Me motivé al hacer este artículo debido a un evento que surgió en un grupo de niños con el que trabajé cuando elegían la junta directiva del grupo y resultan electos cinco hombres. Al conversar con ellos, les hago notar mi hallazgo y les pregunto a que se deberá la ausencia de las niñas. Ellos con ironías y bromas expresan que los hombres son” mejores para eso y que a las mujeres no les gusta estar donde hay tantos hombres”.
Me llamó también mucho la atención, que precisamente durante esa semana escuchaba en un grupo de padres, a una madre indignada pues en esta actividad no se había promovido la “equidad género”. Motivada por la inquietud de la señora, retomé el tema con los niños en varias sesiones. Para mi sorpresa, el trabajo revela como muchas madres y padres depositan tal situación a la escuela y no al hogar.
A partir de aquí, me interesa desarrollar algunas ideas que expresan estas niñas y niños sobre la construcción de la noción de género y cómo se va formando ya, desde muy niños, una identidad muy marcada por el contexto, la familia, sus relaciones vinculares y la cultura.
Es en la vida diaria dentro de la organización del hogar, en las relaciones de producción, en el sistema de enseñanza y las actividades del sistema a nivel social, económico y político que donde se fortalecen y legitiman las concepciones de lo que es y debe ser una mujer o un hombre.
Definitivamente, todos somos productos sociales, somos lo que nuestros padres hicieron y lo que sus padres formaron de ellos; somos producto del sistema educativo que nos acogió, y porque no se decirlo; indirectamente también del sistema educativo que acogió a nuestros padres. Nos convertimos en los reservorios de la sociedad. De ahí que tengamos y que manejemos en distintas intensidades nociones de género bastante distintas.
Al pensar en estos niños, antes de trabajar con ellos en el tema especifico de género; llegué a creer que quizás por los avances tecnológicos, o quizás como producto de una cultura globalizada y consumista o porque simplemente estoy hablando de una generación veintitantos años menor, sus nociones de género iban a ser más elevados que los que yo tenía a su edad. Pero no. Para mi sorpresa, muchas de esas niñas, sueñan y expresan lo que yo soñaba con tener los castillos de algodón de azúcar cuando era adolescente, las niñas se siguen viendo en función de complacer a los demás y los niños siguen viendo a las mujeres en su papel de suplidoras de necesidades. Al respecto, Quirós, E y Barrantes, O. mencionan que la identidad femenina es un proceso que se construye con el tiempo; ahí, en el que hacer diario, donde las mujeres internalizan y se apropian de modelos, reglas y requisitos de comportamiento. Ellas reciben incluso antes de nacer, las expectativas y mensajes diarios de lo que se va a esperar de ellas.
Las diferencias entre mujer y hombre se siguen delegando a los aspectos físicos. Al preguntarle a las niñas y a los niños sobre las diferencias que nos caracterizaban como hombres y mujeres; en su mayoría hicieron alusión a aspectos corporales y en específico a las sexuales; a la capacidad reproductiva, a los gustos por los deportes, a conductas como la histeria y fragilidad en las mujeres y la agresividad, caballerosidad y “vagabundería” de los hombres, a la fuerza de los hombres y la debilidad de las mujeres.
Es quizás esto un producto tal y como lo señalan Quirós, E y Barrantes, O. cuando dicen que a las niñas se les adiestra para que desarrollen conductas de pasividad, sumisión, dependencia y cuidado por parte de los/las demás; a los niños se les estimula a ser dinámicos, independientes, dominantes, investigadores. “No es necesario vendar los pies de las niñas – dice la experta Isabel Largia – para que no les crezcan, basta crearles cadenas internas, inhibiciones mentales casi indelebles, basta con provocar la muerte de la audacia, la energía, de la curiosidad que conduce a la investigación.” (p.26)
Me resulta impactante cuando la autora habla de las “cadenas internas” y no pude dejar de pensar inclusive como en ocasiones lo mismos docentes y padres somos los que propiciamos y reforzamos esta invalidez en ambos, porque tanto las niñas se ven limitadas cuando les imponemos nuestras concepciones de mujeres, como los varoncitos cuando los encajamos a lo que nosotros creemos que deben hacer.
Pienso en las veces en las que se le pide a los niños que hagan mandados porque se hace alusión a su velocidad al correr y cuando se le pide a la niña porque se hace alusión a lo rápida que es… pero barriendo.
Las autoras antes mencionadas, siguen haciendo alusión a la forma en que a las mujeres nos han convencido y como nosotras sin cuestionar hemos crecido en lo “natural” de las características y roles que nos asignan, y señala, sabiamente que nosotras mismas nos hemos dado a la tarea de “enseñar” esos “valores” a las nuevas generaciones pero de mujeres.
