La clave en el matrimonio es encontrar momentos para compartir, evitar interpretar al otro sin comunicarse y hacerse las preguntas esenciales para un proyecto juntos durante el noviazgo.

“Nadie se ocupa de mejorar la pareja”.

“una cosa es la terapia de pareja y otra la de divorcio”.

Muchas veces llegan a la consulta cuando el vínculo está roto y lo que buscan es la separación.

“No se consulta para mejorar, enriquecer y alimentar el vínculo. Habría que actuar antes. Conocer qué pasa en nuestra relación y, fundamentalmente, darle importancia a la comunicación. Muchas veces creemos que sabemos lo que piensa el otro, pero no lo hablamos. Hacemos una adivinanza de lo que siente él o ella”.

El éxito en la vida se debe en gran parte a la manera como nos relacionemos con las personas que nos rodean a diario: hijos, esposo/a, amigos, compañeros de trabajo, vecinos, etc.

“Por eso la importancia de la comunicación con nuestra pareja, que es a la que menos tiempo le dedicamos e invertimos. Se dice como excusa `no tengo tiempo’ pero realmente se revisa si no le damos tiempo a cosas que son importantes. Todos tenemos tiempo si queremos hacer algo”.

Contestemos las siguientes preguntas:

–¿Cómo se hace para convivir bien?

–En la convivencia una pareja se empieza a conocer, pero a eso lo precedió el noviazgo que es una etapa importantísima. Muchas veces la gente se casa o se va a vivir en pareja sin hacerse las preguntas esenciales:

¿Qué proyectos de vida tiene cada uno? ¿Quiero tener hijos? ¿Quiero formar una familia?

–Hoy existe una tendencia a que cada uno tenga su espacio pero ¿no quedan pocos momentos compartidos?

–Es clave buscar momentos juntos. Preguntarse si hay tiempo de hacer eso que hacíamos juntos en el noviazgo y que tanto nos gustaba. Encontrar momentos del día en el cual haya intimidad y no me refiero sólo a la intimidad sexual, sino a la que nos permita hablar, saber qué nos pasa, cómo estamos…

–Una sociedad cada vez más individualista ¿perjudica la pareja?

–Claro. El individualismo nos lleva a creernos autosuficientes. Es una de las crisis que se están viendo hoy.

Se apuesta más a proyectos personales que a los de pareja o familiares. Y si uno está en este mundo es porque generalmente antes hubo una familia.

–¿Con qué temas sale a la luz que una pareja no está bien?

–Con el rumbo de la educación de los hijos, con el manejo del dinero… En el primer caso es esencial compartir los mismos valores y con el dinero suele verse cómo es uno como persona.

–¿Y cómo se deben discutir los temas en los que no estamos de acuerdo?

–Primero evitar la discusión infantil, no recriminarse y saber que no es una competencia para ver quién tiene razón. Y buscar el momento adecuado del día, saber que cuando tenemos que hacer algo impostergable no es el mejor momento. Incluso hasta se puede hacer en otro lado y concentrarse en esa conversación que estamos manteniendo.

–¿Cuál es la falta más grave dentro de una pareja?

–La deshonestidad, la mentira.

–¿Es necesario saber todo del otro?

–No, pero sí es necesario que haya una intimidad y una comunión.

–¿Hasta cuándo hay tiempo de reparar una pareja?

–A la decisión de separarse hay que dedicarle el mismo tiempo que se le dedicó para formarla. Una consulta de terapia de pareja puede servir para se conozcan y lo que hay que poner en claro es si nos elegiríamos de nuevo, si sigue habiendo amor más allá de esa primera pasión que significa el enamoramiento. Uno de los secretos es amar perfectamente a una persona imperfecta, aceptando y comprendiendo las diferencias.

Psicóloga Carina Kees.
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