Las personas son regalos que la vida me ha dado. Ya vienen envueltas, algunas en forma muy bella y otras de una manera menos atractiva.
Algunos han sido maltratados en el correo; otros llegan como “Entrega Especial”; algunos llegan envueltos, otros cerrados con gran rigidez. Pero la envoltura no es el regalo y es importante darse cuenta de esto. Es muy fácil equivocarse en este sentido, juzgando el contenido por el estuche.
A veces el regalo se abre con facilidad; otras se necesita la ayuda de otras personas. Tal vez es porque tiene miedo, quizá han sido heridas antes y no quieren ser lastimadas de nuevo. Pudo ser que alguna vez se abrieron y luego se descartaron. Quizá ahora se sienten más bien como “cosas” que como seres humanos.
Yo soy una persona. Como todas las demás personas también soy un regalo. Poseo una bondad que es sólo mía. Y sin embargo, algunas veces tengo miedo de mirar dentro de mi envoltura. Tal vez temo decepcionarme, quizá no confío en el que llevo dentro. Pudiera ser que en realidad nunca he aceptado el regalo que soy.
Cada encuentro y comunicación entre personas es un intercambio de regalos. Mi regalo soy yo, tú eres tu regalo. Somos obsequios de Dios unos para otros.
Es difícil pensar en ocasiones que aquel que me ha lastimado es también un regalo de Dios, pero si vemos la ofensa como una envoltura maltratada y no nos quedamos con ella, seguramente encontraremos un hermoso regalo, pues de cada suceso Dios nos tiene una enseñanza para crecer en su amor, en nuestra fe.
Nosotros mismos podemos tener una envoltura tan maltratada por el tiempo y/o las circunstancias, pero lo que llevamos dentro siempre será hermoso, pues quien lo puso ahí es nuestro Creador, solo tendríamos que ver hacia adentro y estar listos para darnos… descubre en tu interior todos los dones con los que el Señor te conformó y sé el digno regalo para los que te necesitamos.
Enviado por Miriam de Pérez
Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, orando siempre con gozo en cada una de mis oraciones por todos vosotros, por vuestra participación en el evangelio desde el primer día hasta ahora, estando convencido precisamente de esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús. Filipenses 1:3-6
Por esta razón también yo, habiendo oído de la fe en el Señor Jesús que hay entre vosotros, y de vuestro amor por todos los santos,
no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo mención de vosotros en mis oraciones. Efesios 1:15,16.
Hermoso, muchas gracias!.
Muchísimas gracias a Renuevo de Plenitud, por esas hermosas pero reflexivas y significativas palabras, de verdad que nos llegan a nuestro corazón, pero sobre todo son palabras para crecer en la palabra de Dios.
El GRAN REGALO ES LA VIDA QUE NOS DISTES PARA PARA PONERNOS A GOBERNAR Y DISFRUTAR DE TUS INNUMERABLES MARAVILLA QUE REALIZASTE EN TU CREACIÓN OH DIOS CUAN GRANDE Y MARAVILLOSO ERES CON TUS HIJOS
La verdad que todas las personas son un regalo, debiera serlo, pues no estamos solos en este mundo y Dios se agrada que vivamos en armonía y en respeto mutuo. Dios se agrada cuando nos preocupamos de corazón por los más débiles, por los más desposeídos, por los que sufren o están triste, pudiendo llegar y dejarles una palabra de aliento y de esperanza, de poder abrir las manos generosamente para ayudar al que tiene necesidad, sentir aquel anhelo de orar aún por los que gustan de causar daño, aquellos que no duermen si no buscan un motivo para ofender y herir.
Nos nos ha dado la vida en esta tierra para que demos frutos, y cada uno verá que tipo de frutos va a presentar al final de su jornada, y de acuerdo a esos frutos es la paga, es la consecuencia, es la herencia que ganaremos y que Dios nos dará dicha retribución a través de Jesús, si nos hemos esforzado valientemente en este mundo de placeres y lujurias, de violencia y maldad más que bondad y respeto, más que amor y misericordia, es lo que dará como resultado escuchar del Señor cuando diga: en lo poco fuisteis fiel, sobre mucho te pondré, entra en el gozo de tu Señor, y bueno, los que han gustado de creer en Dios a su manera, y que con la misma fuerza conque oran y tratan de hacer buenas obras, pero con esa misma fuerza odian, murmuran, menoscaban, hieren y ofenden, así también será el lloro y el crujir de dientes cuando el Señor diga: No sé de donde sois, apartáos de mi hacedores de maldad, entonces algunos dirán: Señor, Señor, pero si contigo bebimos y comimos, en las plazas nos enseñastes, en Tu nombre echamos fuera demonios y pusimos las manos sobre los enfermos y en Tu nombre, estos fueron sanos, y El Señor repetirá no se de donde sois, apartáis de mi hacedores de maldad. Pues la bondad dada al prójimo como el daño, Dios anota en el libro de la vida y no podremos decir, no sabía, nadie me lo dijo.
Dios nos ha puesto en este cuerpo con un propósito, y ese propósito es que cada uno escoga el camino a seguir pero cada camino lleva a destinos diferentes, uno es el camino ancho donde se cree en Dios sin un compromiso real, sin un cambio en sus actitudes, y hacen y deshacen y son salvos siempre salvos, pero también hay un camino angosto con una puerta al final estrecha donde no tiene cabida lo malo que se guarda en el corazón, si no lo sacas ahora que tienes vida, difilmente podrás sacarlo de ti si llegare la muerte repentina, por ello incentivo a los lectores y lectoras a buscar a Dios de corazón y comprometerse con Jesús a llevar una vida acorde a lo que está establecido en el evangelio de nuestro Señor Jesucristo, pues todo esfuerzo va a ser recompensado, y toda dejación recibirá su justa paga. Para Dios sea toda la gloria y honra desde ahora y para siempre. Amen y amen
dios los vendiga siempre