A veces olvidamos lo realmente bellos que somos. Esta iniciativa muestra la belleza de las mujeres sin necesidad de maquillarlas ni de ponerles un traje bonito.
La mayoría de las mujeres no se sienten bien cuando se miran en el espejo. Por eso la asociación “The. Mrs” (la señora), quiso ayudar a varias mujeres a que esa opinión cambiara. Pero en lugar de tomar la típica acción consistente en maquillarlas y ponerles un traje bonito, fueron mucho más allá, demostrando una por una, de manera personalizada, por qué deberían sentirse orgullosas cuando se miran al espejo.
La asociación lucha por tres principios fundamentales, que las mujeres dejen de mirarse con un ojo crítico, que dejen de escuchar voces negativas en su cabeza sobre ellas y que evitrn que el resto de personas dictamine lo que deben ser.
En muchas ocasiones olvidamos lo grandes que somos.
¿Qué piensas cuando te miras en el espejo? Si eres es como la mayoría de las personas, probablemente, siempre encuentras algo negativo.
Este inspirador video intenta cambiar eso.
Proverbios 31:10-31
10 Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?
Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.
11 El corazón de su marido está en ella confiado,
Y no carecerá de ganancias.
12 Le da ella bien y no mal
Todos los días de su vida.
13 Busca lana y lino,
Y con voluntad trabaja con sus manos.
14 Es como nave de mercader;
Trae su pan de lejos.
15 Se levanta aun de noche
Y da comida a su familia
Y ración a sus criadas.
16 Considera la heredad, y la compra,
Y planta viña del fruto de sus manos.
17 Ciñe de fuerza sus lomos,
Y esfuerza sus brazos.
18 Ve que van bien sus negocios;
Su lámpara no se apaga de noche.
19 Aplica su mano al huso,
Y sus manos a la rueca.
20 Alarga su mano al pobre,
Y extiende sus manos al menesteroso.
21 No tiene temor de la nieve por su familia,
Porque toda su familia está vestida de ropas dobles.
22 Ella se hace tapices;
De lino fino y púrpura es su vestido.
23 Su marido es conocido en las puertas,
Cuando se sienta con los ancianos de la tierra.
24 Hace telas, y vende,
Y da cintas al mercader.
25 Fuerza y honor son su vestidura;
Y se ríe de lo por venir.
26 Abre su boca con sabiduría,
Y la ley de clemencia está en su lengua.
27 Considera los caminos de su casa,
Y no come el pan de balde.
28 Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada;
Y su marido también la alaba:
29 Muchas mujeres hicieron el bien;
Mas tú sobrepasas a todas.
30 Engañosa es la graa, y vana la hermosura;
La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.
31 Dadle del fruto de sus manos,
Y alábenla en las puertas sus hechos.