Al observar una película documental sobre la vida de los tiburones, un buzo descendía a las profundidades del mar, protegido por una jaula de barrotes de acero.
Después de arrojar un cebo especial a las aguas, toda la zona se llenó de voraces tiburones que comenzaron a atacarlo.
Las escenas que siguieron evidenciaron la crueldad y fuerza de los escualos. Con gran violencia intentaban cercenar el cuerpo del hombre rana, y en su furia mordían los barrotes, perdiendo dientes en el intento. Entre el buzo y la muerte sólo estaban los barrotes de la jaula.
El Señor me mostró con claridad que debemos estar siempre revestidos de la armadura divina. Así nos ataca el enemigo: con furia y fuerza. Si nos cubrimos con la armadura de Cristo, se romperá los dientes sin conseguir tocarnos.
Salmos 3:3
Mas tú, Dios, eres escudo alrededor de mí: Mi gloria, y el que ensalza mi cabeza.
Salmos 18:2
Roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fuerte mío, en él confiaré; Escudo mío, y el cuerno de mi salud, mi refugio.
Salmos 91:4
Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro: Escudo y adarga es su verdad.
Amen, amen!.
Toda la gloria para mi Dios vivo.
Muchas Gracias, Hno. Serafín por ser nuestro guia espiritual para muchos, especialmente para mí, soy una humilde siervo que cree en Dios Padre TODOPODEROSO, en busca de su infinito amor y misericordia, mi escudo protector del todo mal, AMÉN.
la verdad llevo 11 años tratando de levantarme y hasta ahora no he podido, pero lo más maravillosos es saber y sentir que Dios siempre me ha cuidado y sustentado en los momentos difíciles.
Dios nos siga bendiciendo grandemente , a el es quien tenemos que seguir, vivimos tiempos difíciles como dice su palabra,primeramente buscando el reino de Dios y su justicia y el resto viene por añadidura, animo sigamos adelante para poder entrar en la puerta angosta con destino al cielo