Siempre ten presente que:
La piel se arruga. El pelo se vuelve blanco.Los días se convierten en años…
Pero lo importante no cambia; tu fuerza y tu convicción no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida. Detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés vivo, siéntete vivo. Si extrañas lo que hacías vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas… Sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en tí. Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota. Cuando no puedas trotar, camina. Cuando no puedas caminar, usa el bastón. Pero nunca te detengas!!!
-.Maria Teresa de Calcuta.-
Isaías 40:31
“Más los que esperan á Dios tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán.”
¡DIOS EN MÍ Y YO EN ÉL! ¿Habrá realidad más grande? Ni siquiera tengo que mirar para arriba, porque El me habita, está dentro de mí. ¿Lo siento adentro o tengo siempre que buscarlo afuera? ¡Perdón amado Huésped del alma, tan solo e ignorado, tan inactivo y tan callado, solo Tú lo sabes y estás ahí aguardando, a que se haga Tu propio despertar en Mí! ¿Cuando? ¡I,todo depende de mí! ¡No de mi propio EGO sino del despertar de mi CONCIENCIA! Cuando esta hermosa realidad se dé en mí, entonces seré un SER totalmente FELIZ, se acabará el sufrimiento y la ceguera que me impide ver claro, entender y tener PAZ; esto es la verdadera “UNIÓN MÍSTICA DEL SER”, en donde estoy despierto y todos los que me rodean VAN DESPERTANDO; es la semilla que va creciendo y se manifiesta en la cosecha, ¡ENTONCES ES CUANDO EL CEGADOR Y YO SOMOS UNO!
Muchas “pruebas” pasé y paso. Momentos difíciles que para el razonamiento humano, son imposibles de sobrellevar. En todos y cada uno de ellos, Dios jamás me abandonó y pude salir airosa de esas situaciones. Sentí como “hilos invisibles” que me dirigían… allí estaba ÉL. No obstante, a veces “le pido gancho” porque la cruz se torna pesada, y vuelve a darme Otra Oportunidad. Bien dicen que los tiempos de Dios no son los nuestros. Cuando pensamos que nuestra cruz es muy pesada, sólo basta mirar alrededor, para comprobar que no es así. Que hay otras peores. Y en mi humilde opinión, debemos tratar de “conciliar” nuestro mundo interior con el exterior (tan materialista y cruel). Entonces, cuando se produce el “conflicto” entre ambos, detenernos un instante, respirar profundo, mirar al cielo y decir¡Gracias Dios, no me desampares ni de noche ni de día!. Bendiciones para todos!
No solo de pan vivirá el hombre… Siente el amor del Dios Vivo en tu alma, en tu corazón, en todo tu ser!!! ¡¡Y viviras!! ¡¡Abba Padre!!