Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. Romanos 12.1
El altar, era primero señal de la presencia de Dios donde Él se había manifestado en forma especial, también era un lugar de misericordia.
Un prófugo, al asirse de los cuernos del altar, encontraba asilo (1 Reyes 2.28). Sin embargo, el propósito principal del altar era establecer y mantener la relación del pacto entre el pueblo de Israel y Dios, Éxodo 20.24. Fue un instrumento de mediación.
¿Pero que había en el altar? Bueno ahí es donde se presentaba al cordero, es decir la ofrenda que los hombres llevaban al templo para perdón de sus pecados, el cordero simbolizaba al ser humano, presentándolo ahí para que fuese sacrificado en su lugar, al cual se le degollaba primeramente, se le partía en pedazos, y se ponía al fuego…su aroma, el olor que despedía, era el olor fragante que subía a la presencia de Dios…hoy no vamos a llevar más corderos, ya el Cordero perfecto fue sacrificado de una vez y para siempre por ti y por mí, el Señor Jesucristo. ¿Entonces de que nos está hablando Romanos 12.1?…vivo, santo, agradable, a Dios…
Sacrificio vivo; a diferencia de los sacrificios en la antigüedad que eran animales muertos, hoy es mi cuerpo, pero con vida, el altar sigue estando vigente, está ahí, aquel lugar donde debemos ir pero por voluntad propia, con plena conciencia y no por necesidad, o por obligación, y mucho menos por interés…Es una rendición absoluta de nuestra voluntad personal…una rendición de los sueños, anhelos, decisiones, y por supuesto de toda obra de la carne…Es donde me despojo de todo lo que hay dentro de mi ser, para tomar lo que El tiene para mí. ¿Sabías que él tiene sueños, anhelos, y planes establecidos en el cielo para cada uno de sus hijos? Es decir, un propósito.
Sacrificio Santo: la palabra santo tiene un significado sencillo, apartado para Dios…lo que me enseña que al presentarme en su altar, sencillamente estoy recordándome a mí mismo que le pertenezco a Él, y que vengo para rendirme y aceptar vivir bajo sus principios establecidos…en señal de que acepto su gobierno, su dominio, y decido someterme a su palabra en obediencia y ya no vivir una vida ingobernable como antes de venir a Jesús, ahora le he reconocido como Señor y Salvador, ya no me debo a mi mismo, sino solo a Él.
Sacrificio Agradable: Que produce complacencia o agrado.
¿Qué agrada el corazón de Dios?, sin fe es imposible agradarle, es decir acercarnos a El sin la plena convicción, y certeza de quien es él para ti o para mi…un caminar en rectitud e integridad…Jesús, el Hijo amado sobre el cual Dios tiene complacencia, le agrado en todo. Mateo 3.17 ¿y de ti, tendrá complacencia el Padre? ¿Le complacerá el estilo de vida que estas llevando? No solo Jesús tenía que complacerle, sino cada uno de los que nos llamamos hijos de Dios, Y que nos ponemos el nombre de cristianos. Agradable, de olor grato, que alegra el corazón de su Padre.
Sacrificio para Dios: para Dios, o para los hombres…es algo que debemos de definir en nuestra intimidad… ¿por quién y para quién hacemos lo que hacemos? Esto traerá mucha claridad a nuestro obrar, nos hará entender de una mejor manera lo que podamos estar haciendo…es decir, que si nos estamos presentando en el altar solamente puede ser para Dios, jamás por los seres humanos…ningún sacrificio que se haga por los hombres de esta tierra tendrá recompensa eterna, únicamente serán temporales y efímeras…todo sacrificio que se presente en el altar celestial lleva un olor grato, que solo puede ser discernido por el mismo Señor…El conoce el aroma de todo lo que hacemos, por lo tanto, todo lo que se hace para él y por él por medio de Jesucristo, es recibido, de lo contrario es rechazado. 1 Pedro 2:5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. Por ejemplo una madre que sufre por el rechazo de sus hijos, o de un esposo abusivo, sin llevar dicho sufrimiento a la cruz, sencillamente se vuelve un sufrimiento infructífero…porque solo lo que llevemos a través de Él, y delante de él llevara mucho fruto.
Nuestro culto racional: es decir conscientes de lo que estamos haciendo y diciendo en su presencia, no con oraciones vanas repetitivas, sino de corazón…cada día, un estilo de vida que marque, que evidencie quiénes somos y para quien vivimos…el culto no es el domingo que vamos a la Iglesia, sino aquel que practicamos en nuestro diario vivir, día a día, ya no es un día al año, sino que hoy, todos son el día agradable al Señor…Vivo, santo, agradable, solo para él y por él. Entonces, presentémonos delante de Él, como un sacrificio vivo, apartados para su reino, con un aroma que agrade en su presencia, con plena conciencia que solo es para Él.
Querido amigo, querida amiga, como siempre dos opciones, llevamos nuestros sacrificios y sufrimientos al altar de los hombres, o decidimos presentarnos y sacrificarnos a través de nuestro Señor Jesucristo, solo para Dios. Tú decides.
Semillas de Vida
Elsa de Morán
elsa_moran@yahoo.com
Hnos. Dios les bendiga por alimentar el alma de nosotros los ambrientos en la palabra de nuestro señor Jesus. Les amo en Cristo.