Otro aspecto que llama a mi atención es cuando pregunto a las niñas y a los niños sobre lo que las mujeres y los hombres pueden y no pueden hacer. Igualmente, las mujeres seguimos quedando relegadas en la función de la maternidad, de la cocina y de las labores del hogar y los hombres en muchos casos citaron que lo que no podían hacer era tener hijos. Tal parece ser que los niños y las niñas también ven actividades como el deporte y las labores del hogar como funciones específicas de un sexo en particular.
Los gustos por los carros, por el fútbol, por la tecnología son otorgados al hombres; y los gustos por la cocina, planchado, cría de los hijos, peinados y cuidado de la casa son propios de las niñas. Siempre sobre esta línea, la autoras Quirós, E y Barrantes, O. señalan que a las mujeres se les ha convencido de que deben dedicarse únicamente a nutrir, comprender, proteger y sostener a otros/as como su destino natural, en detrimento muchas veces, de su propio crecimiento.
Cuestioné también a los niños sobre las labores que en casa asumen mamá y papá. Al leerlos, no pude evitar recordar el texto con el que nos enseñaban a leer que se llamaba “Paco y Lola”. En su mayoría, ubican a la madre en funciones del hogar: cocina, lava, plancha e inclusive en la puesta de límites pues varios las señalaban como “histéricas y que siempre andan gritando”. Los padres, según los niños; “leen el periódico, trabajan mucho, siempre están en la computadora, duermen y roncan”. Cabe señalar que solo hubo tres respuestas diferentes y las tres de mujeres: en un primer lugar una niña que habla sobre la repartición de tareas que hacen mamá y papá; una segunda niña que señala actividades lúdicas que realiza con ambas figuras parentales y en tercer otra niña que comparte más tiempo con el papá pues ahora viven la particularidad de que el padre al quedarse sin trabajo asume las funciones del hogar y el cuido de la niña y la esposa es quien mantiene a la familia y constantemente esta de viaje, por lo que la niña cambia completamente sus respuestas con respecto a los que señalan la mayoría de sus compañeros.
Finalmente, les solicité a los niños que hicieran un dibujo de lo que querían hacer cuando fueran grandes. No es de sorprender que los niños se hayan dibujado como futbolistas, mecánicos, ingenieros y que las niñas sigan queriendo ser maestras, enfermeras y mamás.
Los niños y las niñas no están exentos de los estereotipos sociales, les designamos roles y ellos los aprenden. Es importante que como padres y madres ampliemos nuestra visión y criemos hijos sensibles a las diferencias, capaces de desarrollar las habilidades que ellos deseen, responsables en la toma de decisiones. Niños y niñas que se atrevan a traspasar límites que les permitan crecer y tener una visión más acorde con la realidad que hoy vivimos. Rescatemos a nuestras niñas de los sueños de ser rescatadas por príncipes y a nuestros niños de la responsabilidad de salvar princesas…..
Hasta pronto!
Licda. Tatiana Carrillo Gamboa.
Psicóloga y Psicopedagoga.
Referencia Quirós, E y Barrantes, O. ( s/f). “Mujer, vida diaria e identidad.” En : ¿… y vivieron felices para siempre?
Hola a todos, escribo para preguntar si alguien conoce algún libro sobre la crianza de un bebé saludable.
Hace poco compré ” La dieta del creador ” de Jordan Rubin , me resultó muy enriquecedor, y me preguntaba si había algo similar para la primera etapa de la vida, que es la de un bebé.
Si alguien ha leído algún libro para recomendar, agradecería me escriban al mail.
Gracias a todos.
Ah, con respecto a los niños y a la familia en general, hay un pastor llamado Paul Washer que predica acerca de lo anterior, es muy bíblico, les recomiendo que lo escuchen, tiene videos en youtube.
