“Y me llamarás en el día de la turbación y yo te rescataré y te honraré” Salmo 50:15.
Promesas hay muchas. Promesas de políticos, de religiosos o de filósofos. Pero las promesas más grandes que pueden llegar a nuestros oídos y a nuestro corazón son las promesas de Dios. Sí, el Único y verdadero Dios, quién hizo los cielos y la tierra, nos hace promesas.
Nuestro corazón vibra como el corazón del niño que escucha de los labios de su Padre una buena y bonita promesa. La promesa que me hace vivir en alegría hoy es esta: “Y me llamarás en el día de la turbación y yo te rescataré y te honraré”.
Tres cosas maravillosas se encuentran en este versículo. Primero, Dios me oirá. Segundo me rescatará y tercero me honrará.
¿Por qué esta promesa? Dios sabe que no solamente tendremos momentos difíciles en el mundo que vivimos, sino que también tenemos un enemigo que busca y quiere nuestra destrucción y Él, tratará de crear confusión y turbación. Como cristiano debo recordar que no solamente debo ser un vencedor del mundo, sino un vencedor del enemigo espiritual.
Sé que una de las turbaciones que podré tener hoy, es que el enemigo me querrá acusar de mi pasado y querrá quitar mi visión del presente. Pero, hoy podré clamar a Dios y Él promete escuchar…no solamente Él me escuchará sino que me rescatará. Su mano se extenderá hacia mi como se extendió hacia Pedro cuando este se hundía en el mar.
El Señor promete hoy no solamente escucharme y rescatarme sino también honrarme. El enemigo de mi alma quedará avergonzado, porque luego de el Señor rescatarme el promete honrarme. Si Dios promete honrarme, que me queda a mi, sino es honrarlo también a Él. Lejos este de mi solo esperar que Dios me honre, si yo no decido también honrarlo a él.
Si hoy Dios promete para mi, escucharme, rescatarme y honrarme, esto implica que para que estas tres cosas sucedan en mi como una bendición y misericordia divina, yo también necesito hacer tres cosas para que esto acontezca.
Una es clamar a Dios y clamar a Dios significa dependencia total…
Segundo necesito abandonarme en su mano en el momento de rescatarme. No puedo intentar salir solo de esto, lo mejor que puedo hacer es quedarme quieto mientras Él me rescata, porque si no me quedo quieto puedo prolongar el momento de mi rescate y finalmente humillarme, en el momento en el que me honre, lo que debo hacer es humillarme y desalojar de mi vida el orgullo.
“Señor. Gracias porque tu amor es terno y dulce. Hoy estoy delante de ti para decirte, muchas gracias por que prometes oírme, rescatarme y honrarme. Hoy quiero yo clamar a ti, abandonarme a tu rescate y humillarme en el momento en que me honres. Quiero ser un instrumento en tus manos. Amén.
Dr. Serafìn Contreras Galeano.
www.serafincontreras.com
Gracias doy a Dios por las meditaciones tan edificantes,desearia que me ayudaran,vivo en Canada y me doy cuenta que gente cristiana para adquirir;ciudadania, presenta papeles imventados otros imventan un poquito,mi pastor predico al respecto y el dijo si hay alguin aqui que este sirviendo en la iglecia en estas condiciones es mejor que no lo haga;son varios los que estan en esas condiciones en la iglecia,les agradesco su respuesta;Dioslos siga bendiciendo.
GRACIAS MI DIOS X ESCUCHAR MIS RUEGOS TE DOY MUCHAS GRACIAS X ESTAR EN TODO MOMENTO CONMIGO Y MI FAMILIA TE PIDO Q NUNCA ME DEJES SOLA SOY TU SIERVA Y QUIERO ESCUCHARTE Y OVEDECER TODO LO Q TU ME INDIQUES……
sabes no estoy sirviendo a DIOS como debe ser por esos les pido que me ayuden con sus oraciones sabes aveces quero volver a mundo por favor ayudeme si para seguir adelante en los caminos de DIOS y gracias por su ayuda atentamente cornelio crisolo
Gracias por tanta bendicion recibida con sus reflexiones., me gustaria saber donde puedo encontrar reflexiones en audio para escuhar en mis caminatas les agradecere su infrmacion, yolanda
Cuando Dios nos promete algo y para ello nos pide hacer algo poniendo de por medio nuestra fe en El, en muchas ocasiones nos resulta difícil, pues tememos quedar en ridículo o hacer es algo y ver que no sucede nada. Tal es el caso por ejemplo de Moises, que para que el mar rojo se dividiera, tuvo que extender su bara, o en el caso de los sacerdotes que irían al frente con el arca del pacto para cruzar el Jordan y poder comenzar a tomar posesión de la tierra prometida, tuvieron que dar ese paso de fe y adentrarse en el río para que éste dejara de fluir y el pueblo pudiera pasar en seco y seguros.
Pero cuando Dios nos dice “Estad quietos y ver la salvación de Jehová”, resulta todavía más difícil (por lo menos en mi caso), porque en una sociedad como la nuestra donde la competitividad es algo que se nos inculca, resulta realmente equivocado (por lo menos desde la perspectiva social) no hacer nada y esperar a que Dios actúe, abandonarnos en la manos de Dios pareciera ser una acto de irresponsabilidad de nuestra parte. Pero en el versículo de la meditación se nos dice que El nos honrará, porque Dios quiere enseñarnos a depender de El también totalmente.
Dr. Serafín, sus predicaciones y meditaciones siempre han sido de mucha bendición para mi vida, Dios prospere en todo y por todo su vida, su familia y su ministerio.