“El perdón es algo curioso; calienta el corazón y enfría la picadura”.
Sé que todos hemos leído un millón de artículos sobre el perdón y escuchado mil charlas sobre el tema. Pero, de todas maneras, es muy difícil de practicar. El perdón no nos viene fácil a la mayoría de nosotros.
Cada vez que alguien nos lastima, quedamos con un sentimiento de herida, ira y venganza. Nos es muy difícil pasar por alto la herida que alguien nos ha infligido. Pero el perdón no es olvido, es simplemente
soltar la herida. No es algo que damos a otros sino a nosotros mismos.
La herida y dolor que alguien nos causa, pudieran ser siempre parte de nuestra vida, pero el perdón nos ayuda a soltar su agarre para que podamos seguir adelante.
Y en cuanto a quién perdonar, comencemos con un amigo que nos ha lastimado mucho, y el extraño que nos pisó el callo en un bus, y luego a aquellos entre esos dos extremos.
Perdonarnos a nosotros mismos es también importante. Y perdonemos rápido ya que entre más tiempo tomamos y más lo pensamos, podríamos nunca estar listos para hacerlo. Así que hagámoslo tan pronto como podamos porque aunque no cambie el pasado, definitivamente cambiará el futuro.
Y recordemos: “No perdonar es como ingerir raticida y entonces esperar que la rata muera”.
Priya Agarwa, copyright 2012
Fuente: http://www.motivateus.com/
Si bien no tengo manera de saber si el autor del pensamiento de hoy tiene trasfondo cristiano, me encanta la manera cómo enfoca la naturaleza e impacto del perdón.
Hoy día, algunos sectores del cristianismo han mistificado al perdón, convirtiéndolo en “atadura” para quienes nos han ofendido y a quienes no hemos perdonado. Sin embargo, estoy convencido de que la razón por la que el Señor nos llama a perdonar es precisamente porque, al no hacerlo, somos nosotros mismos los más perjudicados. Y en esto, aún la ciencia confirma el impacto sobre nuestros cuerpos de la amargura resultante del no perdonar.
Así que, vivamos la vida abundante que Dios nos ofrece dando el indispensable primer paso: perdonando a quienes nos ofenden.
Adelante y que el Señor les continúe bendiciendo.
Raúl Irigoyen
El Pensamiento Del Capellán.
Gracias Senor por mandar a aquella persona a tocar mi puerta,sobre todo por su insistencia en que yo te conociera,esa persona me fue como un angel para mi por que vivi 35 anos de mi vida con coraje por que mi padre nunca estuvo en mi vida y siempre recordaba el momento en que el le puso un revolver en la frente a mi madre por que ella lo llevo a la corte para que me pasara pension,lo cual nunca le dio un centavo a mi madre para que yo comiera y demas.Mi madre trabajo 6 dias a la semana,era una mujer luchadora,y aunque ella me decia que lo perdonara,se me hacia tan dificil.Esta persona me hizo descubrir que para yo ser feliz tenia que aprender a perdonar,asi como el Senor nos perdona a nosotros.Gracias a Dios lo pude perdonar.La gloria sea a Dios.Amen.
1 Pedro 3:9
no devolviendo mal por mal, o insulto por insulto, sino más bien bendiciendo, porque fuisteis llamados con el propósito de heredar bendición.
CON TODO RESPETO DIGANME EN QUE HE SIDO INMODERADO?…DISCULPENME PUES NO ENTIENDO.ESTO ES CON RESPECTO A MI ANTERIOR COMENTARIO.
PERDONAR ES PARECERNOS MAS A DIOS.PERDONAR ES APRENDER A VIVIR CON EL PECADO DEL OTRO.PERDONAR ES JAMAS RECORDAR AL OTRO LA CULPA DE SU PECADO.PERDONAR ES COMPRENDER QUE TAMBIÈN NOSOTROS NECESITAMOS SER PERDONADOS.PERDONAR ES MANDATO SUPREMO DE DIOS ANUNCIADO EN EL PADRE NUESTRO.EN DEFINITIVA PERDONAR ES LIBERARNOS,SOLTAR LAS AMARRAS Y VOLVER A VIVIR.
PERDONAR ES PARECERNOS MAS A DIOS.PERDONAR NO ES OLVIDAR SINO APRENDER A VIVIR CON EL PECADO DEL OTRO.PERDONAR ES QUE EN UNA DISCUSIÒN NO LE RECORDEMOS AL PROJIMO EL MAL QUE NOS HIZO.PERDONAR GENUINAMENTE SALE DE UN CORAZON REGENERADO POR EL SEÑOR.EL PERDON ES EL RECONOCIMIENTO DE QUE TAMBIÈN NOSOTROS NECESITAMOS EL PERDON.DEFINITIVAMENTE EL PERDONAR NOS ABRE LAS PUERTAS A LA LIBERTAD Y AL AMOR DE DIOS.BENDICIONES PARA USTEDES HERMANOS.