Había un hombre que tenía cuatro hijos.
El buscaba que ellos aprendieran a no
juzgar las cosas tan rápidamente; entonces
los envió a cada uno por turnos a ver un árbol
de peras que estaba a una gran distancia.
El primer hijo fue en el Invierno, el segundo en
Primavera, el tercero en Verano y el hijo más
joven en el Otoño.
Descarga esta diapositiva aquí: Las Estaciones
Anhelo de todo corazón, que Jehova Dios, les siga bendiciendo y prosperando.
Que la luz y guía del Divino Espíritu Santo, alumbre todo su ser y les brinde sabiduría y entendimiento para seguir compartiendo con todos los seres humanos, esas reflexiones tan preciadas, que sirven de alimento al alma.
Y que todo sea siempre para honrar el Glorioso nombre de Jehova atravez de su hijo Unigénito…JESUCRISTO.
MUY BONITA LA REFLEXION NOS DEJA UNA ENSEÑANZA PARA APLICARLA
Que gran realidad, aunque entiendo que todo pasa, lo bueno y lo malo, pero nosotros debemos ser de los arboles frondosos y fuertes que su hoja no cae y da su fruto a su tiempo, que señala Salmos esta realidad a veces nos pueden mostrar derribados pero no destruidos, como lo expresa Pablo, pero aunque este hombre exterior se desgasta el interior muestra su mejor cara, hasta que lleguemos a ser tal como Dios lo imagino, porque de seguro ni nosotros lo podemos hacer
bendiciones sus reflexiones son de mucha mucha bendicion
que lindo es sentir que dios es paz amor tranquilidad, el que no sabe peca, se engaña únete y te darás cuenta que bello es vivir con el amor de dios……………
16 de Agosto 2012 1:37 pm
Muy hermosa y reconfortadora reflexión, el Amado Padre Eterno Jehová, en el nombre de Jesús, permita que llegue a todos y cada uno de nuestros hermanos Cristianos que en estos momentos están pasando por estaciones tremendas de tribulaciones, El Dios vivo los reconforte. Mil veces gracias por tan enriquecedoras reflexiones. Que DIOS les bendiga enormemente.