“…Y esta es la ley del sacrificio de paz que se ofrecerá al Señor…” Levítico 7:11.

Ofrendas de Paz: ¿Le confunden las ofrendas levíticas?  ¿Le parecen extrañas, antiguas y (quizás) irrelevantes? Algo de esta incomodidad puede deberse a faltas en la traducción. Cuando damos una mirada más cercana, encontramos que las instrucciones de Dios incluyen maneras apropiadas para saludarlo en la adoración. Oh, y no incluyen una banda de Alabanza y Adoración.

La palabra clave aquí es ha-shelamim. La palabra es difícil porque existe algún debate acerca de su significado original.  Pero esto podemos determinarlo rápidamente. Nuestra traducción (arriba) no proviene de lenguajes Medio-Orientales sino que está basada en la Vulgata Latina (donde la palabra es “pacificus” – paz) y quizás en una de las tres traducciones de la LXX (eirenikos – paz).  “Ofrendas [sacrificios*] de Paz” no proviene de ningún lenguaje semítico. De hecho, cuando buscamos en lenguajes cognados al hebreo, encontramos que esta palabra es más similar al ugarítico shelamuma, una palabra que significa “un tributo o regalo de salutación”. Por supuesto, esto liga la palabra en hebreo directamente al saludo hebreo común, shalom. En otras palabras, esta ofrenda podría no referirse en absoluto a “paz” con Dios. Podría ser la manera apropiada de saludar al Todopoderoso. Es nuestra manera de decir “Hola” a Dios en adoración.

¡PAF! ¿Impactó esto de repente contra su plexo solar espiritual? ¿Se da cuenta que Dios mismo nos ha hecho saber cuál es el primer paso en el acercamiento a Él en adoración? ¿Qué significa esto de cara a nuestros “relevantes sustitutos”? ¿Qué implica esto respecto de la declaración de que los sacrificios cesaron después de la muerte de Yeshúa?  Quizás necesitamos re-pensar seriamente cómo adoramos desde el mismísimo principio.

¿Cambiaría su experiencia de adoración si esta comenzara con una comida de celebración como una ofrenda a Dios? ¿No le recuerda esto a la tradición del Shabat?:
“Te saludamos, YHWH, Rey del Universo, Señor de nuestras vidas, con esta ofrenda de hamets sin leudar, de acuerdo a Tus directivas. Participamos de esta comida Contigo, ofreciéndote la primera porción.

Celebramos este saludo en nuestras comidas juntos, reconociendo su simbolismo de pacto. Aceptamos Tu provisión de shalom y te bendecimos”.
Oh, sí. Una cosa más. ¿Notó que ha-shelamim es plural?  No se trata de “una ofrenda sagrada de saludo” sino de “saludos”.

Ahora, ¿Por qué supone Usted que Dios usaría una palabra plural para describir un acto singular? Tal vez haya algo más de lo que pensamos en este ritual simbólico.

Dr. Skip Moen.
www.Skipmoen.com