Hace muchos años, gracias a Dios, y por el amor
que mamá y yo nos tenemos, llegaste a nuestras vidas,
ocupaste todo nuestro tiempo, aún antes de nacer,
mamá se sentía mal, no podía comer, todo lo que comía
lo devolvía, y tenía que guardar reposo.  Yo tuve que
repartirme entre las tareas de mi trabajo y las de la
casa para ayudarla.
Los últimos meses, antes de que llegaras a casa, mamá
no dormía y no me dejaba dormir.

Descarga esta diapositiva aquí:    No Te Metas