“Perdonar es el valor de los valientes. Solamente aquel que es bastante fuerte para perdonar una ofensa, sabe amar.”
Alguna vez te traicionaron, te jugaron sucio bien sea en el matrimonio, noviazgo o aun en el trabajo o ministerio. ¿Te esta doliendo la herida? ¿Quieres perdonar y no puedes? ¿Estás tentado de empezar a pagar con la misma moneda? Lo mas seguro es que llegues a pensar que fuiste un tonto o una tonta, y que eso no te lo vuelven a hacer nunca más.
Son muchas las historias que llegan a mi mail:
– Amo a mi esposa pero me engaño o viceversa.
– Tanto que ayude a esta persona a ser lo que es y ahora como me paga, ni me agradece.
– Todo lo que hice por esta iglesia y ni siquiera una llamada, una visita.
– Era mi mejor amigo o amiga y ahora anda diciendo cosas que no son ciertas.
– De quien menos esperaba una traición, no confío en nadie más.
Y la pregunta infaltable: ¿Qué hago? ¿Y si la/lo perdono y lo vuelve a hacer? Tenemos tres opciones:
Nuestra primera opción es mantener la distancia, queremos sentirnos protegidos y asegurarnos que no volverá a lastimarnos. Es la natural.
Nuestra segunda opción es pagar los platos rotos con personas que no tienen nada que ver con el asunto. Empezamos a contaminar a otros. Es la carnal.
Nuestra tercera opción es perdonar y entregar esa herida a Dios. El es el único que puede sanar, restaurar y renovar nuestras convicciones y nuestra actitud de servicio y compromiso con los demás. Es la espiritual.
Espero que hayas escogido la tercera opción. Si hay alguien que puede entender la traición es Jesús, en Lucas 23:34 dijo: “¡Padre, perdona a toda esta gente! ¡Ellos no saben lo que hacen!”, así que él entiende tu dolor y está presto para sanarte y ayudarte en el proceso. Las heridas son oportunidades para crecer y madurar en la vida.
El perdonar no es una opción, es una orden divina para poder experimentar libertad en las relaciones y en la vida. Es un proceso que podría tomar un tiempo donde se busca reestablecer la confianza y para hacerlo se requiere compromiso de cambios y responsabilidad.
“Si ustedes perdonan a otros el mal que les han hecho, Dios, su Padre que está en el cielo, los perdonará a ustedes. Pero si ustedes no perdonan a los demás, tampoco su Padre los perdonará a ustedes.” Mateo 6:14-15 (BLS)
No dejes que las heridas te limiten en tu potencial, cercenen tus sueños. Dios puede cambiar tu desierto en paraíso si estas dispuesto a perdonar, amar y servir sin esperar nada a cambio. Dios va a usar tus heridas para bendición de otros.
Cuenta una leyenda india que un hombre transportaba agua todos los días a su aldea usando dos grandes vasijas, sujetas en las extremidades de un pedazo de madera que colocaba atravesado sobre sus espaldas.
Una de las vasijas era más vieja que la otra, y tenía pequeñas rajaduras; cada vez que el hombre recorría el camino hasta su casa, la mitad del agua se perdía.
Durante dos años el hombre hizo el mismo trayecto. La vasija más joven estaba siempre muy orgullosa de su desempeño, y tenía la seguridad de que estaba a la altura de la misión para la cual había sido creada, mientras que la otra se moría de vergüenza por cumplir apenas la mitad de su tarea, aún sabiendo que aquellas rajaduras eran el fruto de mucho tiempo de trabajo.
Estaba tan avergonzada que un día, mientras el hombre se preparaba para sacar agua del pozo, decidió hablar con él:
– Quiero pedirte disculpas ya que, debido a mi largo uso, sólo consigues entregar la mitad de mi carga, y saciar la mitad de la sed que espera en tu casa.
El hombre sonrió y le dijo:
– Cuando regresemos, por favor observa cuidadosamente el camino.
Así lo hizo. Y la vasija notó que, por el lado donde ella iba, crecían muchas flores y plantas.
-¿Ves cómo la naturaleza es más bella en el lado que tú recorres? comentó el hombre. – Siempre supe que tú tenías rajaduras, y resolví aprovechar este hecho. Sembré hortalizas, flores y legumbres, y tú las has regado siempre. Ya recogí muchas rosas para adornar mi casa, alimenté a mis hijos con lechuga, col y cebollas. Si tú no fueras como eres, ¿cómo podría haberlo hecho?
Esta vasija tenía una cualidad que a la vista no era positiva ni agradable, era una herida, sin embargo produjo buenos resultados porque se mantuvo en la humildad y el perdón. Tú puedes lograrlo.
Hoy es el mejor día para perdonar y ser sanado de toda herida. Es tiempo de vivir la vida extraordinaria.
En amor y liderazgo,
Pedro Sifontes
Coach de Vida
info@liderazgocreativo.com
www.liderazgocreativo.com
la verdad estos mensajes me ayudan a reflexionar mucho ya que estoy pasando por esta situacion por tanto me siento muy mal pero parece que Dios me responde como tengo que reaccionar ante estas situaciones y me alegra mucho alegra mi corazon y trato de mandar a mis amigos que como yo no son del todo creyentesperoyo seguire adelante porque Diosito me ayuda y doy gracias por esto
PERDONAR, EQUIVALE A SUSTRAER DE NUESTRA ALMA EL VENENO QUE DEJAN LAS OFENSAS RECIBIDAS Y EVITAR ASI LAS VENGANZAS QUE NO SON NUESTRAS. PUES ESCRITO ESTA: MIA ES LA VENGANZA Y LA RETRIBUCION; A SU TIEMPO SU PIE RESBALARA, PORQUE EL DIA DE SU AFLICCION ESTA CERCANO, Y LO QUE LES ESTA PREPARADO SE APRESURA. DT: 32- 35.- GRACIAS HERMANO PEDRO Y QUE EL SEÑOR LE SIGA BENDICIENDO. F. MARIO
Amado hermano GRACIAS
Wow maravilloso!
Es increible como Dios d la nada hace maravillas! Hermosa enseñanza q deja una valiosa moraleja : la humildad el perdon y el amor.
Hay q pedirle a Dios q nos enseñe a ser como el q sea el quien haga
Nuestro caracter y q nos ayude a caminar siempre x el camino d la verdad ! Gracias Cristo Bendito x q me amas
Y gracias t da mi alma x la paz q me das … Pero sobre todo gracias x las fuerzas q me das para seguir adelante .
Muchas gracias por esta reflexión, me ha hecho abrir el corazón y comprender que solo perdonando se puede estar en gracia de Dios, me encontraba confundida, con muchas dudas acerca de que si mi esposo me traciona o no la verdad hasta hoy no lo se, lo unico que se es que el comportamiento que ha tenido ultimamente me hizo entrar en la duda, pero al leer esta reflexion le he entregado mi duda mi Dios, y que sea El quien juzgue y me de paz y mucho amor para perdonar si eso fuera verdad. si no que despeje de mi las dudas y mejore el comportamiento de mi esposo, por que esto de la duda tambien es un acarga muy pesada. que Dios les bendiga por esta oportunidad.