Era un 6 de mayo como cualquier otro y mi esposa iba tranquila a su cita de control; tenía 6-1/2 meses de embarazo. Ella se hallaba relajada y contenta. No sospechaba que segundos después de atravesar la puerta del consultorio, su ginecóloga le diagnosticaría una severa preclampsia y ordenaría su hospitalización inmediata.
Toda aquella noche entraban y salían enfermeras del cuarto, con medicamentos para mi esposa y monitoreando los latidos del bebé. La situación era desesperante… no había mejoría. La angustia de mi esposa tampoco ayudaba a su condición. El Señor nos trajo aliento aquella madrugada en medio de la oscuridad del cuarto por medio de un sencillo cántico que entonamos aún con temor: “…cuando pases por los ríos no te anegarán, aunque pases por el fuego, no te quemarás…”. Esa noche no dormimos y al llegar la mañana la doctora me dijo en privado que iban a tratar de salvar a mi esposa pero que la vida de Andrea Sofía podría llegar a su fin tras tantas semanas en el vientre de su madre.
Los médicos esperaban lo peor por lo que se me impidió entrar al quirófano. Mi esposa y yo habíamos soñado estar juntos en el momento del alumbramiento pero en ese momento ella se sintió más sola que nunca. La doctora nos contó que la presión de mi esposa subió tanto que esperaron lo peor. Sin embargo, al sacar al bebé se dieron cuenta de que estaba viva, si bien delicada por la falta de desarrollo de sus pulmones.
Corrimos con Andrea Sofía para el Hospital del Niño por recomendación del especialista. La niña podría estar internada indefinidamente mientras que mi esposa permanecería en cuidados intensivos por 7 días por motivos de su alta presión y que sus pulmones se habían llenado de agua. ¿Cuánto más podríamos soportar y resistir… en tan breve tiempo de casados? ¡Pero Dios se reservaba como siempre la última palabra!
Mi hija permaneció 41 días en el hospital. Al recuperarse lentamente mi esposa, yo dividía mis días entre mi esposa, mi bebé y el trabajo. Experimentamos milagro tras milagro en Andrea Sofía pues a pesar de ser puesta con frecuencia en ayunas, Dios le envió maná del cielo y continuó aumentando de peso… ¡algo vital para un bebé prematuro! A pesar de sus pulmones inmaduros y su dependencia del oxígeno por gran parte de aquel tiempo, Dios usó al médico de turno para ayudarla a independizarse rápidamente del tanque de oxígeno y de todos los demás aparatos. Finalmente, al dejar el hospital, Andrea Sofía sólo evidenció unas lesiones leves en sus pulmones de las cuales se ha ido recuperando satisfactoriamente.
Tras su salida del hospital, hemos recorrido un camino lleno de mucho trabajo, con frecuentes visitas a diferentes médicos, muchos exámenes y terapias. Pero en todo eso Dios ha estado con nosotros y nos ha dado la fuerza, la sabiduría y sobre todo… ¡la victoria! Este pasado 7 de mayo celebramos un año del mayor milagro que el Señor ha hecho en nuestras vidas hasta ahora, llenos de emoción y agradecimiento junto a nuestra hermosa bebé: ¡sana y hermosa para Su gloria!
Tony Irigoyen
Editado por el Capellán
La historia de hoy es en realidad un testimonio a la fidelidad de Dios en medio de las circunstancias más aterradoras que una joven pareja pudiese experimentar al inicio de su travesía matrimonial. Y en cierta manera, muchos estarán de acuerdo que las pruebas siempre parecen llegarnos cuando estamos menos preparados para enfrentarlas… cuando estamos cansados, cuando nos sentimos derrotados ó simplemente cuando nos sentimos desorientados. Pero aunque las circunstancias no parezcan ser las mejores… Dios siempre está allí para nosotros. Sí, la historia tiene un final hermoso… pero lo mejor sigue estando por delante porque como descubriese el escritor bíblico, “las misericordias de Dios son nuevas cada mañana”. Separemos un tiempito este fin de semana para congregarnos y adorar juntos al Señor… a final de cuentas cuando las pruebas llegan, sólo Él tendrá palabras de vida eterna y verdaderas soluciones.