Hola Lic Carrillo!
como siempre, su aportacion me gusto mucho!
solo que en esta ocasiòn segun mi humilde opinion debio haber sido por partes. Faltan referencias de libros, y sobre todo de la Biblia, (apoyo el comentario del sr. Luis Lazcano). Recientemente leì el libro del dr. James Dobson “Como criar a las hijas” y me resulto un excelente libro. Ahora voy por el libro “como criar a los varones”. Apoyo tambien el comentario de Marcia, me parece excelente la vdd porque yo tengo una princesa y un varon… ellos son los que me estan enseñando a ser madre, claro madre de una niña primero y ahora con mi bb de 9 mss madre de un varòn. Trabajo porque en mi caso no es suficiente con el salario de mi esposo pero la vdd me gustarìa estar en casa cuidando de mis peques. Esta en nuestras manos de padres y madres inculcar los valores morales y espirituales a nuestros hijos para que ellos sepan apreciar lo que realmente vale. Para que el varon sepa comportarse como tal y la mujercita como una dama. Dios alabado seas Señor! Se que tu proveeras lo necesario!!!
me gustò mucho la rteflexion de rosado ,celeste, COMO EL TEMA DE genero como se construye.. SOY TRABAJADORA SOCIAL y diferentes actitudes en referencia a eso , veo n el hospital donde trabajo, el cuidado de tanto padres o madres al estar postrado en kma ….. debemos tener en cuanta de el como desarrollo este tebrare en el tma en mi hogar, sembrare en el futuro….
Hola a todos:
Este tema es de mi preocupaciòn, constantemente me hago la pregunta ¿Còmo educar a mis hijos, sin hacer diferencias, mas que las biologicas? y me he topado con que asi como madre los amo con la misma intensidad y si usara medida seria la misma medida de amor para los dos, niño y niña, pero definitivamente tengo bien claro que los amo totalmente distinto a cada uno; porque los dos tienen necesidades totalmente diferentes. Pero tambien me surge la duda de si el permitir a mi hijo varòn cosas como jugar con muñecas, porque es normal que un niño quiera explorar con todos los juguetes y colores o que use mis zapatos, esto mas bien no acarrearà un problema de identidad en mi hijo ( o sea homosexualidad), Todo esto depende de que los padres se involucren en la educaciòn de sus hijos y que acuerden roles de igualdad, tales como en una nueva sociedad, en donde el esposo llega de trabajar cansado, pero puede hacer un esfuerzo para preparar la cena o para limpiar la cocina. La ama de casa no debe verse como proveedora o esclava, carentes de valor propio, como si no se tuviese sus propias necesidades.
En cuanto a decir que el papel de la mujer ama de casa es denigrarla, creo que es ofender a las mujeres que como yo, estoy haciendome cargo de mi casa por elecciòn, no por obligaciòn.
Soy una mujer preparada universitaria, cuando forme un hogar con mi esposo y tuvimos a nuestro primer hijo varòn, pensè que trabajar, ser esposa, madre y ama de casa; era algo que podrìa llevar fàcilmente, pero al cumplir mi bb 7 meses y aùn planificando quede embarazada de mi hija, como veràn me vi envuelta en un aprieto con dos bebes practicamente en casa, lo dificil que es conseguir alguien que se dedique al servicio o a niñera y que sea confiable en estos tiempos DIFICIL!!!; y si la encuentras ¿Puedes estar segura/o d que suplirà todas las necesidades de tu hijo? formaciòn moral, autoestima, seguridad, cariño, amor, abrazos, besos. Posiblemente consigas por un buen pago alguien que los bañe, los vista, los mantenga limpios a ellos y el area de juego, que los alimente y lo demàs? Quien se lo darà si tu y tu esposo llegan cansados de trabajar; con tal vez una o dos horas para compensar las 8 o 9 horas de tu ausencia diarias.
Porque tanta deficiencia en nuestra sociedad?, ya esta es una respuesta trillada, es porque hay una desfragmentaciòn en la familia, ya no hay nadie quien enseñe valores morales, mas que niños educados por la televisiòn, padres esperando que en las escuelas conviertan a sus hijos en modelos, cuando la mayoria de escuelas hoy en dia su principal objetivo es la econòmica y no la inversiòn a la buena educaciòn.
Hoy en dìa la situaciòn econòmica se vuelve mas dificil y se vuelve una obligaciòn que ambos trabajen, pero como les digo yo elegì apostar por mis hijos, gracias a Dios nuestras necesidades bàsicas han sido suplidas, pongan su confianza en Dios quien es el dueño del oro y la plata.
No pretendo envejecer en una cocina o mucho menos morir en ella, porque quien va ha elogiarte diciendo cuando mueras: Tan buena que era barriendo, tan buena que era lavando ropa. No señoras, hay que plantear que en la etapa en que nuestros hijos mas nos necesitan es en su niñez, por lo menos hasta que tengan uso de razòn y luego si tienen metas por cumplir:
¡¡¡ESFUERCENCE!!!
Sabias palabras para que su servidora, madre de tres..un hijo y dos hijas…más 35 alumnos …las analice y…. aplique con equidad !! uno de los retos de nuestra reforma educativa!!!
Bién dicho