La Biblia habla muy claramente de la importancia de la oración. La oración nos acerca a Dios, nos libera de las presiones, nos permite contemplar milagros y clarificar la mente. Pero, realmente estamos caminando por los genuinos senderos de la oración?.
Sabemos que muchas de las oraciones que hacemos son inefectivas y a veces sin respuesta alguna porque pareciera que muchas de nuestras oraciones son solo una lista de lo que queremos que Dios haga por nosotros y mucho de eso no es sino una lista de deseos egoístas.
El libro de Santiago lo dice claramente en el Nuevo testamento en el Capítulo 4:3
“No tienen, porque no piden. Y cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones”.
Oración anhelada es la que parece una carretera de dos vías. No es solamente yo corriendo por un canal, sino que Dios viene a mi encuentro en el canal contrario para darme su guía, corrección y enseñanza y en muchas de esas ocasiones tenemos que detener nuestra carrera egoísta y apresurada para simplemente sentarnos a sus pies para ser dirigidos y nutridos por él.
Salmo 37:4 dice: “Pon tu delicia en el Señor y él te concederá los deseos de tu corazón”. La palabra más determinante acá es “Delicia” en el Señor. La belleza de la oración no es llegar con la lista en la mano, sino llegar a deleitarnos en su presencia.
Llegamos si con nuestros propios deseos, pero al deleitarnos en él, El Señor cambia nuestros deseos egoístas por los de él y es entonces cuando Dios cumple los deseos de mi corazón los cuales ya no son los míos sino los que Dios ha sembrado en mi espíritu.
El Padre nuestro es el mejor modelo, ya que en esa oración modelo lo que sobresale es el Reino de Dios. “Venga tu Reino” y no el mío y finaliza con “Por que tuyo es el Reino, el Poder y Gloria por los siglos de los siglos”. Amén.
La verdadera oración termina desplazándome a mi y entronizando al Señor en mi vida. La real oración no es la que es impulsada por el deseo de pedir algo o solicitar la intervención divina en las turbaciones de la vida, sino aquella que es sostenida por la sed intensa del espíritu por estar en la presencia e intimidad de Dios.
La oración ligera es la motivada por un enfoque en mis dolores y quebrantos pero la real y genuina es la que es filtrada por un corazón libre de resentimientos y amarguras.
“Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y el solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle par gentil y publicano. De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho par mi Padre que esta en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en media de ellos”. (Mateo 18: 15-20).
Es el deseo de Dios compartir tiempo con nosotros, darnos su corazón y envolvernos en su ternura cuando llegamos a sus pies en una oración hambrienta más en conocerlo a él en lugar de tener nuestros problemas resueltos y cuando así lo hacemos él nos recompensa con su dádiva que sobrepasa nuestro entendimiento.
Que Dios nos ayude a entender la genuina y verdadera oración.
Es el deseo de su hermano y amigo
Serafín Contreras Galeano
www.serafincontreras.com
GRACIAS SEÑOR POR PERMITIRNOS ENTENDER REALMENTE LO QUE TU QUIERES Y DE IGUAL MANERA GRACIAS A TI DIOS TE BENDICE
Gracias por esta pagina es de gran crecimiento esPiritual
Yo he orado durante mucho tiempo pidiendo desde mi corazón y haciendo la voluntad de Dios, Dios me sanó, Dios lleno de amor mi vida y vivo ahora en paz y tranquilidad, pienso, digo y actuo con amor y siempre con la guia de Dios. Una de las oraciones no he tenido respuesta la restauración de mi esposo, es decir, la sanación de sus heridas (rencor, rabia, resentimiento, ira, apegos, envidia), nuestros dos hijos de 10 y 8 años y yo estamos recibiendo lo malo que tiene guardado. Vive solo pendiente del dinero, de lo material, de lo terrenal, del mal genio, de la ira, rabia, groserias. No vive en el amor. Todo el tiempo es una guerra espitirual y fuerte. He pedido oración de otras personas y no he tenido una respuesta contundente.
He compartido con el todo mi proceso que tuve de restauración en mi vida, ese proceso lo vivi sola durante 1 año que estuve separada de el, pero no tiene la convicción ni voluntad de cambiar con las herramientas que tuve o con apoyo espiritual.
A todos los que me puedan ayudar mediante la oración les pido que Dios intervenga y actúe en el según la voluntad de Dios.
Este artìculo me ha confirmado lo que de un tiempo para acà, he sentido en mi corazòn. Al orar en vez de buscar màs de la presencia de DIOS, e interesarme por lo que Èl quiere para mi vida, me enfoco màs en las cosas que creo que me convienen y/o necesito… Y ciertamente no se trata de mì sino de ÈL, de buscarlo en Espìritu y Verdad… Què DIOS les bendiga por estas palabras…
Hola Serafìn,le doy gracias a Dios por utilizarlo a usted còmo canal de benciòn para mi vida.Serafìn,pienso que es cierto lo que dice en esta reflexiòn.Muchas veces elevamos nuestras oraciones con pròpositos egoìstas y pretendemos que Dios nos escuche.¿Pero sòmos nosotros capaces de escucharle a èl?,¿y si lo escuchamos,hacemos lo que èl nos pide realmente?.Sè que Dios existe y que es el verdadero y ùnico soberano.Y que si realmente hacemos su voluntad,èl nos bendicirà.Està en nosotros,el hacer las oraciones de manera correcta,alineando nuestro corazòn al propòsito divino de Dios.Muchas bendiciones para usted y a toda la gran familia de “Renuevo de Plenitud”