Las tristezas no se quedan para siempre cuando caminamos en dirección a lo que siempre deseamos. Paulo Coelho
¿Alguna vez has estado en el valle de los miserables? Las personas que habitan en este valle se sienten infelices, pobres y ciegos. Estas personas no disfrutan la vida, viven amargados, son tan pobres que no pueden dar ni una sonrisa y tan ciegos que no ven nada, están cegados que no alcanzan a ver todo lo bueno que Dios tiene para ellos. Quien camina en este valle, camina en medio de lodo y pareciera que cada paso que da lo lleva al hundimiento en sus relaciones, en sus negocios, en su vida, a esta persona le cuesta tomar vuelo, le cuesta elevarse.
Me atrevo a preguntarte ¿Eres feliz? seguramente me dirás si soy feliz, tengo a Cristo en mi corazón y sabes yo no voy a dudar de que tengas a Cristo en tu corazón. Me encanta que seas feliz y ahora te preguntaría ¿Estás satisfecho con tu vida? ¿Estas viviendo la vida que Dios diseñó para ti? O ¿Estás viviendo la vida sintiéndote triste, miserable, ciego y sin propósito?
Si hoy estas leyendo este artículo es porque andas buscando la felicidad plena, porque quieres más de la vida, no estás satisfecho contigo mismo, sabes que hay algo más y no sabes como lograrlo. Hay muchas personas que cuando llega el mes de diciembre se deprimen de tal manera porque no han podido lograr sus sueños, viven pensando que se ha ido otro año y siguen en el mismo lugar, no teniendo lo que querían, sus sueños lo ven demasiado lejos por lo cual desean que este mes no llegue. Tú no eres de esas personas porque a partir de hoy estás tomando la dirección que te lleva a la felicidad porque has decidido poner en el Señor todos tus sueños.
Tu puedes decir hoy como el Salmista: “Puse en el Señor toda mi esperanza; él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. Me sacó de la fosa de la muerte, del lodo y del pantano; puso mis pies sobre una roca, y me plantó en terreno firme. Puso en mis labios un cántico nuevo, un himno de alabanza a nuestro Dios.” Salmo 40:1-3ª.
Creo que tu eres de aquellos que están agradecidos por la vida, que tienen y experimentan buenos momentos en la vida, sin embargo sabes que algo te falta. Sabes que tienes todo el potencial y todas las oportunidades para ser feliz pero no lo sientes, y sobre todo cuando ves que hay cosas que no están funcionando bien en alguna área de tu vida. ¿Está tu vida en equilibrio? ¿Cómo estás en tus relaciones? ¿Cómo estás con tus metas? ¿Estás postergando tus sueños?
La felicidad no es un accidente. No es un sentimiento, la felicidad es algo que tú eliges. Elige ser feliz hoy y alegrar a otros!
La felicidad no va a llegar a tu vida por lo que te pase o por medio de una varita mágica sino que viene por lo que pasa internamente, dentro de ti. No es algo que tú sientes, es cuestión de elección.
Tú puedes elegir quien quieres ser, recuerda que Dios te ha dado el poder de elegir, te ha dado el libre albedrío, tu puedes elegir ser la mejor versión de ti mismo que te entusiasme ser. ¿Quién quieres ser? Tu comienzas a vivir a partir de esa persona que tu quieres ser.
¿Si no fueras tu mismo quien te gustaría ser?
Muchos no son felices porque no saben quienes son y están tratando de vivir una vida copiándose a otros o siguiendo los estándares del mundo o de los medios de comunicación, que para ser feliz necesitas una tarjeta de crédito o mucho dinero, o necesitas ser famoso o poderoso.
Cuando tú sabes quién eres, puedes ser genuino en pensamiento, palabra y acción. Jesús era autentico porque sabía quién era, sabía cual era su misión y su vida no era llevada por las circunstancias. Jesús no vivía en la excusa, vivía comprometido con su propósito. Como dice un autor tu naciste original no mueras como una copia. Así que para ser feliz necesitas encontrarte con tu diseño y comenzar a elevarte hacia las alturas. Si quieres ser feliz no tienes que esperar a que las cosas cambien, a que las cosas mejoren, no tienes que esperar el 2010 y comenzar con la canción: “año nuevo, vida nueva, mas alegres los días serán…”
Para ser feliz debe gustarte lo que estás haciendo.
¿Lo que estás haciendo te gusta? ¿Te hace feliz? Si respondiste si, te felicito.
Si respondiste no, es hora de cambiar lo que estás haciendo, porque no te está llevando a ninguna parte. Es hora de cambiar lo que está dentro de ti, lo que te hace infeliz en realidad no son las cosas que están afuera, lo externo, es la frustración interna. Es tiempo de tomar decisiones, tiempo de ir tras una vida extraordinaria, tiempo de elevarse.
Elige ser feliz hoy y tu vida cambiará! Tú puedes dejar de ser infeliz, pobre y ciego. Esto se aprende y tú debes dar el próximo paso de buscar la ayuda de personas que te ayuden a ver aquellas cosas que no estás viendo.
