¿Nuestras acciones deben ser determinadas por la naturaleza física o por respuestas a la Palabra de Dios?

Por Jack Hayford con el permiso de “New Man Magazine” de septiembre y Octubre del 2003.
Jeff trajo el libro consigo y lo puso sobre la mesa. Nos reunimos para un desayuno matutino temprano en una cafetería y nos sentamos en una cabina de la esquina, lejos de donde alguien más podría escuchar nuestra conversación.

“Cuando inicialmente leí este libro, Pastor Jack”, Jeff comenzó, “Me sentí liberado. Pero entonces todos los sentimientos confundidos que yo tenía volvieron.”

El escritor cristiano propuso la masturbación como un aceptable punto de ajuste para la vida de un creyente hasta el matrimonio.

Jeff, un hermano joven que ama al Señor, siguió hablando de la condena y la culpabilidad que había sentido sobre su hábito de masturbación.

El había esperado que ofreciéndose él mismo a una liberación sexual en solitario, mantendría su virginidad para lo que él esperaba con ansias como era un matrimonio cristiano feliz más adelante.

Pero su sentimiento de infringir la voluntad de Dios para su vida persistió, incluso teniendo en cuenta el compasivo (aunque espiritualmente equivocado) permiso de continuar su vicio.

Aunque somos asegurados por las Escrituras “Ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús”, esto es seguido por un requisito: “… que no vivimos según la naturaleza pecaminosa sino según el espíritu” (Romanos 8: 1, 4 NIV).

La cita de caminar “De acuerdo con el espíritu” tiene que ver con comprometerse usted mismo a una dirección en la vida, y aunque hay veces en que usted tropieza en el ejercicio carnal de cualquier clase, sus ojos, corazón y mente todavía están sobre un objetivo espiritual.

Mientras comprendía el intento de este escritor de ser consciente del dolor y la frustración de las personas que son habitualmente atraídas por la masturbación, la idea de que es aceptable – simplemente porque las personas sinceras funcionan con ella) – es tan ridícula como decir que cualquier expresión física está justificada porque “así es cómo yo me siento.”

El asunto no es si la masturbación es una liberación biológica o no, sino más bien ¿soy yo el primer ser biológico, cuya naturaleza física determina mi respuesta a lo que la Palabra de Dios enseña? ¿O soy yo un ser espiritual, que tiene la capacidad de recibir la plenitud del espíritu de Dios para producir triunfo en mi vida?

¿Y en cuanto a eso, cuando hablamos de “sexo en solitario”, estamos realmente hablando de liberación?

¿O estamos nosotros hablando más precisamente de rechazo – el rechazo de nuestro compromiso con la Palabra de Dios, a las disciplinas de una vida creyente, y a la integridad del propósito previsto de Dios, al destino y la satisfacción por nuestras vidas?

Para algunos – en la iglesia y en el mundo – la masturbación se ha vuelto aprobada moralmente inocente y espiritualmente irrelevante.

Sin embargo, como yo le dije a Jeff aquella mañana, estoy aquí para decirle a cada hombre que lea este artículo: la Palabra de Dios declara que no lo es ninguna de las dos.

La masturbación, es culturalmente aceptada hoy, es de mente-mundana, y conlleva hacia el pecado y a la esclavitud personal.

Sin embargo, la proposición de que la masturbación es un medio de conservar la virginidad de uno es defectuosa.

En mis años de consejería de personas, he descubierto que un hombre que se masturba antes del matrimonio es más probable por infringir el patrón bíblico en relaciones sexuales pre-maritales porque él ha formado un hábito de indulgencia en liberar sexo cuando era tentado.

¿La masturbación es perdonable? Sí, pero porque el pecado puede ser perdonado no lo hace un tema de indiferencia casual (Ver 1ª Juan 1: 9; Mateo 18: 22; Galatas 5: 1; 2ª de Pedro 2: 20).

Jeff estaba preocupado si mi desaprobación de la masturbación lo hizo a él inaceptable para mí.

Escúcheme, por favor: yo debo demostrar mi aceptación de alguien que falla de alguna manera.

Yo también soy un pecador salvado por la gracia. Sin embargo, mi aceptación de una persona no debe ser comparada con la aprobación de su pecado.

Esta distinción entre aceptación y aprobación se ha vuelto, tanto en nuestra cultura como en la iglesia, trágicamente borrosa.

Aunque usted no encontrará en la Biblia las palabras, “usted no debe masturbarse”, miremos que cita Bíblica habla sobre este vicio.

