Si uno es, o no, realmente feliz, es una de las preguntas que el ser humano suele plantearse en algún momento de la vida.
La palabra felicidad proviene del término feliz y esto quiere decir alegre, contento, satisfecho.
Es el estado de ánimo que se complace en la posesión de un bien material, afectivo o espiritual.
Si se desglosa la palabra felicidad, por un lado, se deduce que “fe” es la esperanza y confianza en lo que está por venir. Por el otro, “licidad” proviene de lícito, lo justo y razonable.
“Algunas concepciones sostienen que la felicidad implica la ausencia de dolor, depresión, ansiedad u otros estados físicos o emocionales. Pero esto nos aleja de la búsqueda, ya que implica la evitación de ciertos estados”.
Una de las desventajas de esta idea es que los trastornos en las emociones, las desilusiones y frustraciones constituyen una parte inevitable de la vida, de manera que intentar escapar de lo inevitable sólo intensificará la frustración.
“Esto puede conducir a reproches y, en consecuencia, a un aumento de la infelicidad”.
Al definir felicidad como un estado de satisfacción, realización o logros, de inmediato solemos preguntarnos: “¿Soy realmente feliz?”.
“Para responder a esta pregunta podemos tener en cuenta que la felicidad es una consecuencia de otras actividades, como pueden ser los roles que desempeñamos a lo largo de nuestra vida”.
“Es decir, la felicidad, por sí misma, no existe, sino que es una consecuencia de una vida con sentido, con dirección, con metas y objetivos”.
La felicidad no se reduce a hacer lo que nos gusta sino en gustar de lo que hacemos.
“La acción no siempre trae felicidad, pero no hay felicidad sin acción. Es decir, la felicidad se alcanza con esfuerzo, constancia, dedicación. Todo proceso requiere de perseverancia y esfuerzo”.
Por ejemplo, el nacimiento de un hijo. “Es hermoso y trae mucha felicidad pero también su crianza y educación requerirá esfuerzo y postergación”.
“Lograr un título, recibirse, también implica mucha felicidad pero, en pos de este objetivo, en el camino se dejan de lado cosas, noches sin dormir, nervios, etc”.
La felicidad es generalmente transitoria, no un estado final y duradero al que se puede arribar.
“Así es que no es producida por grandes momentos de éxito, sino por pequeñas cosas que nos suceden día a día, que nos confirman que estamos en el camino correcto”.
Para ello se recomienda hacer una evaluación de nuestro día y semana.
“Qué pensamos, qué hacemos, qué sentimos frecuentemente… La felicidad es la confianza en lo está por venir y el éxito es el resultado. Por ende, tenemos que buscarla”.
Ahora bien, ¿cómo se hace?
“Encontrándole sentido a nuestro actuar, a nuestro vivir diario. Para saber hacia dónde vamos y qué camino tomar, el termómetro a tener en cuenta es si, volviendo a nacer, elegiríamos lo que hoy somos/”.
“Cuando hablamos de sentido es conveniente pensarlo en qué razón tiene lo que nos sucede, no quedarnos en el porqué de lo que nos ocurre, sino para qué, cuál es el propósito de lo que hoy nos toca vivir.
En qué consiste.
“La felicidad implica reconocer el bien que tengo, como puede ser el amor, el dinero, el conocimiento, la salud y desear un bien. Tiene que ver con tener un propósito, es estar direccionado, es tener orientación, visión y metas a cumplir.
“Encontrar nuestra misión en esta vida implica comenzar una búsqueda, poder conectarnos con nuestra esencia, con lo más profundo de nuestro ser, donde podamos restaurar lo dañado y amarnos sin condiciones”.
Así como el amor empieza por casa, la felicidad también comienza por casa.
“Nuestra casa somos nosotros mismos. De nosotros va a partir todo lo que construyamos, los vínculos que tengamos o que deseemos tener, como la pareja, la familia, el trabajo, los hijos, amigos, etcétera”.
Cuestionamientos.
Sobre por qué puede haber personas que tengan todo para ser felices pero no se sienten de esa manera, tiene que ver con la falta de reconocimiento y valorización de los bienes.
“La felicidad no depende de los que nos rodean. Nadie puede darnos lo que no tenemos: depende de cada uno poder encontrar lo que nos hace plenos y felices cada día de nuestra vida”.
“No es cosa de otros hacernos felices sino que depende de cada uno buscar lo que hace que podamos sentirnos de esa manera”.
La felicidad no se reduce en hacer lo que nos gusta, sino en gustar de lo que hacemos. La acción no siempre trae felicidad, pero no hay felicidad sin acción. Es decir, se alcanza con esfuerzo, constancia y dedicación.
La felicidad no es el resultado de grandes momentos de éxito, sino de pequeñas cosas que nos suceden, día a día, que nos confirman que estamos en el camino correcto.
Psicóloga Karina Soledad Kees.
carinakees@speedy.com.ar
Bahía Blanca. Argentina
Un tema muy bien desarrollado que nos ayuda a reflexionar comparando con nuestra situación, partiendo de ahí trazar metas y trabajar con esmero para llegar al objetivo de bien común.
Yo soy “Feliz”,por que mi Rey de Reyes asi me hace sentir…poco o mucho,ya sea pequeño o grande el Milagro… Pero yo te a seguro que no importan las lagrimas,por que yo se que Dios esta conmigo y eso me fortalece,me levanta,hace que tome el control de mi vida,para que siga perseverando…….
AleluyaaaA!!!
Querido(a) lector(a) y amigo(a) de Renuevo de Plenitud:
Si no sabes ser feliz preguntate a ti mismo(a) ! el porque no eres feliz!
Quizas no has sido amado(a)?….
Quizas no crees no conoces a Dios y no sabes que es amar?…..
Querido(a) lector(a) de este Bendecido Ministerio: Analizate, conocete a ti mismo(a) y encuentra las causas o respuestas del porque no eres feliz.
Quizas vives o has vivido entre toda clase de carencias o violencias…..
Quizas no conoces la palabra amar porque no has sido amado y no sabes amar?
Quizas no tienes un buen trabajo y estas muy mal economicamente?
Quizas estas enfermo(a() y sufres de depresion?
Quizas no estas seguro(a) de ti mismo(a) y no sabes que pensar y como actuar?
Quizas vives solo(a) y no tienes a nadie que te acompane?
Quizas no fuiste a la escuela y no tienes una preparacion para vivr seguro, estable con un trabajo que te da buena remuneracion?
Quizas no Oras, No crees y no cococes a Dios?
Encuentra las causas de no estar feliz y encuentra la mejor manera de ser y sentirte feliz para tener esa felicidad que tanto buscas y llegues a transmitir la felicidad a cuantos te rodean.
Ora y cree en Dios para que El mismo te ayude a encontrar tu propia felicidad y puedas e transmitirla a los demas…..
El Senor este con nosotros…… Con Tu espiritu….. Amen.
Dios los continúe Bendiciendo, Feliz Inico 2014
Gracias x dejarse inspirar x el Espíritu Santo y compartirnos tan buena reflexión