¿Alguna vez te has sentido sin valor?
En algún momento, todos enfrentamos situaciones que nos hacen cuestionar nuestra importancia. Las decepciones, los fracasos, o los errores pueden hacernos sentir arrugados, pisoteados o incluso desechados. Pero, ¿y si te dijera que, al igual que un billete de $20, tu valor permanece intacto ante los ojos de Dios, sin importar lo que hayas vivido?
La historia del billete de $20
Durante una conferencia, un profesor sostuvo un billete de $20 y preguntó: “¿Quién lo quiere?”. Todas las manos se alzaron. Luego lo arrugó fuertemente y volvió a preguntar. Las manos siguieron levantándose. Finalmente, lo arrojó al suelo, lo pisó, lo ensució y volvió a preguntar si alguien aún lo deseaba. Todos respondieron que sí.
La lección fue clara: “No importa lo que hice con el billete, sigue valiendo $20. Así también, no importa lo que te haya sucedido, sigues teniendo el mismo valor”.
Tu valor no depende de las circunstancias
Esta historia nos recuerda algo poderoso: no importa cuán golpeados estemos por la vida, nuestro valor esencial no cambia. Aunque te sientas herido, sucio o despreciado, ante Dios sigues siendo alguien de gran valor. Él no te mide por tus errores, sino por el amor con el que fuiste creado.
“Pisoteados, arrugados o impecablemente planchados, somos apreciables para Él.”
— Renuevo De Plenitud
Cómo aplicar esta verdad en tu vida
1. Reconoce tu valor interno
No te definas por tus fracasos o heridas. Lo que viviste no borra lo que eres.
2. Practica el perdón
Perdónate a ti mismo por lo que hiciste o permitiste. Dios ya lo hizo.
3. Acércate espiritualmente
Conecta con Dios a través de la oración, la lectura de la Biblia y el silencio reflexivo. Recordarte quién eres en Él te fortalecerá.
Testimonio personal: Cuando creí que ya no valía
Hace años pasé por una etapa oscura. Me sentía desgastado por decisiones erradas y heridas del pasado. Un día, alguien compartió conmigo esta historia del billete. Lloré. No porque no la conociera, sino porque finalmente la entendí. Dios no me había dejado, ni siquiera cuando yo ya no me valoraba. Desde entonces, cada vez que dudo de mí mismo, recuerdo esa imagen: arrugado, sucio… pero todavía valioso.
Eres invaluable
La vida puede intentar convencerte de que no vales nada. Pero Dios ya estableció tu valor, y no hay circunstancia que pueda reducirlo. No eres tus errores, ni tus fracasos, ni lo que otros piensen. Eres creación divina, amado, redimido, valioso. Nunca lo olvides.
Reflexiona: ¿Te atreves a verte con los ojos de Dios?
Te invito a que hoy hagas una pausa y medites: ¿Te estás valorando como Dios lo hace? ¿O estás dejando que el mundo defina tu identidad? Haz un cambio. Empieza hoy. Mira tu reflejo con los ojos del cielo.

Hola mis hermanos que el Señor les bendiga que hermoso mensaje de gran bendicion comenzar el dia escuchando palabra de Dios, que el señor les ayude a seguir adelante se que son de bendicion para muchas personas
PAZ Y BIEN!!!
DIOS LOS BENDIGA POR ESTE TAN BELLO Y EDIFICANTE TRABAJO. BELLAS MEDITACIONES QUE NOS AYUDAN EN NUESTRAS VIDAS. EL VIDEO ES MAGNIFICO POR SU GRAN CALIDAD DE ENSEÑANZA. FELICITACIONES!!!! Y
BENDICIONES!!!!
SU HNA. EN CRISTO, LOURDES MGTA LOPEZ.
Bendiciones a todos los que día a día, son usados por el Señor, para alimentar nuestro espíritu a través de estos mensajes. Mi vida está llena de momentos muy díficiles y todos los días al leer cada reflexión, éstas alimentan mi espíritu y me da paz y fortaleza para creer que Dios nuestro Señor, ha tenido un propósito al enviarme aquí donde estoy, ahún no conozco cuál es ese propósito, pero sus mensajes me llena de esperanza a creer que existe.
Excelente video gracias a ustedes por las reflexiones que resibo todos los dias, ya que me permiten compartirlas con muchas personas en mi sitio de trabajo mil gracias y que el señor siga derramando mil vendiciones sobre ustedes.
LE DOY GRACIAS PRIMERO A DIOS POR TODAS LAS BENDICIONES RECIBIDAS Y LE PIDO QUE CONTINUE ILUMINANDOLOS PARA QUE SIGAN AYUDANDONOS MEDIANTE ESTA LINDA PAGINA, REALMENTE ES VALIOSO SU APORTE PARA LA COMUNIDAD, GRACIAS