“Y habiendo dado gracias, lo partió”
1ª a los Corintios 11:24
Recuerdo cuando era niño y en la iglesia, usualmente el primer domingo del mes, solían hacer “La Santa Cena” o “La Mesa del Señor”. Por lo general quien dirigía, hacía especial énfasis en estar bien con el hermano, no tener pecados ocultos o cosas por el estilo, de lo contrario, se estaría participando de la mesa del Señor indignamente.
También habían discusiones sobre quien debía y quien no debía participar. Todo se realizaba en una atmósfera muy respetuosa y callada, mientras el director repetía siempre el mismo versículo, se participaba de la copa y se bebía del vino muy solemnemente.
Es una simbología muy hermosa, pero siendo niño nunca la llegué a entender del todo. Hoy en día, me encanta participar de la Mesa del Señor, pero Dios me habló a través de éste pasaje hace unos años de manera particular y para mi tiene un significado añadido y muy, pero muy especial.
Jesús sabía que aquella noche ocurriría algo que cambiaría el curso de la historia y el curso de su vida, sin embargo, estaba deseoso de compartir la cena con sus discípulos (Lucas 22:15), ya se acercaba la hora que debía ser entregado, azotado y sacrificado por quienes estaban con él en la mesa, por todos, por ti, por mí…
A pesar de todo, Jesús tomó el pan. Me lo puedo imaginar mirando fijamente el trozo de pan, partiéndolo mientras pensaba: “¡Esto no es pan, esto soy yo, y voluntariamente me entrego para ser partido, para sufrir por ustedes, porque les amo!”. ¡Qué grande y qué sublime! Y no sólo lo partió y lo repartió, sino que lo hizo ¡Dando gracias!
“Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mi”. Es muy probable que los discípulos no hayan entendido nada, Jesús se estaba entregando, sería partido por ellos y le estaba dando gracias al Padre por ese sufrimiento que vendría, porque aunque sabía cuan duro sería, lo hacía por amor.
Me gusta particularmente la versión de la Biblia en lenguaje sencillo: ” Cuando coman de este pan, acuérdense de mí”.
Hace unos años pasaba un momento muy difícil y Dios trajo a mi mente este pasaje que tantas veces había oído durante las “Santas Cenas”. Jesús en el momento más difícil de su vida fue capaz de dar gracias en medio del dolor y entregar su cuerpo para que Dios se glorificara e hiciera su voluntad, ahora me tocaba a mi; estaba siendo partido porque quería hacer la voluntad de Dios y debía aprender varias lecciones de vida y fue cuando Dios me dijo: “Acuérdate de mi y de lo que hice y haz lo mismo”.
Si quería hacer la Voluntad de Dios debía voluntariamente dar gracias mientras mi cuerpo era partido, mientras sufría, si hubiese tomado una actitud contraria (como hice durante un tiempo) el Señor nunca hubiese sido anunciado en mi vida; recordé que mi vida ya no me pertenecía y si mi cuerpo debía ser partido debía acordarme de lo que hizo el Señor: dar gracias.
Señor, te doy gracias porque entiendo que solamente un pan que es partido puede ser compartido. Jesús fue partido y su amor compartido con muchos hasta hoy y ha llegado hasta mi… dame las fuerzas para que cuando tenga que ser partido, cuando tenga que pasar pruebas y dificultades por Ti, pueda ser agradecido y que los pedacitos que salgan de mi bendigan la vida de muchos.
Amén.
Rocco Cicchetti
primera mente doy gracias a DIOS por haber tenido la bendicionde ser un escogido de el, gracias a Dios por la vida que me dio,y he tenido pruevas ,pero con DIOS no hay obstaculo que pueda con un creyente que le sirva co amor
Le agradezco a Jesùs por bendecir mi vida, por cuidar de mis 2 hijos HILLARY Y OWELL y porque este año 2009 me ha mostrado su inmenso amor de muchisimas maneras.
Dios es mi esperanza y mi gran apoyo para seguir adelante y lograr muchos sueños y metas. GRACIAS DIOS POR AMARME TANTO……..
hola un gran Dios les bendiga…psss primero gracias al Dios todo poderoso por la vida de las personas que logran que estas bendiciones sea enviadas dia a dia a nuestros emails… de verdad que estas refleciones has sido de grande bendicion para mi vida y ojala nunca dejen de mandar este regalo de Dios….
Reflexiones como esta, me hacen ver, ese gran compendio que es la vida…y que de una ú otra forma, debo estar, permanentemente en conexión, con El Gran Poder de Dios!!!, pues, es la energía, es la esencia que me nutre y que necesito, para salir adelante, superar dificultades… Y sobretodo, querer ser… con su ejemplo, mejor ser humano, cada, segundo de mi vida… Dios les Bendiga!!!!!
Es de gran bendición saber que, cuando desde pequeño se participa en la iglesia, se logran grande s benficios, como la de revelacion de la Palabra, en lo particiular no había visto ni oido este pasaje de la Biblia desde ese punto de vista, que me inspira a que como padre de un hijo (por ahora) me comprometa a llevarlo siempre a la Iglesia y que en el futuro él llegue a ser un gran ministro usado por nuestro Señor Jesucristo.
Gracias por compartir.