Haz del 2010, el mejor año de tu vida!
En amor y liderazgo,
Pedro Sifontes
Coach Personal
info@liderazgocreativo.com
www.liderazgocreativo.com
hola muchas gracias por las reflecciones de cada dia,son importantisimas en nuestras vidas,nunca habia djado ningun comentario,pero realmente me ayudan,a enfocarme en lo que realmente importa que es lo espiritual,o mejor dicho hcer un equilibrio entre lo espiritual y lo temporal,nunca lo logro,me cuesta eso,bueno muchisimas gracias.creo firmemente que Dios existe y que es un Dios de milagros,tambien que su hijo Jesucristo vive y es nuestro Salvador.
Doy muchas gracias por los correos que me envian me han servido de mucho los he compartido con amigas y nos han llevado a experimentar las hermosas promesas de DIOS,
QUE DIOS ME LOS BENDIGA MUCHO
Gracias, muchas gracias por esta reflexión, en verdad no me siento feliz con la decisión de sacar a mi esposo de la casa, me ha costado mucho y me cuesta mucho no es fácil romper después de 30 años de convivencia buena o dura, pero realmente pienso que es lo correcto, hoy confome van pasando los días voy haciendo un recuento de todos estos años y empiezo a notar y ha entender muchas que cegada con el amor hacia él y el sincero deseo con el que me case de tener y formar una familia para toda la vida, con el firme propósito de no dar a mis hijos la pena de tener padres separados, entiendo con mucho dolor que lamentablemente mi esposo nunca me amo sinceramente, sólo me utilizo hasta que fue notando que ya no era la misma jovencita con la que se caso, ahora confirmo lo que siempre supe si no que no lo quise entender, mi esposo es ese tipo de personas egoistas que todo lo ven para sí, 1ero. él 2do. él 3ro. él, es duro y doloroso entenderlo pero es así, siempre vendiendo una imágen de su persona que no es real, aparentando ante los demás grandezas que nunca tuvo, aunque para ello tuvo siempre que relegarnos mezquinarnos y dejarnos siempre después de todos lo importante para él era lo que pensaban los demás, sin importar lo que hacía de nosotros.
Nunca quizo ser mi amigo, nunca pudimos comunicarnos porque siempre estuvo reacio ha entender o asumir lo que hacía, ofendía agredía de forma cruel y no quería que uno reaccionara, en cambio era él el ofendido no reconocía que mi reacción era ante su constante agresión y ofensa y ahora que veo con mayor claridad las cosas entiendo que si él me hubiese amado realmente jamáz me hubiese tratado como lo hizo y tampoco hubiese actuado tan cruelmente cuando se involucró con la primer mujer con la que me fue infiel, siempre me pregunté y me preguntaré que le hice para que fuera tan malo conmigo, siempre lo aconsejé, siempre pendiente de él para que se supere siempre apoyandolo, dejando que me aleje de mis amistades con tal que se siente bien, dejando de vivir dejando de pensar que también debía vivir tener mi espacio, pero no yo dale ahí siempre pendiente de él yendo donde solo él quería que fueramos aunque no sea de mi agrado siempre pensando que era mi esposo y que era mi obligación estar ahí con él apoyandolo ayudandole en sus compromisos sociales con aquellas personas con las que él se sentía bien sin importarle para nada su esposa ni sus hijos no le interesó nunca pensar si nosotros nos sentiamos cómodos o bien en esas fiestas y con esa gente, lo importante era él y solo él.
Después de la catastrofe económica que tuvo al involucrarse con esa mujer de la vida, nadie, nadie ni siquiera su propia familia lo quizo ayudar y no porque no tuvieran los medios económicos para hacerlo sino porque no confiaban en él, sólo yo la vieja, la babosa que no lo comprendía porque no tomaba, lo ayudó para que se perjudicará más, solo Dios sabe de todo lo que lloré me trague mi propio dolor para ayudarlo porque siempre pensando es mi esposo es mi obligación ayudarlo, es el padre de mis hijos, pero nada de eso el valoró, solo en ese momento de angustia me dijo que si él me hubiera echo caso no estaría en esa situación tan terrible, que ahora comprendía y me entendía todo lo que yo le aconsejaba era para su propio bien, que fue un tonto en pensar que lo hacía por que lo quería dominar, pero que si me hubiera hecho caso no estaría así y tantas cosas, que me causó tanta pena y con amor lo único que le dije que ya no se preocupe que lo que había hecho, escho estaba y que ya no tenía sentido llorar por ello que lo importante era aprender y rectificar, pero pasado el momento de peligro volvió a lo mismo solucionado el peligro del momento volvió a seguir con esa mujer y esto que me juraba ante Dios ante el Altísimo que ya había dejado todo eso atras y ahora se involucra con una mujer más jovén que participa en la parroquia en las comunidades, entonces me pregunto en qué confiar? cómo creer nuevamente a un hombre que hoy más que nunca entiendo nunca tuvo un arrepentimiento sincero de lo que hizo, como permitir