No buscar culpables y asumir la propia responsabilidad es una decisión fundamental para obtener un matrimonio saludable!
Lucas 6:42 ¿O cómo puedes decir a tu hermano: “Hermano, déjame sacar la paja que está en tu ojo”, no mirando tú la viga que está en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo y entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano.
Hoy en día es exageradamente común ver a los matrimonios culpándose el uno al otro por las circunstancias adversas y los malos resultados en la vida. Es una tendencia que tiene mucho que ver con el sentido de aceptación y el autoestima de la persona.
Entre más baja sea el autoestima, mayor será su tendencia a buscar la culpa en otros. A nuestra oficina vienen muchísimos matrimonios quejándose de las acciones y actitudes del otro con el propósito de que les demos la razón para sentirse mejor. Y en ese intento, culpan a su pareja de todo lo que puedan e ignorando sus propias aportaciones a los conflictos conyugales.
Esa actitud de culpar al otro nunca va a corregir el mal, y por el contrario existe una mayor probabilidad de que el conflicto se haga más grande. Es muy difícil que una persona cambie para bien cuando se le está haciendo sentir culpable. La actitud correcta y saludable es asumir la responsabilidad por las fallas y errores cometidos.
Cuando en un Matrimonio al menos uno de los dos, reconoce su parte en el conflicto con un sentido correcto de responsabilidad, la tensión baja y aumenta la posibilidad de que el cónyuge reconozca su parte también y puedan proceder a una restauración.
Asumir la responsabilidad es una acción de personas proactivas hacia la estabilidad de la familia, porque reconocen los errores propios y procuran enmendarlos para generar una relación saludable. Si has sido una persona con tendencia acusadora en tu matrimonio, debes reconocer y pedir perdón a Dios primero por tu actitud destructiva.
Tu valor esta en función de quien eres. Valórate con un hijo(a) de Dios que no necesita el reconocimiento público ni el de tu pareja para saber lo que vales. Al obedecer a Dios, te valoras como su hijo y eso te ayuda a crecer tu autoestima y vivir más por el deseo de agradar a Dios que agradar a los hombres. Asume entonces tu propia responsabilidad sin exigir lo mismo del otro.
El tan solo hecho de asumir tus responsabilidades será un incentivo para que tu pareja haga lo mismo, pero nunca lo fuerces a hacerlo. Y concéntrate más en las virtudes y aspectos positivos de tu pareja. Dios nos manda a pensar siempre en lo bueno, lo justo, lo que tenga alguna virtud. Y pídele perdón a tu pareja también por haber tenido esa actitud en el pasado. Hablen de cambiar esa actitud y más bien decidir apoyarse y protegerse mutuamente para que alcancen la estabilidad familiar y vivan una vida espiritual y emocional saludable.
Tu matrimonio y tu familia es el tesoro mas valioso que Dios te ha dado. Cuídalo!
Luis y Hannia Fernandez
matrimonios@libresparaamar.org
www.libresparaamar.org
Matrimonio – Renuevo.net
Para Luz
El perfecto amor echa fuera el temor.
Congregate en una iglesia pentecostal, Uniòn de Asambleas de Dios o Iglesia de Dios o similar.
Dios es Amor, y te bendice.
Bendiciones
Pablo
Simplemente……….saber escuchar……..perdonar………..no culpar ….y sobre todo amar.!!
Yo comencé a entender el verdadero significado del amor hacia mi esposa, cuando dejé que Dios me lo pusiera en mi corazón en una ocasión, es decir: cuando Dios me enseñó a amar los defectos de ella y a ponerlos en oración para que fueran transformados al igual de que ella hiciera lo mismo por mí, porque a como dice Jesucristo “Mat 5:46 Porque si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué premio recibirán? Hasta los que cobran impuestos para Roma se portan así.”, en 1Jn 4:19-20 “Nosotros amamos porque él nos amó primero. Si alguno dice: “Yo amo a Dios”, y al mismo tiempo odia a su hermano, es un mentiroso. Pues si uno no ama a su hermano, a quien ve, tampoco puede amar a Dios, a quien no ve.”… nuestro prójimo más cercano y nuestro hermano más cercano es nuestra esposa y nuestros hijos, por consiguiente la iglesia doméstica vive bajo la gracia de Dios padre. Ahí comencé a entender el verdadero significado de amar al prójimo, al amar los defectos de ella.
Agradezco profundamente estos correos que en ocasiones vienen en momentos de crisis y de necesidad. Bendiciones
te pido perdon Señor por no haber tenido el valor y la paciencia de perdonar los errores de mi pareja y de reconocer los míos, quisiera Señor que TU me dieras otra oportunidad de convivir nuevamente con mi pareja bajo tus leyes y preceptos especialmente en el amor, la comprension, tolerancia, etc. SEÑOR para TI nada es imposible. Gracias SEÑOR por oirme. Amén