Un niño se hizo un barquito de madera y salió a probarlo en el lago, pero sin darse cuenta, el barquito impulsado por un ligero viento fue más allá de su alcance.
Apenado corrió a pedir ayuda a un muchacho mayor, que se hallaba cerca, que le ayudara en su apuro.
Sin decir nada el muchacho empezó a levantar piedras y echarlas, al parecer en contra del barquito; el pequeño pensó que nunca tendría su bote otra vez y
que el muchacho grandote se estaba burlando de él; hasta que se dio cuenta que en vez de tocar el bote cada piedra iba un poco más allá de este y originaba
una pequeña ola que hacia retroceder el barco hasta la orilla.
Cada piedra estaba calculada y por último el juguete fue traído al alcance del niño pequeño, que quedó contento y agradecido con la posesión de su pequeño tesoro.
A veces ocurren cosas en nuestra vida que parecen desagradables, sin sentido ni plan y hasta nos parece que más nos hunde; pero si esperamos
y tenemos confianza en Dios, nos daremos cuenta de que cada prueba, cada tribulación, es como una piedra arrojada sobre las quietas aguas
de nuestra vida, que nos trae más cerca de nuestro objetivo.
Salmos 28:7.
El Señor es mi fortaleza y mi escudo; en El confió mi corazón, y fui ayudado, por lo que se gozó mi corazón, y con mi cántico le alabaré.
Salmos 3:3
Mas tú, oh SEÑOR, eres escudo en derredor mío, mi gloria, y el que levanta mi cabeza.
Salmos 13:5
Mas yo en tu misericordia he confiado; mi corazón se regocijará en tu salvación.
Salmos 16:9
Por tanto, mi corazón se alegra y mi alma se regocija; también mi carne morará segura,
Salmos 18:2
El SEÑOR es mi roca, mi baluarte y mi libertador; mi Dios, mi roca en quien me refugio; mi escudo y el cuerno de mi salvación, mi altura inexpugnable.
Salmos 26:1
Hazme justicia, oh SEÑOR, porque yo en mi integridad he andado, y en el SEÑOR he confiado sin titubear.

MUY CIERTO, DIOS ES NUESTRO AMPARO Y NUESTRA FORTALEZA. SI PONEMOS NUESTRA CONFIANZA EN NUESTRO PADRE CELESTIAL, TENEMOS LA VICTORIA ASEGURADA EN LAS TRIBULACIONES DE LA VIDA. AMENNNN!!!!
El señor es mi fortaleza, mi pronto auxilio en las tribulaciones, muchas veces no entendemos los planes de Dios en nuestra vida, pero él nos enseña cada día que todo depende de él, que nuestra confianza debe estar totalmente en él, es nuestro refugio, quien me saca adelante a pesar de las tempestades que se me presenten en la vida.
Este tema me gustò, ya que asi me ha pasado en algunas oportunidades en mi vida. siento que todo esta pertido y cuando menos me lo espero, las aguas vuelven a sus causes. la fe puesta en dios me ha ayudado a resolver muchas cosas en mi vida.
Amén!
Gracias señor por estos mensajes tan bellos , te necesito señor . Dirige mi vida , sin ti no soy nada.