La masturbación viola un testigo interior. Yo nunca he tenido una oportunidad entre las miles de personas a quienes he aconsejado en mi vida – creyentes y paganos por igual – en donde alguien no haya sentido un testigo interior de que la masturbación fue básicamente algo errado. Algo es construido en nuestra psiquis humana que dice, “Esto no es para lo que usted ha sido construido.”

La masturbación complace al espíritu de la lujuria (ver 1ª de Pedro 1: 14; 2ª Pedro 3: 3). Usted se vuelve como el espíritu al que usted se somete. Sometido al Espíritu Santo, la santidad está manifiesta en su vida. Sometido al espíritu de la lujuria – el cual es en realidad una búsqueda para controlar – la lujuria empieza a controlar su vida.

La masturbación involucra fantasía, que abre el camino para la corrupción moral (ver Efesios 2: 3). Cuando Jesús dice que un hombre que mira con lujuria a una mujer ya ha cometido el adulterio en su corazón (ver Mateo 5: 27 – 28), El concluyentemente se refiere al tema de la masturbación, que involucra la fantasía.

La masturbación es el rechazo, no la liberación. No hay ninguna justificación bíblica para eso. No estoy diciendo que es condenatorio, sino que estoy diciendo que es un rechazo del discipulado, de la responsabilidad personal ante el Señor, de un testigo interno sobre el alma y de la advertencia bíblica.
¿Qué debe ser hecho?

Primero, tome la masturbación seriamente. Lo suficientemente seria no para aprobarla y no para discutir a favor de ella.

Suficientemente seria para reconocerla como un problema y confesarla como un pecado.

¿Eso lo pone a usted bajo condenación? No. La convicción y la condenación son dos cosas diferentes.

La convicción es el Espíritu Santo convocándolo a usted a algo mejor, atrayéndolo a usted a Jesucristo. Condenación, el instrumento del diablo, que lo alejará a usted de Dios y siempre lo hace dudar de Su aceptación y amor para con usted.

Segundo, no lo tome tan seriamente que usted sea escandalizado cuando oye hablar sobre eso.

Una reacción de conmoción o de escándalo- especialmente en personas jóvenes – puede provocar rebelión, una curiosidad más profunda, o miedo y culpa que resultan en una actitud anormal sobre sus propios cuerpos y sexualidad a medida que ellos crecen.

No lo tome tan seriamente que deje que la acusación satánica lo condene. Satanás usa la masturbación para hacer que un hombre piense que es inútil. No sea insensible con las personas atadas a eso.

Yo dije, “Insensible” no “Disculpar.”. Mi hermano podría estar equivocado, pero ésa no es una razón para yo no quererlo a él – ni yo estoy autorizado a juzgarlo. Hay puntos de debilidad en nuestras vidas en las que nos estamos todavía moviendo hacia la victoria.
¿Qué pasos toma usted para liberarse de eso?

Tráigalo a la cruz para limpieza y liberación (ver 1ª Juan 1: 9; Romanos 6: 10–14; Apocalipsis 1:18). La cruz es el lugar en donde nuestro rescate de cada aspecto de los trabajos del infierno ha sido forjado. Es donde encontraremos libertad del pasado y esperanza para mañana.

Deje que Su amor eche afuera el miedo y el tormento (ver 1ª Juan 4:18). Jesucristo viene en amor a echar fuera cualquier cosa que nos ate. Usted no necesita haber llegado a la perfección para ser aceptado y sin condenación ante Dios, pero la dirección de su vida debe ser hacia las cosas del Espíritu con el fin de conocer la paz y la satisfacción de todo lo que El intenta para su vida.

Mantenga la tensión entre la carne y el Espíritu (ver Rom. 8: 1, 4). No deje que la carne tome su camino. Desafío a cualquiera a discutir con éxito que la masturbación le ayudará a correr la competencia de perseguir lo que Jesucristo lo ha llamado a usted a hacer.

Aunque Jeff luchó con el hábito del sexo en solitario, él tenía un corazón para conocer la verdad. Y esa verdad – no una concesión para el modo de pensar del mundo – es lo que lo puso a él libre.

Jack Hayford es el pastor fundador de la “Iglesia en el Camino” en Van Nuys, California, donde él todavía predica ocasionalmente.

También lidera la “Escuela de Crianza Pastoril”, un lugar del entrenamiento para pastores. Visítelo en la Red en jackhayford.com.

Presentado por

Dr. Ted Roberts.
www.puresedire.org
Libro Deseo ser Puro (compra este libro en el siguiente enlace)