Un joven predicador fue invitado a último momento para que predicase un sermón en la iglesia de su ciudad. Siguiendo un impulso, usó como tema uno de los Diez Mandamientos: “No hurtarás”.
A la mañana siguiente, subió a un autobús y le dio al conductor un billete de un dólar. El conductor le dio el cambio y él se dirigió a la parte trasera del vehículo. Echando un vistazo al cambio antes de guardarlo en su bolsillo, el hombre observó que el conductor le había dado diez centavos de más. Su primer pensamiento fue: La compañía de autobuses no se dará cuenta jamás de la pérdida de diez centavos.
Sin embargo, cambió de opinión rápidamente, sintiendo en su conciencia que los diez centavos no le pertenecían y que los debía devolver al conductor. Regresó al frente y le dijo al conductor: ” Usted me dio cambio de más”, y le devolvió los diez centavos.
Para su sorpresa, el conductor le contestó: “Sí, lo sé. Lo hice a propósito. Escuché su sermón ayer y lo estaba observando por el espejo mientras contaba su vuelto”.
El joven predicador había pasado la prueba a la cual fue sometido por el conductor… y dio un firme testimonio de su fe.
¡Que todos nuestros actos concuerden así con nuestras palabras!
Proverbios 22:1
Mas vale el buen nombre que las muchas riquezas.
Lo que se habla , tal es la persona y su prédica , debe ser ético en todos sus actos , de lo contrario , estaríamos cayendo en lo mismo. Debemos siempre ser mejores y lo que hablemos , refleje , quienes somos. Es por eso que dicen por los actos se conocerán como eres. Buena reflexión. Gracias. Bendiciones.
Además de hacer lo incorrecto al tomar lo que no nos pertenece, otro de los riesgos es que al pecar perdamos la gracia de Dios y tengamos mayores pérdidas de lo que hemos tomado, no vale la pena el pecado
que hermosa es la palabra de Dios es una lámpara a nuestros pies, que nos alumbra por donde debemos andar
Cuántos de nosotros hemos hecho estás cosas y no hemos sido honesto y devolver lo que nos han dado demás, yo lo hice pero estoy muy arrepentido , sino devuelves 10 centavos menos devolveras 100 dólares por decir. Que buena reflexión. Dios bendiga su palabra que nos ayuda a vivir vidas santas.
Amen