajo. Hacen la cena juntas y minutos después de comer, ellas deben acostarse. Al día siguiente, muy temprano comparten el afán de alistarse, preparar meriendas, desayuno y hasta almuerzos. Besos y listo… cada una a su tarea.
Hoy, siete años después, cuando la rutina familiar parece estar ya establecida y cada una acomodada con su rol; algo nuevo surge….. parece que mamá tiene una nueva pareja …..
En Angélica hay sentimientos encontrados: temor de contárselo a sus hijas que ahora tienen 11 y 15 años ¿Cómo reaccionarán?
Temor a darse una nueva oportunidad y que no funcione y muy dentro esta el temor de volver a amar y que la muerte le vuelva a arrebatar su vida.
Temor al que dirán: algunos podrán pensar que no ha pasado suficiente tiempo o peor; puede ser que le lleguen a comparar con su esposo, después de todo, sus familiares y conocidos creían que ella nunca iba a encontrar a alguién como él. Pero sorpresa…. Lo encontró!!!
Ansiedad y más ansiedad.
¿Quién puede garantizarle que sus temores no van a pasar o quién puede asegurarle que no lo haga porque lo peor le va a suceder?
Ninguna persona.
A nosotras las mujeres nos cuesta esto de retomar nuestras vidas. Hay muchas que viven vestidas de luto por años y décadas.
Cómo Angélica hay muchas mujeres. Quizás viviendo historias diferentes pero al final de cuentas, entran en conflicto cuando la vida les presenta segundas oportunidades.
Yo creo en las segundas oportunidades. El mismo Jesús, en su infinito amor nos enseñó en su paso por este mundo cómo no le costaba dar segundas oportunidades; le dio a Pedro una segunda oportunidad, aún y cuando este lo negó. Se la dio a aquella mujer a la que no condenó por sus pecados, solo le dijo, “vete y no peques más”. Le dio una oportunidad también a Tomás, cuando le invitó a que corroborara que realmente era él, el Mesías. Y a nosotros: ¿cuántas oportunidades nos ha dado? O mejor dicho: ¿cuántas oportunidades nos ha negado? …. NINGUNA!
¿Por qué a nosotras nos cuesta tanto darnos entonces nuevas oportunidades?
Una nueva pareja, o tal vez un nuevo trabajo, un proyecto de vida, retomar estudios, pensar en la posibilidad de viajar o de hacer aquello con lo que siempre soñé…
¿Por qué nos sentimos culpables cuando el deseo apunta por vivir una segunda oportunidad?
Quizás por lo que he comentado en otros de mis artículos: Por aprendizajes sociales.
Esto que desde niña me designaron: rol de cuidadora. Por ejemplo, hace tan solo un par de días tuve la oportunidad de conocer a una chica de escasos catorce años. A su edad, estaba todavía cursando la escuela porque había reprobado tres años. Su hermana mayor me cuestionaba el porque de su fracaso escolar; aparentemente era una chica lista, tranquila, de buenos hábitos… una prueba de inteligencia reveló que su coeficiente intelectual la ubicaba en un rango de inteligencia normal promedio… trabajando con ella con varias pruebas descubro que por ser de origen oriental, de alguna manera había interiorizado que de adulta tenía que asumir el cuido de sus padres. El discurso para la hijas siempre había sido: crecer para encontrar esposo, tener hijos y cuidar a sus padres cuando estuvieran en la vejes…. Entonces para sus adentros, de pronto pensaba; ¿para qué estudiar si su futuro ya estaba escrito? encontrar esposo, casarse, tener hijos y cuidar a sus padres.
Sí. Tal vez física y emocionalmente estemos entrenadas a asumir roles de cuido, y somos artistas en postergar lo que queremos. Sin embargo, hay momentos en que la vida misma nos presenta segundas oportunidades, quizás como premio por la entrega. Eso con lo que de pronto soñamos pero que por cumplir con algún mandato dejamos de lado.
Tal vez hoy tengas que reconsiderar tu camino, animarte a hacer algo por ti.
