Los tapices españoles son muy famosos desde 1721.

La calidad de las composiciones convierte a cada tapiz y alfombra en una selecta obra de arte de alto precio. Cada obra es una pieza única por su belleza, colorido y la riqueza de matices.

Al contemplar a los artesanos trabajar de manera tan esmerada en cada obra se aprecia la dificultad de elaborar con paciencia unas piezas que han sido a lo largo de los siglos auténticas joyas artísticas.

Todo ello se aprecia en el museo Real de la Fábrica donde por 2,5 euros se observa como los artesanos ejecutan con mimo una tarea centenaria.

El propio edificio ya es una obra de arte en sí misma con sus altos muros de piedra y ladrillo. El Rey Felipe V fue el fundador de la Real Fábrica de Tapices siguiendo el modelo de los talleres reales en Francia a comienzos del siglo XVII.

Los artesanos se concentran en su trabajo sin prisa, en medio de un hueco silencio que trasciende tiempo y espacio. Cada nudo español es perfecto o se hace y se deshace hasta que llega a serlo. Un metro cuadrado de tapiz fino puede tardar hasta tres meses en manos de un artesano.

La demanda de estos tapices es más reducida ya que el metro cuadrado puede costar hasta 12.000 euros.

Tomado de Revista Nexos. Agosto-Septiembre 2005.

Estos tapices españoles nos recuerdan el echo de que Dios esta tejiendo nuestras vidas de una manera perfecta.

Cada nudo en nuestra vida tiene un propósito.

Dios sabe lo que ha comenzado en nosotros y hacia donde nos está llevando. La obra de Dios es nosotros es supremamente costosa, mucho más que un tapiz español.

Comenzamos por recordar que Jesús pago el precio más alto que alguien hubiese podido pagar. Su propia sangre y día a día él sigue tejiendo nuestra vida.

No te desesperes ante los nudos de tu vida, aunque no os entiendas forman parte del diseño de Dios para tu vida.

Sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación. I Pedro 1:19

Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Filipenses 1:6

El Señor recompense tu obra, y tu remuneración sea cumplida de parte de Jehová Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte. Ruth 2:12