“Porque todo aquel que pide, recibe” Mateo 7:8
Hace poco una amiga me hizo un comentario muy interesante.
Mientras impartía su clase en un seminario bíblico, uno de sus alumnos le hizo la siguiente pregunta: ¿No es contradictorio que en unos pasajes se nos motiva a orar por nuestras necesidades y en otros nos dice que no nos preocupemos, que Dios suplirá?
Mi amiga me recuerda algunos versículos que hablan del pedir, como el famoso capítulo 7, versículo 7 del evangelio según Mateo: “Pedid y se os dará,…” en Juan 14:13-14: “Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pedís en mi nombre, yo lo haré”. En Mateo capítulo 6 el Señor Jesús anima a sus discípulos a no angustiarse por el vestido o por la comida: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.
El comentario entonces, fue el siguiente: “Si un hermano en necesidad, que tiene hambre, está sin trabajo, no tiene con que vestirse, debo decirle que busque el Reino de Dios primero, ¿que se dedique a ORAR por las cosas espirituales y mandarlo a su casa de esta manera? ¿El no puede ORAR por comida pues Dios se la dará y lo mando a su casa con hambre? ¿Qué se debe de hacer en ese caso? ¿Es malo entonces pedir por las cosas materiales?
No tengo la costumbre en esta sección de entrar en análisis exegéticos profundos, pero si reflexionar acerca de lo que nos dice la Biblia tomándola como un todo. También quisiera ir un poquito mas allá de la típica respuesta: “es que a Dios le gusta que le pidamos”.
Aparte la exhortación categórica y directa del Apóstol Pablo en su primera epístola a Timoteo en el capítulo 2, hay una oración en la Palabra que tiene dos características muy especiales, una por quien la realiza y segundo porque está considerada la oración por excelencia. El Padre Nuestro.
Veamos en el evangelio de Mateo:
“Vosotros, pues, oraréis así:
9 Padre nuestro que estás en los cielos,
Santificado sea tu nombre.
10 Venga tu reino.
Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
12 Perdónanos nuestras deudas
Como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
13 No nos metas en tentación,
Sino líbranos del mal,
Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria,
Por todos los siglos. Amén”
¡Que hermosa oración! Comienza con una alabanza reconociendo la divinidad del Padre, pero el versículo 10 no es otra cosa que una petición; El versículo 11 una petición por el pan diario; El versículo 12 una petición por perdón; el 13 una petición para ser librados de la tentación y el final del versículo 13 concluye explicando el porqué de esas peticiones: “¡porque de Él es el Reino, el poder y la gloria por todos los siglos!”
Si el Señor sabe que necesitamos alimento entonces ¿para que pedirlo, como en el Padre Nuestro? Vayamos mas allá, si Dios sabe que nosotros tenemos necesidad de perdón, entonces, ¿Para qué pedir perdón? ¿Y por que ser específico? Ha pedido perdón alguna vez diciendo “Señor perdóname por el pecado aquel… tu sabes cual… el de sábado…” ¿o no dice la Biblia que debemos confesar nuestros pecados?, pero ¿si ya Dios los conoce?
Porque el pedir significa reconocer que dependemos de Dios para todas las cosas y le somos agradecidos por estas. Si yo lucho trabajando duro para tener dinero y comprar comida, ¿debería entonces cancelar el versículo 11 de mi Padre Nuestro? No necesito pedir pan, pues me lo gano yo con mi trabajo. Eso sería soberbia, soberbia pura y dura.
Debemos hacer peticiones NO porque Dios no las sepa ya, sino porque de esa manera reconocemos en humildad primeramente, que necesitamos de Él para suplir dichas necesidades, y en segundo lugar reconocemos que a Él le pertenecen todas las cosas. Del Señor es la tierra, su plenitud, el mundo y todos los que en él habitan. ¡Dame el pan de cada día, porque aunque trabajo y creo merecerlo, todo el pan es tuyo y está en ti dármelo, así como todas las cosas!
Veamos nuevamente:
Mateo 6: “31 No os angustiéis, pues, diciendo: “¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?”,
32 porque los gentiles se angustian por todas estas cosas, pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas ellas.
33 Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.
La clave de estos versículos está en la palabra “angustiéis”. El Señor quiere decir que no debemos angustiarnos, preocuparnos o afanarnos por las cosas que Él sabe que necesitamos, ya que eso significaría falta de confianza y de fe en Él. Por el contrario debemos, antes de angustiarnos, buscar el reino de Dios y su justicia y ese es un “paquete que abarca muchas cosas”. No debemos cometer el error de “sobremistificar” el término reino de Dios. Buscar el reino de Dios no significa apartarse a orar y ayunar y dejar nuestras responsabilidades a un lado esperando que sea Dios quien las supla.
Si vemos a alguien en necesidad, no podemos dejarle y decirle que busque primeramente el reino y su justicia, ya que nosotros no estaríamos buscando la JUSTICIA dejándolo en su necesidad, pues haríamos una cosa injusta y poco acorde con lo que dice la Biblia.