Raúl Irigoyen
El Pensamiento Del Capellan.
tal vez no tengo fe y eso es lo que pasa en mi familia, hace 6 años nacio mi segundo nieto, y por designio divino o la mala atencion medica no se, nacio con el sindrome de otahara el niño nunca se ha valido solito para nada, hemos viajado a varias ciudades, hemos visto a varios neurlogos inclusive en un viaje a la ciudad de Quito Ecuador nos accidentamos, la madre del niño mi esposa y yo ( abuelos ) y hoy todavia no mostro ninguna mejoria, es mas su pequeño cuerpo cada dia se debilita debido a su condicion de desnutricion por su falla cerebral segun el medico, por que tien que sufrir un ser inocente como el el dolor del extreñimiento cuando ni siquiera puede por sus medios orinar, seis años mirandolo que lucha por estar vivo y por consiguiente nosostros tambien au viendo que no mejorara, cuando leo los comentarios que alaban el poder de Dios no se que pensar tal vez tengo autoconmiseracion o no se pero nadir dira que son bendiciones si tuvieran una dificultad como la mia, de todas maneras que se haga la voluntad de el mas no la mia,
Es conmovedor este testimonio y les comparto que yo vivi muchas noches y dias largos ya que mi segundo embarazo luego de 15 años fue muy dificil, entre amenazas de aborto y conforme aumentaban las semanas era peor aumentaban las hemorragias y ya que el liquido dentro de mi vientre era insuficiente para mi bebé por lo que la monitoreaban cada 2 dias, fue dura para ambas pero hoy puedo contarles que mi beba tiene ya 2 años 7 meses y es el segundo milagro en mi vida, luego que DIOS me regalo la vida por segunda vez. Por fé les digo que tenemos un DIOS poderoso que asi como nos da las pruebas nos da la salida a las mismas y que nunca nos dá mas de lo que podamos soportar. Por ello aún en la prueba más dificil debemos alabarle y glorificarle y estar aferrados a su palabra y buscar cada dia mas de él.
Bendiciones.
Hola, soy el autor de esta historia y debo decir que mi esposa y yo leimos con emoción cómo gente que no conocemos había sido tocada por un relato sencillo de un momento terrible. Nos reímos y también lloramos mientras leíamos los testimonios de tanta gente que al igual que nosotros, no se esperaban tan duras pruebas en sus vidas. Sólo escribo para agradecerles por sus palabras y decirles que nuestras vidas, por más sencillas que parezcan, tienen un impacto mayor, como cuando uno tira una piedrecita en el agua y esta crea una onda que se hace enorme y llena todo el estanque. Dios tiene grandes planes con todos los que buscamos su voluntad. Bendiciones. Y quiero decirle a nuestro hermano Pascual Antonio Zapata que en efecto tus angelitos te esperan en un lugar mejor que este ¡por lejos! Y anhelamos estar en ese lugar en aquel gran día y daremos gloria al gran vencedor. Amen
Que Dios bendiga a mis hermanos: me siento identificado por el testimonio, hace unos meses me toco pasar por una situacion dificil con la salud de mi hijo, los medicos decian que tenia problemas en los riñones y que estos no funcionaban, Realmente fue ahi cuando entendi que sin Dios no somos nada le entregue la vida de mi hijo a Dios, para sorpresa de los doctores y para la Gloria de Dios en 2 dias nos dieron de alta y abandonamos la clinica hoy sirvo a Dios y le agradezco todos los dias por su misericordia SOLO DIOS SABE COMO MOLDEARNOS A NOSOTROS SOLO NOS QUEDA ESPERAR PARA VER SU GLORIA Y PODER!!!AMEN
Sé que este testimonio es fiel, pues yo vivi algo similar un 5 de Mayo de 1992, con mi hija en el vientre de 7 meses. Yo con un pico de presion termine en erapia intensiva, no le daban vida a mi nena , que ya para entonces se llamaria Karen Sofia, a pesar de los pronosticos nacio de 1500gs (un kilo y medio) por una sesaria casi de urgentioca, estuvo 40 dias internada y yo 10. varias veces al nacer el neonatologo le dijo a mi esposo, “no se vaya muy lejos, es posible que la bebe no pase la noche” pero Dios fiel, le habala al corazon de mi esposo y le dice “OCUPATE DE MIS COSAS; QUE DE TU HIJA ME OCUPO YO”. Y así fue, hoy karen tiene 18 años. Dios los bendiga.