que siga bajo el mismo techo en el hogar que nunca supo valorar ni respetar, como permitir que sigamos juntos por mantener la unidad familiar, y que él siga viviendo en forma tan inmoral aparentando ser un buen hombre responsable como esposo como padre si desde hace muchos muchisimos años la que se ha encargado de la formación, educación y de todo de mis hijos he sido yo, he tenido que asumir el rol que le correspondía a él como padre porque no podía permitir que mis hijos fueran más perjudicados, lo que lamentablemente no puedo hacer es reemplazar el amor la comprensión y la amistad que como padre le correspondía hacer, ojalá reflexione y por lo menos trate de recuperar a sus hijos, porque aunque lo sigo amando mucho, a mi ya me perdió para siempre, con todo el dolor que siento tengo que salir adelante y superar nuevamente esta traición de mi esposo, Yo sé que Dios me ayudará, yo entiendo que lo que ha sucedido ahora es para por fin darme cuenta de lo que estoy haciendo conmigo misma, ya es hora de quererme más y de vivir no es fácil es muy doloroso entender tantas cosas pero confío en la fortaleza que Dios me brinda y superaré todo esto, y volveré a ser feliz a sonreir y reir a carcajadas perso sinceramente con el corazón lleno de alegría con la bendición de Dios, siempre junto a él diempre sin perder el camino del bien siempre apoyando a mis hijos asumiendo con mayor responsabilidad el acercarlos a ellos hacia nuestro Dios Padre, no descuidaré ello, de hecho ya lo inicié y así seguirá siendo hasta que Dios me permita vida para agradecerle y bendicirlo por tantas cosas maravillosas y bendiciones que me ha dado, mis hijos son una de las bendiciones más grandes que Dios me ha dado y no los descuidaré. Estoy en el camino ha lograr el Perdonar a mi esposo sé que lo lograré, rezo por él desde hace mucho tiempo, rezo por lo dos porque no supimos cumplir con el juramento que hicimos al casarnos con su bendición, seguiré pidiendo perón por ello a nuestro Dios así como pidiendole de corazón que me permita que sí en algún momento mi esposo necesita de mi ayuda se la pueda brindar, no deseo hacerle daño, estoy ahora librando una lucha muy dura en mi interior una lucha terrible entre lo que mi dignidad de mujer mi dolor de madre me piden venganza, pero gracias a Dios que hasta ahora lo vengo superando mediante la oración propia y la oración de todas aquellas buenas personas a las que les he pedido ayuda, sé que vienen orando por mí para que supere todo, para que no me deje llevar por la ira y el rencor, Yo no quiero llegar a odiar a mi esposo porque sé que le puedo hacer mucho daño, no quiero llegar a eso, rezo mucho y le pido al Señor me permita vencer todos estos pensamientos, le ruego a Dios que tenga misericordia de mí que me haga un ser nuevo, me me permita tener una vida nueva llena de amor, de piedad, de compasión, por el amor que siento por mi esposo lo que debo sentir es pena compasión y piedad, pero hay momentos en que siento todo lo contrario, realmente es una batalla muy dura la que vengo librando por favor sigan orando por mí para no hacer daño a nadie para seguir teniendo fuerzas y orar por los que me hacen tanto daño.
Hola casi nunk leo lo q m envian siempre lo dejo para cuando tenga tiempo, o en realidad para cuando ,m siento mal y necesito leer algo q m haga sentir q Dios exist de verdad, y q culpa de mi sufrir son mis acciones, pero eso si jamas los borro xq c q los necesito, pero hasta hoy logro vencer el obstaculo de la tristeza y eso m causa muchas tropiezos de los q no m levanto de verdad quisiera poder tener la vuerza de voluntad q muchos de uds tienen para eso to quiero lograrlo tengo fe pero no estoy encaminada no tnego el caracter
Así como Sandra, me parece que el artículo empieza con un enfoque errado. No puedo citar a un autor que desvía a las personas a buscar la felicidad a través del esfuerzo personal y no apoyándose en el Señor. Parece más un artículo de AUTOayuda, enfoque tan nuevaerista, y que en varias ocasiones he notado que publican.
Por otra parte, los cristianos no debemos luchar por alcanzar la felicidad. Lo que nos distingue, lo que impacta a los demás es el GOZO que el Señor pone en nuestros corazones por encima de las circunstancias y dificultades de la vida, la FORTALEZA de descansar en el PODER del Señor y no en nuestras propias fuerzas. Las bienaventuranzas son un claro ejemplo de ello. La felicidad entendida como aparece en el artículo es más un pensamiento oriental que cristiano.
Por último, si llego a fin de año frustrado por no haber alcanzado metas o sueños propios, tengo que replantearme si mi vida está “sintonizada” con el propósito de Dios para mí. Mis deseos pueden ser contrarios a ese plan, y sólo buscando en Su presencia, en Su Palabra y cumpliendo en obediencia esos propósitos voy a alcanzar la plenitud de vida que Dios tiene preparada para mí.