Buscar el reino va mas allá, significa, no solo cultivar la parte correspondiente a la oración o la lectura de la Palabra, significa vivir una vida ejemplar, honesta, esforzada, de buen testimonio, de continuo trabajo para mejorar y edificarse en el medio donde nos toca vivir, estudiar o trabajar y eso justamente trae añadiduras, las cuales Dios se encarga de ¡darlas mucho mas abundantemente de lo que pedimos o entendemos! (leer efesios 3:20).
¿Y que hay acerca de pedir cosas materiales? ¿Debemos sentirnos bien o mal al pedir un automóvil, una casa propia, un compañero o compañera, o un buen empleo, etc.? Nuevamente, Dios conoce los corazones y las necesidades de cada quien.
Está bien pedirle, ser franco y sincero con nuestro Padre, pero sería conveniente antes de pedir revisar nuestras motivaciones en profundidad. ¿Por qué estoy pidiendo eso?, ¿realmente lo necesito?, ¿estoy viviendo en función de conseguir eso que estoy pidiendo (siendo buen administrador del dinero, por ejemplo)?, ¿qué pasaría si Dios no me lo concede? ¿Me estoy angustiando por recibir eso que tanto anhelo? ¿Busco de Dios porque le amo y le necesito o porque amo y necesito las añadiduras que Él me promete si le busco?… Estoy seguro que Dios pondrá en tu corazón más de esas preguntas.
“Señor, te amo porque has sido maravilloso para conmigo; debo confesar que muchas veces no sé como pedir y hasta dudo si debo hacerlo… a veces me pregunto si hacerlo tantas veces es falta de fe y de confianza. Te ruego que me enseñes a pedir. Pongo delante de ti mis necesidades, sé que las conoces pero yo quiero reconocer que las tengo y te necesito para que estas sean suplidas, porque tuyo es el reino, la gloria y todo el poder, por todos los siglos. Amén”
Espero que haya sido de ayuda Sandra.
Rocco Cicchetti
La Paz sea con Ustedes.
Muy interesante el articulo, muchas veces me he hecho esa pregunta: Pedir o no pedir?
He aprendido que muchas veces es preferible el no pedir, pues por lo general no sabemos lo que nos conviene, ni lo que Dios tiene para nosotros, entonces lo mejor que hago es darle gracias a nuestro Padre, pues él siempre me da lo que necesito y lo que me es de provecho.
Aunque a veces siento inconformidad por lo que sucede, estoy seguro que es lo mejor para mi vida espiritual, pues es la parte mas
importante de mi existencia.
Excelente reflexión, gracias a Dios por leerla hoy, es muy enriquecedora para mi.
Muchas Bendiciones a Ud. y todo su equipo de trabajo.
Gracias Dios.
Hola,estoy feliz de poder contar con ustedes,todos, estos temas me tinen fascinada,pero este me llamo mucho la atencion,pues,tambien en ocaciones siento que no se orar, y no sabia pedir, o no pedir,pero hoy GRACIAS A DIOS,comprendi el mensaje y se como hablar con DIOS!muchas gracias por existir,pues se inician los dias de una forma especial y con muha luz lleno del espiritu santo….Amen y GRACIAS muchas gracias por sus orientaciones
gracias por las reflexiones, tengo un problema, tengo mi hijo de 11 años, no se que le pasa, todos los dias es un martirio para dormir, no sabe dormir solo, se imagina cosas, ve sombras, le molestan, hasta un dia me dijo que alguien le decia que tiene que ahorcarse, matate has lo que te digo, no se que hacer.
Que me recomienda hacer.
Marcela ora con fe y hablale con amor de Dios a ese niño, vigila lo que juega o ve en tv o table y dale mucho cariño, con Dios delante va estar bien .asi lo creo en el nombre de Jesus.
Hlla Amada, ante todo bendiciones, veo que escribiste esto hace 13 años, espero que Diis se haya manifestado en tu vida y en la de tu hijo y que satanás haya soltado para siempre a tu hijo porqie por lo wue contabas era una influencia deminiaca en el…. Satanás vino a matar robar y destruir ñero jesus vino a darnos vida y vida en abundancia
DIOS LES BENDIGA, MI ALMA TE ALABA DIOS, TE AMO PAPA, TE GLORIFICO, POR QUE CADA DIA DEPENDO DE TI, TU ERES MI SUSTENTO, PORQUE CREO EN TI, TENGO FE EN TI, Y POR QUE YO SE QUE SI LE BUSCAMOS EN ESPIRITU Y EN VERDAD, EL NO NOS VA A DEJAR, NI A DESAMPARAR, DICE EN SU PALABRA, QUE AUNQUE TU PADRE Y TU MADRE TE DEJARAN JEHOVA NUNCA TE DESAMPARARA. QUE BUENO ES DIOS, A EL LE GUSTA QUE LE PIDAMOS, QUE LE PIDAMOS CON FE, Y QUE ESPEREMOS EN EL, PORQUE EL SABE CUANDO Y QUE NOS CONVIENE, SI NOS VA A SER DE BIEN, EL LO DA, SI ES PARA QUE TE PIERDAS, NO, EL NUNCA LLEGA TARDE. GRACIAS POR ESTA REFLEXION ME HA MINISTRADO Y ME HA CAPACITADO, SOMOS HUMANOS Y NOS DESESPERAMOS, PERO DIOS TIENE EL CONTROL. QUE EL SEÑOR LES CONTINUE BENDICIENDO.