Esta palabra es muy conocida, y muy proclamada en el mundo hoy. Usted puede prender la televisión, ver las noticias y encontrará un mundo en crisis de cualquier índole: financiera, alimentaria, climática, inseguridad, y que decir de la crisis que usted atraviesa en su hogar: matrimonial, relaciones con los hijos, desempleo, deudas, bancarrota, de identidad, de personalidad, son cientos los correos de personas que a gritos  piden  ayuda buscando solución a su problema.

¿Quién podrá defenderme?

La Biblia enseña en el Salmo 46: “Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, 
nuestra ayuda segura en momentos de angustia. Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tierra  y las montañas se hundan en el fondo del mar; aunque rujan y se encrespen sus aguas, y ante su furia retiemblen los montes.” Vers.1-3 (NVI)

Definitivamente Dios es nuestro defensor y nuestro ayudador en esos tiempos de crisis. No me queda duda de eso, lo he experimentado en mi vida y en mi familia, pero he de reconocer que muchas de las crisis que viví fueron creadas por mí y es allí donde hay que trabajar, en mi vida. Dios no tiene problemas con el mundo o con el diablo pero si tiene problemas con cada uno de nosotros que queremos vivir la vida a nuestra manera y por ello nos encontramos en momentos de angustia y nuestro mundo desmoronándose.

La palabra crisis significa un estado temporal de trastorno y desorganización, caracterizado principalmente, por la incapacidad del individuo para abordar situaciones particulares utilizando métodos acostumbrados para la solución de problemas, y por el potencial para obtener un resultado radicalmente positivo o negativo.

Crisis significa al mismo tiempo peligro y oportunidad. Usted debe entender que todas las crisis no son negativas, también  representan oportunidades. Alguien dijo: “Todo conflicto es una gran oportunidad de crecimiento. Si se lo niega, se lo esconde, se le huye, trae estancamiento, resentimiento y mayor dolor.” ¿Crees que eso pueda estar pasando en tu vida? ¿Has llegado a ver la crisis como una oportunidad?

¿Cómo puede hacer de su crisis una oportunidad?

De la misma manera como creamos una crisis, podemos crear oportunidades. Las oportunidades no llegan hay que crearlas, hay que generarlas y eso se logra con el compromiso de lo que tu quieres ver. Francis Bacon decía: “Un hombre sabio se procurará más oportunidades de las que se le presentan.”

¿Que oportunidades has procurado en tu matrimonio? ¿En tu relación con tus hijos? ¿Qué oportunidades estas creando con tus finanzas? ¿En tu trabajo? ¿En tus estudios?

La diferencia entre crisis y oportunidad es nuestra mirada. ¿Qué estoy mirando? ¿Peligro u Oportunidad? Deberíamos enfocarnos en ser hacedores de posibilidades, en buscar siempre un ganar-ganar en nuestras relaciones.

Me encanta la palabra de Jeremías en Lamentaciones 3:22,23 “El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad!”. (NVI)

Cada día Dios renueva su bondad y amor hacia nosotros. A pesar de los errores que usted hizo en el pasado y de las malas decisiones que tomó, Dios cada día nos da la oportunidad de cambiar y crear un destino diferente. Cada día usted puede elegir, puede cambiar, puede generar cambios a su alrededor.

Hay un relato que nos habla acerca del cambio.

“Un hombre encontró un capullo de una mariposa y se lo llevó a casa para poder ver a la mariposa cuando saliera del capullo. Un día vió que había un pequeño orificio y entonces se sentó a observar por varias horas, viendo que la mariposa luchaba por poder salir de capullo.

El hombre vio que forcejeaba duramente para poder pasar su cuerpo a través del pequeño orificio en el capullo, hasta que llegó un momento en el que pareció haber cesado de forcejear, pues aparentemente no progresaba en su intento. Pareció que se había atascado.

Entonces el hombre, en su bondad, decidió ayudar a la mariposa y con una pequeña tijera cortó al lado del orificio del capullo para hacerlo mas grande y así fue que por fin la mariposa pudo salir.  Sin embargo al salir la mariposa tenía el cuerpo muy hinchado y unas alas pequeñas y dobladas.

El hombre continuó observando, pues esperaba que en cualquier instante las alas se desdoblarían y crecerían lo suficiente para soportar al cuerpo, el cual se contraería al reducir lo hinchado que estaba.

Ninguna de las dos situaciones sucedieron y la mariposa solamente podía arrastrarse en círculos con su cuerpecito hinchado y sus alas dobladas… Nunca pudo llegar a volar.

Lo que el hombre en su bondad y apuro no entendió, fue que la restricción de la apertura del capullo y la lucha requerida por la mariposa, para salir por el diminuto agujero, era la forma en que la naturaleza forzaba fluidos del cuerpo de la mariposa hacia sus alas, para que estuviesen grandes y fuertes y luego pudiese volar.

La libertad y el volar solamente podían llegar luego de la lucha y al privar a la mariposa de la lucha, también le fue privada su salud. Algunas veces las luchas son lo que necesitamos en la vida. Si nos permitiesen progresar por nuestras vidas sin obstáculos, nos convertiríamos en inválidos. No podríamos crecer y ser tan fuertes como podríamos haberlo sido.”

Las crisis nos hacen fuertes y forjan nuestro carácter, y nos llevan a salir de nuestra zona cómoda a una zona de expansión o crecimiento, aunque muchas veces si no estamos dispuestos al aprendizaje podemos quedarnos estancados en la zona de pánico y allí necesitas de la ayuda de un entrenador que te ayude a ver lo que no estás viendo y te haga llegar a la zona de crecimiento.

Dios en medio del caos pudo crear todas las cosas y vio que todo era bueno,  Jesús en medio del caos en que vivimos vino a darnos vida cuando lo único que merecíamos era la muerte.  A veces la crisis, el caos, es la única oportunidad de estallar y convertimos en la clase de persona que deseamos ser. Todos en lo profundo de nuestro corazón queremos ser mejores esposos, padres, hijos, amigos, compañeros de trabajo, todo eso es posible pero hay que provocarlo, no basta con desearlo. Es un viaje que toma su tiempo.

Hoy es el mejor día para comenzar a ver las crisis como oportunidades para cambiar, mejorar nuestra vida, generar posibilidades.

Recuerda, Dios no puede cambiar tu Pasado (aunque tiene el Poder de hacerlo), pero si puede mejorar tu FUTURO. La elección es tuya.

En amor y liderazgo,

Pedro Sifontes
Conferencista y Entrenador de Liderazgo y Coaching.  Panamá.
Contacto: [email protected]