Durante la Guerra de la Independencia, de América del Norte, el sargento de una pequeña compañía de soldados estaba dando órdenes a sus
subordinados para transportar una viga muy pesada que estaban tratando de transportar, para completar algunos trabajos militares que en aquel punto debían componerse.
El peso era casi superior a sus fuerzas, y la voz del sargento se oía a menudo gritando:
-¡Alcen!, ¡alcen!, ahí va, otra vez ¡alcen! que les pasa? no desayunaron hoy? ¡vamos con fuerza! ¡alcen!
Un caballero sin uniforme militar, pasaba por allí y preguntó al que mandaba, porqué él mismo no les ayudaba un poquito.?
Este atónito y volviéndose con toda la majestad de un emperador hacia el caballero dijo:
– Señor, yo soy un sargento
-¿De veras que lo es usted? – replico el desconocido -, yo no sabía esto.
Y quitándose el sombrero le hizo un saludo, diciendo:
-Perdone usted, señor sargento.
Y diciendo esto desmontó y empezó a ayudar a los soldados en su pesada tarea hasta que las gotas de sudor corrían por su frente,
y cuando la viga fue por fin levantada, se dirigió hacia el gran hombre y le dijo:
– Señor sargento, cuando usted vuelva a tener un trabajo como éste y no tenga suficientes hombres, mande por su general, y yo vendré con mucho gusto y le ayudaré en una segunda ocasión.
El sargento se quedó desconcertado y como el que ve visiones cuando por esas palabras se dió cuenta que el oficial que le había dado esta lección era el mismo Washington general en jefe del ejército americano.
«Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos» (Marcos 10:45).
Mateo 20:25-27
25 Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad.
26 Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor,
27 y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo;
Filipenses 2:3
Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;
HOLA.
DIOS LOS BENDIGA!!
MIS AMIGOS/AS ESTAN MUY CONTENTOS CON ESTAS MARAVILLOSAS REFLEXIONES.
ME COMENTARON QUE DESEAN REFLEXIONES SOBRE LA FÉ,LES AGRADECIARIA SI ES POSIBLE QUE ME MANDEN SOBRE DICHO TEMA,PARA PODER ENVIARSELOS.
BENDICIONES.
UN ABRAZO EN CRISTO.
Asi debe ser, pues que bueno es servirle a alguien sin mirar quien es, el Señor simpre cumplio esta mision es por eso que debemos pedirle a DIOS que todos los dias nos ayude con su poder para ayudar al que lo necesita.
MIL BENDICIONES……………………………….
DIOS LOS BENDIGA!!
ME ENCANTO LAS REFLEXIONES DEL SARGENTO,ADEMAS ME GUSTA MUCHO LEER,Y ASI ENRIQUECER MI VIDA ESPIRITUAL.
DIOS NO HACE ACEPCION DE PERSONAS PARA EL TODOS SOMOS IGUALES,
Y QUE BUENO ES AYUDARNOS UNOS CON OTROS.
BENDICIONES.
UN ABRAZO EN CRISTO
Que puedo decir con respecto a sus trabajo, !Excelentes!. Siempre el Fruto del Espíritu Santo se refleje en cada uno y una de las personas que estan involucradas en este Gran Ministerio.
Shalom, Bendiciones.
Ines Urdaneta
En la medida que cada uno de nosotros tomemos ese ejemplo de nuestro amado Señor Jesucristo y seguir cada dia sus pisadas,veremo su gloria y su poder en nuestras vidas…y sobre todas las cosas como una gran familia ayudarno unos a otros sin importar lo que seamos ….si mi amado Jesus lo hizo por mi cuanto yo por los demas …Dios les bendiga cada dia grandemente
Mcbo.