La breve nota que me envió decía mucho.
-Soy una persona incapacitada en una silla de ruedas -escribió-. Me siento sola, a pesar de que sé que nunca estoy sola. Dios siempre está presente. No tengo mucha gente con quien hablar.
La palabra soledad ha sido considerada la más desolada del idioma. No respeta edad, raza, condición económica ni inteligencia.
Albert Einstein dijo: -Es extraño ser conocido universalmente, y al mismo tiempo sentirse solo.
Dios nos hizo para la intimidad y la compañía con otras personas. Incluso antes que el pecado entrara en el mundo, declaró que no era buena que el hombre estuviera solo (Génesis 2:18). Es por eso que mucha gente a menudo se siente tan vacía por dentro.
Jesús también conoció la soledad. Seguro que la sintió cuando sus discípulos lo abandonaron (Marcos 14:50). Sin embargo, la presencia del padre lo compensó de más. Jesús dijo: No estoy solo, porque el Padre está conmigo. Juan 16:32 Esa intimidad con el Señor está disponible a todos los que ponen su confianza en Él y en su Palabra.
Podemos disminuir nuestra sensación de soledad acercándonos a los demás. Pero incluso más importante es que debemos acercarnos al Señor. Él siempre está con nosotros, y desea que tengamos comunión con Él durante todo el día.
Juan 16:32
…seréis esparcidos, cada uno por su lado, y me dejaréis solo; y sin embargo no estoy solo, porque el Padre está conmigo.
Fuente: Nuestro Pan Diario 2005, Editorial DHP
E toy pasando por un momento de soledad por perder una pareja que no funcionaba y no me sentía feliz junto a el , siento que he perdido años en mi vida ahora tengo 45 años y no tengo un buen esposo ni e tenido más hijos y es lo que más anhelo mi familia ,quiero deseo tenerla y poder disfrutar de mi familia que Dios me de hasta estar viejitos y felices
Anhelo conocer ese hombre que sea honesto y que valore aDios en su vida con respeto y dedicación a su familia en el nombre de Jesús , amén
Existen muchas personas que son incapaces de salir solos a los sitios, más que al supermercado cerca de su casa a comprar la comida, ni para tomar un simple café en el bar de la esquina siquiera, ni para ver una película en un cine, y mucho menos para pasar unas vacaciones fuera del hogar, en la playa o en la montaña durante varios días seguidos. Es porque las cosas se disfrutan cuando tienes una buena compañía con la que compartes lo que haces, y a veces eso no depende ti solamente, debes tener suerte para dar con alguien que merezca la pena, es decir, cuando percibes que quien está contigo está a gusto a tu lado, y en consecuencia tú mismo eres feliz. La felicidad está en compartir.
¿Qué aliciente tiene estar en un hotel y pasarte todas las vacaciones comiendo solo en el restaurante sin tener con quien hablar durante la velada, o en la playa tumbado sobre una toalla sin comentar todo lo que ves, lo que te parece bonito e interesante? Ninguno. Hay gente valiente que se va sola a la aventura a viajes organizados, son los menos, incluso muy lejos a países exóticos, que busca programas de grupo para entablar amistad con desconocidos, es una lotería, una apuesta peligrosa porque tienes que estar mendigando compañía y conversación con extraños, y te arriesgas a no encontrar a nadie que quiera pasar las horas dándote palique. Un individuo solo se ve como alguien raro, los demás se dicen que si está solo por algo será. Por eso personas que están solas, terminan no yendo a ningún sitio, conozco bastante gente así, aunque tengan medios económicos para viajar por todo el mundo. Es triste esta realidad, pero ocurre así.
Recuerdo el caso de mi madre que se estuvo hace unos años de vacaciones con la tercera edad, durante los programas de invierno a un hotel en Ibiza del Inserso, en temporada baja, con una persona que la consideraba su amiga, y luego cuando llegó al hotel durante 15 días, su acompañante femenina, se enrrolló con hombre mayor que conoció en hotel, yéndose con él todo el rato, y dejando a mi madre sola durante todo el día, sin saber qué hacer ni con quien ir, hasta que llegaba la supuesta amiga a la habitación por la noche a dormir. Fue una marranada que mi progenitora jamás olvidará, porque las pasó canutas durante ese tiempo, mendigando con otros desconocidos, que la dejaran estar comiendo o hablando. Evidentemente no volvió a relacionarse con ella jamás. Como si la gente estuviera a la expectativa para hacerte daño gratuitamente sin razón ni causa, a la espera que tuvieras una bajada de guardia para hacertelo. Porque si vas con una persona no la puedes dejar tirada, eso no se hace, es una guarrería inadmisible.
Es como si la compañía tuviera un precio que habría que pagar siempre, así que la compañía como todo, no se valora hasta que no se tiene y se pierde.
ARTURO KORTAZAR AZPILIKUETA MARTIKORENA©
Si bien es cierto hay momentos en la vida que sients no poder y no hay aparentemente alguien que te abrigue y vas sucumbiendo enlas enramadas de la vida es normal somos de carne y hueso esta nuestra debilidad mas poderoso es el que esta en nsotros y en la debilidad Dios da la fortaleza simple y sncillamente nos debemos d dejarns a nosotrs mismos en una oracion ya que el sab lo que hay en nuestro corazon y no nos dejara sucumbir despues de la caida quien es el que queda, las personas que le encomendamos nuestra causa al creador el como poderoso gigante que libra de las btallas
ASI QUE ANIMOS APRENDI QUE EN LA VIDA TODO ES PARA BIEN Y QUE AL FINAL SERA MUCHO MEJOR LO QUE VENDRA