Esta bien cuidarse, soñar por mi y para mi, esto no es egoísmo es autocuidado. El autocuidado proporciona sentimientos de felicidad, plenitud y satisfacción. Una mujer que practica hábitos de autocuidado, que va en busca de segundas oportunidades, que busca caminos; es una mujer que inclusive tiene más para dar, porque resulta que la felicidad es contagiosa, su familia lo va a vivir con usted,
Vamos…. ¡Anímese a vivir!
Angélica lo esta haciendo. Vive su nueva oportunidad. Sus hijas la apoyan. Si, algunas personas la han criticado, sin embargo ella se había preparado para que esto pudiera suceder.
Pidió a Dios señales y El se las dio. Tiene paz, se siente feliz y plena. No porque tenga pareja; sino porque ella se permitió darse la oportunidad de volver a vivir
Hasta Pronto!
Tatiana Carrillo.
Psicóloga.
SEÑOR SOLO QUIERO QUE EN ESA SEGUNDA OPORTUNIDAD, CUENTE CON SERES PARA QUIEN SEA IMPORTANTE Y POR ENDE ALCANCE LA FELICIDAD.
SOBRE EL VOTO MATRIMONIAL.
193 -Seguro que están casados. Mientras ellos tomen ese voto,
están casados. Así como un muchacho, si un muchacho le
promete de buena fe a una muchacha casarse con ella, él está
obligado a esa muchacha. Es como si estuviera casado con ella.
La única cosa que la ley hace, es darle un acta de derechos
para evitar que sean esposo y esposa sólo por vivir juntos. Pero
cuando un hombre le dice a una mujer: “Me casaré contigo,
querida; te tomaré como mi esposa. ¿Me tomarás…?”, él está
casado
Su voto es sagrado; eso es lo que lo casa a ud. de todas
maneras. No hay predicador que lo pueda casar a Ud., ningún
magistrado, ni nadie más; es su propio voto a Dios y a este
hombre. Cuando Ud. promete, Ud. está casada.
Y de… Y damita, si Ud. ha prometido casarse con ese
muchacho, Ud, está obligada a hacerlo. Si Ud. se casa con otro
después de esa obligación, Ud. va a…. desde ahora en adelante
de todas maneras, Ud. estará viviendo en adulterio. Y fíjense,
la misma cosa para un muchacho que promete casarse con una
mujer….
Hola Tatiana: Me encanto tu articulo en parte creo q me hablas a mi… Actualmente soy madre soltera tengo 38 anos y siempre le he pedido a Dios por que quiero en mi vida una familia, un hogar estable para mi y mi hija…. Y a veces quiero darme esa segunda oportunidad pero no se q me pasa siento miedo … Y lo he dejado en manos de papa Dios, el lo puede todo, creo q será en su momento y no en el mío…. Quería compartir este comentario contigo, me dio mucho sentimiento y quisiera si me llegara esa oportunidad poder saber valorarla, con la persona indicada…. Alguien q me ame a mi y a mi hija q tiene 11 anos, nos de nuestro lugar nos respete… En lo Material lo único q quiero es una casa propia, y ahí ser el lugar tanto mío como el de mi familia… La q tanto quiero…. Aunque mi hija ya es mi familia y mi razón de ser en esta vida…. Saludos y muchas bendiciones… Dios t bendiga siempre , con este articulo tan bello, eso quiero yo darme una segunda oportunidad en la vida con la ayuda de Dios…..
Dios le bendiga… este articulo esta buenisimo solo debemos siempre estar atentos de lo que la palabra de Dios nos dice al respecto porque podriamos equivocarnos, esto lo comento por que conoci un caso muy de cerca donde el hombre despues de algun tiempo de relacion con una mujer que venia de un divircio empezo a ver a su hijastra con otros ojos…. aclarando, se suponia que eran cristianos Dios quiera y este no sea el caso Dios les bendiga.
quiero hacer amistades mi correo es; ( yolyrenderos@yahoo.com)