Este cuento del ratón campesino y el ratón cortesano nos enseña una valiosa lección: nos recuerda que la abundancia de bienes materiales no nos asegura la felicidad, sino que, muy a menudo, viene acompañada de temores y preocupaciones.
Como cristianos, debemos recordar que nuestra felicidad no se encuentra en la posesión de bienes materiales, sino en la búsqueda de la paz espiritual.
La Escritura dice: “No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. La vida es más que la comida, y el cuerpo más que el vestido.” Mateo 6:25. Por lo tanto, no debemos centrarnos en el poder, la riqueza y la fama, sino en la confianza en el Señor y la relación con él.
Cuando nos enfocamos en él, podemos encontrar paz, contentamiento y gozo.
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que maravillosa idea fue de aplicar este metodo mucho mas avanzado y poder llegar a mas personas co las reflexiones diarias,estoy muy agradecido con ustedes
ESTIMADOS AMIGOS: DIOS LES BENDIGA MUCHO, ESTOY MUY DE ACUERDO CON SU NUEVO PROYECTO. CUENTAN CON MI APROBACION.
GRACIAS, POR TOMARME EN CUENTA EN TAN IMPORTANTE DECISION.
Que Dios los siga utilizado para ganar muchas almas, han sido de bendiciòn, en la hora de la comida, leemos la reflexiòn con la familia.
Realmente hermoso, sigan hacia adelante con este proyecto.
este sitio es fenomenal, me gusta, mientras nos vamos acostumbrando
sera posible que se mantuviera el relato escrito y tendremos 2 opciones. gracias soy de venezuela, lara, barquisimeto