Esta es la historia de un muchachito que tenía muy mal carácter. Su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia debería clavar un clavo detrás de la puerta.
El primer día, el muchacho clavo 37 clavos detrás de la puerta.
Las semanas que siguieron, a medida que el aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta. Descubrió que era más fácil controlar su genio que clavar clavos detrás de la puerta.
Llegó el día en que pudo controlar su carácter durante todo el día.
Después de informar a su padre, este le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter.
Los días pasaron y el joven pudo anunciar a su padre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta…
Su padre lo tomo de la mano y lo llevo hasta la puerta. Le dijo: “has trabajado duro, hijo mío, pero mira todos esos hoyos en la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez que tu pierdes la paciencia, y te enojas eres capaz de dejar cicatrices en las personas exactamente como las que aquí ves, y es necesario que estas luego sean sanadas “.
Tu puedes insultar a alguien y retirar lo dicho o disculparte, pero del modo como se lo digas, lo devastará, y la cicatriz podría perdurar para siempre. Una ofensa verbal es tan dañina como una ofensa física. Los amigos son en verdad una joya rara. Ellos te hacen reír y te animan a que tengas éxito. Ellos te prestan todo, comparten palabras de elogio y siempre quieren abrirnos sus corazones.
Proverbios 15:1
La blanda respuesta quita la ira: Mas la palabra áspera hace subir el furor.
Proverbios 12:18
Hay quienes hablan como dando estocadas de espada: Mas la lengua de los sabios es medicina.
Proverbios 15:2
La lengua de los sabios adornará la sabiduría: Mas la boca de los necios hablará sandeces.
Proverbios 21:23
El que guarda su boca y su lengua, Su alma guarda de angustias.
Salmos 119:172
Hablará mi lengua tus dichos; Porque todos tus mandamientos son justicia.
muy interesante ,,,,,ojala todos los padres pudiesen enseñar de esa forma ,,,,,,con gran sabiduria ,,,,,nuestros hijos aprenderian ,,a tener un auto control de simismos ,,,,,,y para nosotros los padres seria muy seguro ,,,,,x k donde andibiesen ,,,arian la accion de respetar ,,y asi lograrian ,,conoser ,,,EL AMOR KE ES LO DIVINO ,,KE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO ,,,,,VINO A ENSEÑARNOS ACA EN LA TIERRA ,,,,,,,,X K NO SE PUEDE NEGAR ,,EL FUE NUESTRO MAESTRO ,,,,,,
es muy sabio el ejemplo de los clavos y a la verdad nos enseña algo.muy especial a reflexionar respecto a la paciencia lo mas, importante cuando tenemos a CRISTO en nuestro corazones aprendemos a ser pasivos y a tener amor en nuestro interior
Hermosa historia que nos ayuda a que los adolescentes y aún nosotros padres y maestros, entendamos que no es suficientes
con disculparnos cuando lastimamos u ofendemos, es una
motivación a esforzarnos por desarrollar auto control o dominio
propio por amor, a Dios, al prójimo y a nosotros mismos.
Gracias de nuevo por darnos elementos claros y contundentes
para seguir luchando por caminar en la senda correcta.
asi me siento despues de tener 25 años compartiendo con el hombre ke mas e amado ,y sigo esperando…
yo me identifique mucho con esta reflexion, por que muchas veces lastimamos tanto con nuestras palabras, y cuando nos damos cuenta que nos exaltamos y que el coraje ya paso, que nos equivocamos, lo queremos arreglar con un lo siento, pero esa herida sigue ahi, se vuelve con el tiempo cicatris, pero al verla todavia lastima. por que las palabras habeces lastiman mas que los golpes.