En 1876, el gobierno británico pasó una ley (acta) en cuanto a los embarques comerciales marítimos. Esta ley requería que todo barco portara una marca en su arco para indicar cuando un bajel ya había recibido la máxima cantidad de carga permitida para un viaje seguro.
Si la marca estaba bajo el nivel de flotación, entonces se requería que el barco bajara la carga suficiente para traer la marca hasta el nivel de agua.
Esta marca se llamó “la Marca Plimsoll”, nombrada en honor a el reformador británico quien fue instrumental en pasar esta ley.
Dios ha puesto una “marca Plimsoll” en cada uno de nosotros. Señala el límite en el cual ya no podemos recibir carga adicional. Dios conoce nuestros límites y no nos permitirá llevar más de lo que podemos aguantar.
A veces somos tentados a cuestionar la habilidad de Dios para leer nuestra “marca Plimsoll,” pero el es fiel para mantenernos flotando, aun cuando sentimos que nuestro barco se hunde.
Salmos 46:1
Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Salmos 55:22
Echa sobre Dios tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo.
Salmos 18:2
Roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio
Salmos 62:6
El solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré.
Mateo 11:28
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.