El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja, acababa de finalizar un duro primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica se dañó y lo hizo perder una hora de trabajo y luego su antiguo camión se negó a arrancar.
Mientras lo llevaba a casa, se sentó en silencio. Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia.
Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos. Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación.
Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa.
Posteriormente me acompañó hasta mi automóvil. Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo que lo había visto hacer un rato antes.
“Oh, ese es mi árbol de problemas”, contestó. Sé que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego en la mañana los recojo otra vez.
Lo divertido es, añadió sonriendo, que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior…
Mateo 6:34
Por tanto, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástele a cada día sus propios problemas.
Mateo 6:25
Por eso os digo, no os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis o qué beberéis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que la ropa?
Mateo 6:27
¿Y quién de vosotros, por ansioso que esté, puede añadir una hora al curso de su vida?
Lucas 10:41
Respondiendo el Señor, le dijo: Marta, Marta, tú estás preocupada y molesta por tantas cosas;
Lucas 12:11
Y cuando os lleven a las sinagogas y ante los gobernantes y las autoridades, no os preocupéis de cómo o de qué hablaréis en defensa propia, o qué vais a decir;
Lucas 12:22
Y dijo a sus discípulos: Por eso os digo: No os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis.
Filipenses 4:6
Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios.
1 Pedro 5:7
echando toda vuestra ansiedad sobre El, porque El tiene cuidado de vosotros.
gracias hoy fue un día no muy fácil..todo estaba por hacer, reparar, pagar etc pero ahora comprendí que Dios tiene el control y con el todo lo puedo en Cristo q me da fuerza cada mañana. gracias
Amen
Excelente palabras, Dios les bendiga mas en las obras de sus manos.
A veces nos preocupamos y angustiamos por cosas de poca significancia o trascendencia. Por pequeñas carencias insatisfechas, o por conflictos con nuestros semejantes. Y nos olvidamos de dar gracias a Dios por todo lo que sí tenemos. Por todas las bendiciones con las que día a día nos ha colmado. No olvidemos que, mientras perseveremos en la fe, Dios obrará maravillas y sacará provecho hasta de las desavenencias y las tribulaciones, para la edificación de nuestras vidas.
Saludos cordiales; Estos maravillosos mensajes de cada día han sido para mi fortalecimiento espiritual en proseguir en el día a día en mi trabajo, aunque estoy delicado de salud,he reemplazado la ayuda psicológica por leer detenidamente la palabra divina del Dios celestial que es representado por su hijo Jesús cristo