“Porque así dice el Señor de los ejércitos: ‘Una vez más (dentro de poco) sacudiré los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y sacudiré a todas las naciones, y vendrán al Deseado de Todas la Naciones, y llenaré este templo (casa) de gloria, dice el Señor de los ejércitos. La plata es mía y el oro es mío, dice el Señor de los ejércitos.”’ (Hageo 2:6-8)

Éste es un llamado a que oremos por las bolsas (“stock markets”), bancos e instituciones financieras del mundo, el 29 de octubre de 2008. ¿Por qué el 29 de octubre? Porque fue en ese mismo día (29 de octubre de 1.929) que La Bolsa de los Estados Unidos cayó de manera estrepitosa, y esta caída fue seguida por una gran depresión económica (la cual duró más de 10 años, marcando a partir de entonces el carácter de la nación).

A comienzos del 2008 diferentes intercesores empezaron a entender que, a menos que hubiese una intervención divina, se produciría una gran sacudida en Wall Street (Bolsa de Nueva York, la principal del mundo). Esto se extendería hasta el punto de llegar a haber escasez de alimentos. De hecho, entendimos que, ¡el 2009 sería peor que el 2008! Todo esto, sin mencionar el tremendo efecto que se produciría en las bolsas de todo el mundo.

Igualmente, durante las mismas fechas, se recibió un sueño sobre 50 cajas de iniquidad, representando a los sistemas económicos de los 50 Estados de los Estados Unidos. Cuando se quitaba la tapa, el olor que despedían era horrible. En dicho sueño entendimos que Dios nos daba la orden de “volver a tapar las cajas”, hasta que se pudiera poner en su lugar una estructura económica bíblica. El significado de este sueño se puede aplicar al resto de economías alrededor del mundo.

Por esta razón, el 29 de octubre’08 nos reuniremos con diferentes intercesores en Wall Street. También oraremos por el Banco de la Reserva Federal (según entendemos, el equivalente al Banco de España, en nuestro país), y por sus 12 sucursales localizadas en diferentes lugares de los Estados Unidos. De la misma manera intercederemos in situ en la estatua del toro en Wall Street, para pedirle a Dios que comience a cambiar los mercados del toro y del oso, a lo que nosotros sentimos que será el “Mercado del León”, lo que equivale a decir: El control de Dios sobre los sistemas económicos. Aunque no tenemos la revelación plena de todo lo que esto significa, sabemos que sin intercesión, la economía se derrumbará.

Por favor, reuniros con vuestros grupos y redes de oración a las puertas de las instituciones financieras alrededor del mundo. Ya hay algunos intercesores que están visitando algunos de los centros de La Bolsa en diferentes partes del mundo. Pero, por favor, no des por sentado de que estarán en tu país; por lo tanto, asegúrate de que hay alguien orando en tu propio país. También puedes interceder por los bancos y las instituciones financieras en tu región.

He aquí algunas sugerencias de cómo orar el miércoles 29 de octubre

1.     Arrepiéntete por cualquier pecado de avaricia personal. Pide a Dios que te muestre si tienes alguna conexión con Mamón (el amor al dinero).

2.     Arrepiéntete por los pecados económicos de tu país. Pide perdón a Dios por la avaricia, la ambición, el culto a Mamón, etc. Haz confesión por todo esto, y por cualquier cosa que esté contaminando el sistema económico de tu nación.

3.     Arrepiéntete por haber incurrido en un excesivo uso de préstamos y créditos. Pídele al Señor que te conceda estrategias a ti personalmente, y a tu país, para salir de las deudas y para sanar vuestra economía.

4.     Arrepintámonos por nuestra falta de compasión por los pobres de la tierra. Pide que Dios perdone a tu nación por cualquier manera en que no haya atendido a las necesidades de sus propios trabajadores o de los extranjeros en su medio.

5.     Clama a Dios por misericordia para tu país. Ora según 2 Crónicas 7:14, y dile al Señor que te propones convertirte de tus caminos de iniquidad.

6.     Pide sabiduría para las autoridades de tu nación, en cuanto a cómo tratar con la presente crisis financiera.

7.     Pídele al Señor que estabilice la economía de tu nación. (Ésta es la manera de volver a tapar la caja, según el sueño que los intercesores vieron).

8.     Comienza a interceder que Dios establezca un mercado justo. Que exponga a la luz toda corrupción económica, y que se lleve a la justicia a aquellos que han pecado contra Dios y contra su país. Pide a Dios que sane la economía.

9.     Pide que Dios establezca una economía basada en principios bíblicos.

10. Intercede para que se produzca un gran avivamiento en el mundo empresarial, como resultado de esta sacudida. Y, que Dios conceda sabiduría en medio de esta sacudida para traspasar la riqueza de las naciones a las manos de los justos.

Cindy Jacobs
Red de Oración por la Reforma de los Estados Unidos