El correcto orden de prioridades en la familia establece el buen funcionamiento de la misma!
El orden en todas las actividades de la vida es fundamental para garantizar el buen funcionamiento y el éxito especialmente en las relaciones familiares.
Lucas 10:27 Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
Del contexto bíblico extraemos que lo primero y estrictamente necesario para lograr la meta de ser una persona de éxito en la vida, es amar a Dios con todas nuestras fuerzas y obedecer su palabra.
Un ser humano que decide amar a Dios y decide obedecer su palabra, se garantiza una conciencia transparente delante de Dios. Es una persona que realmente quiere vivir a la manera de Dios.
Lo segundo que Dios nos pide es que amemos al prójimo así como a nosotros mismos. Resulta que el primer prójimo para quienes están casados o viven unidos como matrimonio es su compañero(a). Entonces el orden de prioridades comienza amando a Dios y a nuestro cónyuge como a nosotros mismos. Nosotros no nos lastimaríamos jamás a nosotros mismos por ninguna razón. Entonces el mandato es amar a nuestro cónyuge procurando su bienestar tanto como procuramos el de nosotros y aún más.
Efesios 5:25-26: Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra.
Dios ordena a los varones amar a sus esposas hasta la muerte y de una manera incondicional. Además los manda a santificarlas por medio de la ministración de la palabra de Dios a sus esposas. Es interesante que Dios a-través de toda la Biblia manda específicamente a los varones a amar a sus esposas. A las mujeres Dios las manda a respetar a sus maridos (Efesios 5:33).
En el diseño maravilloso de Dios, cuando un hombre ama a su esposa como lo enseña en su palabra, la mujer reacciona naturalmente amando a su esposo. En otras palabras, el hombre fue diseñado para ser el proactivo de la relación, y la mujer fue diseñada para ser reactiva. O sea si el hombre acciona correctamente amando a su esposa como lo enseña Efesios, su esposa reaccionará amándolo y respetándolo a él. Dios pone la responsabilidad de la estabilidad familiar en el hombre en primera instancia.
Luego en el orden de prioridades, siguen los hijos. Dios no nos manda específicamente a amar a nuestros hijos, ya que es el diseño natural en la humanidad. Normalmente, los padres amamos a nuestros hijos incondicionalmente. No obstante, los hijos vienen de terceros en el orden de atención. Nunca pueden estar los hijos primero que los esposos. Eso es un desorden funcional que trae graves consecuencias a las familias.
En el diseño de Dios, los hijos estarán muy bien si sus padres tienen una relación saludable. De muy poco le sirve a los hijos que sus padres les den muchas cosas o explicarles con mucho detalle las cosas de la vida. Ellos aprenderán del modelo de comportamiento que vean de sus padres. En un hogar saludable con las prioridades correctas, los hijos aprenderán a amar a Dios, a Papa y a Mama, y aprenderán a respetar a otras personas.
Luego en el orden de prioridades sigue en importancia el trabajo, la Iglesia y el Ministerio. Si el orden de prioridades en tu familia no esta correcto, ustedes tienen algún grado de disfunción en su hogar; y necesitan darle atención de inmediato. Establezca el orden correcto de prioridades en su hogar inmediatamente.
Tú matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado. CUÍDALO!
Luis y Hannia Fernandez
www.libresparaamar.org
matrimonios@libresparaamar.org
realmente útil las enseñanzas sobre el MATRIMONIO. Además de aplicármelas, también las comparto con los colectivos que me corresponde supervisar.Mcuchas gracias y BENDICIONES.
Me parece muy importante todos los conocimientoss de todas estas reflexiones …..
Le doy gracias al señor primeramente y a usted amados x que de verdad no estaba haciendo lo correcto en mi hogar y en mi familia, pero con está palabras del señor me han dado una nueva esperanza, ¡gracias!.
Yo no tuve conocimiento de la importancia de sentirse amada en la relación matrimonial y por tal motivo he faltado el respeto a mi esposo de muchas formas.
Dado que esta relación funciona sólo si los dos miembros están comprometidos. Actualmente y tras 30 años de matrimonio estoy en el proceso de sostenimiento, agarrada de la mano de Dios. Por difícil que parezca defender el matrimonio vale la pena.
Lo que pasa es que este mundo no facilita los procesos y a veces caemos en la debilidad de buscar sólo nuestro bien. La fidelidad a la promesa y a la bendición nupcial dan fuerzas para luchar y resistir.
El Señor sana las heridas, renueva los corazones y restaura las vidas de cada uno. A Él sea la gloria por siempre
mm muy buena las reflexiones