El profeta Jeremías por amor a su pueblo, sentía mucha angustia al ver que no se apartaban del pecado, ni se volvían a Dios. El pasó sus días orando, amando, predicando y advirtiendo, únicamente para hallar la insensibilidad de un pueblo que endureció su corazón ante la presencia y el amor de Dios.
Sin embargo, Dios le dice: “He aquí que yo los refinaré y los probaré; porque ¿Qué mas he de hacer por la hija de mi pueblo?. Con estas palabras Dios les hace saber dos cosas importantes: Que los llevará a la excelencia y formará su carácter para hacerles madurar y crecer en bendición.
Cuando un metal es refinado adquiere mayor valor y belleza. El refinamiento de parte de Dios, nos lleva a la excelencia, a ser mejores cada día. De igual manera, las pruebas: aunque muchas veces pensamos cuando estamos en medio de ellas, que son para destruirnos y derribarnos, es todo lo contrario.
En las pruebas difíciles es donde nuestro carácter y nuestra fe son perfeccionados. En medio de las pruebas podemos hacernos hombres y mujeres valientes que se levantan en medio de las circunstancias, llevando en su mano una bandera de victoria, con un corazón conforme a Dios.
Dios en su infinita misericordia decidió amarnos y no hacer otra cosa que darnos cada día una oportunidad más. Pero, podemos preguntarnos hoy:
¿Cómo vemos a Dios en medio de las pruebas, como un Padre castigador ó un Padre que me ama tanto que me lleva a la excelencia y me ayuda a crecer y a aprender?
¡Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen. Porque él conoce nuestra condición…¡ Salmos 103:13-14
Ana de Arcia
Maracay,Venezuela
excelente reflexion…gracias..
pido una oración en este momento por mi sobrino ELIAS MARTINEZ RODRIGUEZ, este dia ha sido intervenido al quirofano para saber si el tumor es benigno o maligno…los medicos han dicho q