Fracasar no significa que somos fracasados… lo que sí significa es que todavía no hemos triunfado.
Fracasar no significa que no hayamos logrado nada… lo que sí significa es que hemos aprendido algo.
Fracasar no significa que hemos sido unos tontos… lo que sí significa es que teníamos mucha fe.
Fracasar no significa que nos hemos desgraciado… lo que sí significa es que estuvimos dispuestos a intentarlo.
Fracasar no significa que no tenemos lo que se necesita… lo que sí significa es que necesitamos hacer algo de manera diferente.
Fracasar no significa que somos inferiores… lo que sí significa es que no somos perfectos.
Fracasar no significa que hemos desperdiciado nuestra vida… lo que sí significa es que tenemos una razón para comenzar
de nuevo.
Fracasar no significa que debiéramos rendirnos… lo que sí significa es que debemos intentarlo con más fuerza.
Fracasar no significa que nunca lo lograremos… lo que sí significa es que nos tomará un poquito más de tiempo.
Aún cuando tu caída haya sido desastrosa, recuerda que Dios saca provecho de todo, si con mi corazón humilde, reconozco y me dejo guiar por su mano poderosa.
Dios me libró de caer en la tumba;¡estoy vivo y disfruto de la luz! Job 33:28
Sólo una cosa te pido: si acaso llego a caer, no les concedas el gusto de burlarse de mí. Salmo 38:16
Yo estuve a punto de caer, y poco me faltó para que resbalara. Salmo 73:2
Yo acabo de jubilarme con 60 años. Comienzo una nueva etapa. He trabajado mucho. 40 años en un solo trabajo como secretaria y 20 años superpuestos como catequista algunos días por semana. He viajado lo más que pude y disfrutado mucho. Tuve varios intentos de pareja que no prosperaron. No me siento que he fracasado, si que lo he intentado de muchas maneras, pero nunca perdí mi autoestima y logré muchas cosas. Muchos amigos, vínculos sólidos, una vivienda propia. Estudié lo que me gusta y tengo servicios que me hacen salir de mí misma y abierta a dar a otros desde los dones que Dios me dió y desarrollo trabajando mi interioridad con todas las herramientas posibles. Le agradezco a Dios la vida que puedo tener, a pesar de una enfermedad crónica desde los 6 años como es la diabetes, la ofrezco y trato siempre de salir adelante en medio de las dificultades propias de la vida. Me siento una luchadora que cuando ha fracasa trata de aprender y crecer. Me encantó este artículo. Coincido que fracasar enseña y por ello no se es un fracasado.
Hermosa y alentadora lección.
Debemos aprender más sobre ésta palabra “fracaso”
EXCELENTE REFLEXION, MUCHAS VECES PENSAMOS QUE POR LOS ERRORES COMETIDOS, YA NO SOMOS DIGNO DE SER BUENAS PERSONAS, PEOR AUN HIJO DE DIOS, Y LO QUE NO NOS DAMOS CUENTA ES QUE LOS FRACASOS PARA MI SON “EXPERIENCIAS” Y QUE DE ELLOS APRENDEMOS PARA NO VOLVER A CAER, Y SI CAEMOS, AHI ESTA DIOS PARA DARNOS SU MANO, Y LEVANTARNOS EN TANTO Y EN CUANTO NOSOTROS LE ABRAMOS NUESTRO CORAZON.
Dios me guía con su mano poderosa!.
Muchas gracias!.