📖 Lucas 4: Jesús es tentado y empieza su ministerio

Hoy nos sumergimos en un capítulo lleno de desafíos, propósito y victoria. En Lucas 4, vemos a Jesús enfrentarse cara a cara con el enemigo en el desierto y, luego, iniciar su ministerio con poder y compasión. Este relato no solo nos inspira, sino que también nos enseña cómo depender de la Palabra de Dios para superar nuestras propias pruebas.

 

Un desierto lleno de propósito

Tras su bautismo, Jesús es lleno del Espíritu Santo y llevado al desierto, un lugar solitario y desolado. Durante 40 días, ayuna y ora, preparándose para su misión. Es aquí donde el enemigo, Satanás, intenta desviarlo con tres tentaciones:

  1. Convertir piedras en pan: Satanás apela al hambre física de Jesús, pero Él responde: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.” (Deuteronomio 8:3)
    Lección: Jesús nos enseña que nuestra mayor necesidad es espiritual, no material.
  2. Recibir todos los reinos del mundo a cambio de adoración: Satanás promete poder y gloria, pero Jesús responde: “Adorarás al Señor tu Dios y solo a Él servirás.” (Deuteronomio 6:13)
    Lección: La adoración verdadera pertenece solo a Dios; no debemos comprometer nuestros valores por poder o éxito.
  3. Tirarse del templo para probar el cuidado de Dios: Satanás usa las Escrituras fuera de contexto, pero Jesús le contesta: “No tentarás al Señor tu Dios.” (Deuteronomio 6:16)
    Lección: La fe verdadera no necesita pruebas, porque confía plenamente en el cuidado de Dios.

A través de cada tentación, Jesús demuestra que la Palabra de Dios es su guía y defensa. No se deja influir por la presión ni el engaño, sino que permanece firme en su propósito.

El poder del Espíritu Santo

Después de vencer al enemigo, Jesús regresa del desierto lleno del poder del Espíritu Santo. Su primera parada es en Galilea, donde comienza a enseñar en las sinagogas y a realizar milagros. Pero es en Nazaret, su ciudad natal, donde revela públicamente su misión. Lee del libro del profeta Isaías y declara:
“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para dar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos, vista a los ciegos, a liberar a los oprimidos y a anunciar el año del favor del Señor.”(Lucas 4:18-19)

Jesús deja claro que su propósito es traer esperanza, sanidad y libertad a un mundo necesitado. Aunque algunos en Nazaret lo rechazan, Él no se desanima y continúa llevando su mensaje a otros lugares. 🌟

Lecciones para hoy

  1. La Palabra de Dios es nuestra defensa. Jesús enfrentó las tentaciones con la Escritura. En tus propios desafíos, ¿te apoyas en la Palabra para encontrar fortaleza y dirección?
  2. Tu propósito es más grande que tus pruebas. El desierto fue una preparación para el ministerio de Jesús. Las pruebas que enfrentas pueden ser el preludio de algo mayor en tu vida.
  3. Dios te ha enviado con un propósito. Así como Jesús fue ungido para sanar y liberar, tú también tienes un llamado especial para ser luz en el lugar donde Dios te ha puesto.

 

Reflexión para el día

¿Cómo puedes usar la Palabra de Dios para enfrentar las tentaciones y desafíos en tu vida? Tal vez necesitas recordar que Dios es tu proveedor, que tu valor no está en las cosas del mundo, o que su amor siempre está contigo, incluso en los momentos difíciles.

🕊️ Oración:

Señor, gracias por mostrarnos en Jesús cómo depender de tu Palabra para superar las tentaciones. Ayúdame a buscarte en medio de mis desafíos y a recordar que en ti tengo todo lo que necesito. Llena mi corazón con tu Espíritu para vivir según tu propósito. Amén.