PowerPoint – La grandeza del Mar
Sabes porque el mar es tan grande?
Tan Inmenso?
Tan Poderoso?
Y porque tiene la humildad de colocarse algunos centímetros abajo de todos los ríos?
Sabiendo recibir, se torno grande.
Si quisiese ser el primero, y estar unos centímetros encima de todos los ríos, no sería mar, sino una isla.
Toda su agua iría para los otros y estaría aislado.
La pérdida es una parte de la vida.
La derrota es una parte de la vida.
La muerte es una parte de la vida.
Es imposible que vivamos
sin esto.
Precisamos aprender a perder, a caer, a errar y a morir.
Imposible ganar sin saber perder.
Imposible andar sin saber caer.
Imposible acertar sin saber errar.
Imposible vivir sin saber vivir.
Si aprendes a perder, a caer, a errar, nadie mas te podrá controlar.
Porque lo máximo que te podrá suceder es caer, errar y/o perder.
Y esto ya tú lo sabes.
Bien aventurados aquellos que ya consiguieron recibir con la misma naturalidad el ganar o perder,…
…el acierto y el error, el triunfo y la derrota, la vida y la muerte.
Descarga esta diapositiva aquí: La Grandeza del Mar
Gracias por las reflexiones que escriben dia a dia son muy alentadoras y de gran bendicion que DIOS los bendiga enormemente y siga dandoles la sabiduria de lo alto
Gracias por las hermosas reflexiones que alimentan nuestra alma, nos ayuda a ser felices y hacer de cada día un día extraordinario.
nos amamos y fios nos unira creo en ti y creo Dios
A Dios las gracias al descubrir “Renuevo de Plenitud”. como su nombre lo dice, dia a dia, renueva nuestro espiritud, nos instruye, nos inspira. Este articulo sobre la GRANDEZA, es muy cierta, la persona se hace grande no por sus riquezas, sino, por su humildad .
Gracias,muchas gracias mi Dios por esta joya de reflexiones diarias, que tu permites que llegue a tantos hogares, son de gran valor y crecimiento espiritual .
Muchas bendiciones para todo los hnos. que colaboran en este ministerios. !Adelante para Cristo!
La vida es un cúmulo de experiencias. Se construye de alegrías y sinsabores, de gozo y de dolor. En nuestra memoria hay momentos preciosos y otros que nos duelen, y por eso hemos llegado hasta aquí y aprendido que la vida es un don que no se puede valorar de otra manera. Hay que conocer los valles para apreciar la vista en la cima de la montaña, hay que saber dar la mano a aquel que sufre lo que un día también nosotros. Y al final, llegaremos a casa hechos a la medida, transformados, siendo seres humanos como desde el principio de los tiempos fue el designio de Dios: puros, sin basuras, humildes. Un día recibiremos nuestro nuevo nombre, y podremos darle gracias a nuestro Dios por lo que hizo por nosotros.