Introducción
¿Alguna vez te has preguntado qué harías si hubieras estado allí, justo al pie de la cruz? Cuando escuchas el “¡Padre, perdónalos!” o sientes el peso de cada latigazo, ¿te ves alzando la voz por justicia, escondiéndote, o quizá huyendo? En este post, te propongo explorar con sinceridad qué significa participar en la historia más grande jamás contada —y cómo eso puede transformar lo que haces hoy.
Entendiendo el verdadero yo al pie de la cruz
El primer paso para saber qué habrías hecho es confrontar quién eres tú en tu interior: tus miedos, dudas, compromisos. Jesús no solo fue crucificado para perdonar pecados; su sacrificio revela lo que hay en los corazones humanos.
- Tu capacidad de compasión frente al dolor ajeno
- Tu tendencia a esconderte cuando la responsabilidad pesa
- Tu fortaleza cuando parece que no queda esperanza
“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.” — Lucas 23:34
Este versículo revela algo poderoso: aun en medio del sufrimiento más extremo, Jesús eligió gracia. Esa gracia te invita a ir más allá del sentimiento y actuar con amor, incluso cuando no tengas todas las respuestas.
Comparando lo que dices con lo que haces
Cuando te preguntas “¿Qué habrías hecho?”, estás tocando una tensión interna: lo que profesas creer y lo que realmente haces cuando te golpea la vida. Muchas veces:
- Decimos que estaríamos firmes, pero ante la crítica o la prueba, dudamos.
- Oramos por los demás, pero cuando alguien sufre cerca, nos apartamos.
- Alabamos el sacrificio de Jesús, pero olvidamos vivir con sacrificio nosotros mismos.
Si hubieras estado allí, ¿hubieras levantado la voz, te hubieras quedado al pie de la cruz, o te habrías escondido con vergüenza?
Mi historia: aquel día que descubrí qué tan frágil soy
Quisiera compartir algo personal. Hace unos años, viví una situación muy parecida: uno de mis amigos sufrió una traición pública, todos lo juzgaron, lo señalaron. Yo, de palabra, quería defenderlo. Pero en el momento clave, me quedé callado. Lejos de alzar la voz, elegí pasar desapercibido, porque me dio vergüenza, miedo de qué dirían los demás.
Cuando vi al amigo llorando solo, sentí ese golpe: ¿qué hubiese hecho Jesús en mi lugar? ¿Lo habría abandonado o habría llorado con él, me habría puesto en riesgo, aún sabiendo que no estaba de su lado?
Ese día entendí que, aun sin estar físicamente en el monte de la cruz, todos estamos invitados a acompañar, a cargar el dolor y a abrir espacios de compasión y verdad.
Aplicación práctica: ¿cómo vivir como si hubieras estado allí hoy?
1. Sé valiente en tu círculo íntimo
- Habla cuando veas injusticia, incluso si es incómodo.
- Acompaña a quien sufre con presencia sincera, no solo palabras.
- Confiesa tus errores, como Pedro después de negar, y busca reconciliación.
2. Practica el perdón activo
- Perdona a quien te ha herido, incluso si no pide perdón.
- Libérate del rencor, porque es una prisión que tú mismo construyes.
- Reconcíliate con Dios y contigo mismo; deja que su gracia transforme tu corazón.
3. Vive tu fe con sacrificio
- Dona tu tiempo, tus recursos, tu escucha; a veces lo más difícil vale más.
- Da sin esperar reconocimiento; muchas cruces hoy se llevan en silencio.
- Ama como Jesús: suave para sanar, fuerte para sostener.
Reflexiones finales
En momentos de debilidad, recuerda: Jesús no te llama a la perfección, sino a la entrega. Lo que te pide no es que nunca te equivoques, sino que tu corazón esté dispuesto a estar, a acompañar, a amar aún cuando cueste.
“El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí.” — Mateo 10:38
Si tú hubieras estado allí, quizá habrías llorado, habrías temido, pero también habrías conocido de primera mano lo que significa el amor que no se acobarda.
Preguntas para ti
- ¿Qué emoción te golpea más al imaginarte allí al pie de la cruz: la culpa, la compasión, la vergüenza, la gratitud?
- En tu vida actual, ¿en qué situación puedes elegir “estar allí” por alguien que sufre?
- ¿Qué paso práctico darás esta semana para acercarte más al sacrificio de Jesús?
Conclusión
Si hubieras estado allí, habrías sido parte de una historia de amor inmenso, una historia de sufrimiento transformado en esperanza, de muerte vencida. Pero lo más poderoso es que esa historia continúa hoy. Tú tienes la oportunidad de elegir estar allí: con tu voz, con tus actos, con tu corazón.
¿Estás dispuesto/a a vivir como si hubieras estado allí?

PARA NO SEGUIR CRICIFICANDOLO LO MEJOR ES LLEGAR A HACIA EL COMO ACEPTANDOLO COMO SU SALVADOR EL ES QUE PERDONA TODO PECADO POR QUE SOMOS REDIMIDO CON LA SANGRE PRECIOSA QUE DERRAMO EN LA CRUZ DEL CALVARIO PARA QUE SEAMOS SALVO
Cuan grande es el amor d mi cristo q aún siendo pecadores el dio su vida.y tan sólo pidió q no marcharme d inmundicia la vestidura blanca q nos dejó.quisiera q paran x mi.x q aunque no ignoro la palabra d Dios m he dejado llevar x el mundo.hoy quiero recibir a mi cristo
Gracias Señor Jesus por el sacrificio que hiciste en la cruz tan grande entregaste todo de Ti no solo por mi sino por toda la humanidad derramaste hasta la ultima gota de tu sangre por mis pecados y los de toda la humanidad abriste un camino para todo aquel que quiera entrar,gracias Señor que me viviste a buscar cuando estaba en el pozo de la muerte,sin ser nada ni nadie ni merecerlo,tomastes mis brazos y me sacaste e hiciste una criatura nueva de mi,me limpiaste y me diste sustento jamas lo olvidare Padre te amo,hace 23 años hasta aqui me has traido por tu gran misericordia te alabo Padre,hasta que tu vuelvas a recogerme de nuevo para vivir la eternidad que me prometiste con Jesus,seguire sirviendote alabando tu nombre,
SEÑOR, TE DOY LAS GRACIAS POR DARME A ENTENDER PORQUE ESTUBISTES ENTRE NOSOTROS,Y DEJARNOS TU MENZAJES Y AMOR. ESTOY AGRADESIDA ETERNAMENTE POR TANTO AMOR, CON TU SANGRE PRECIOSA NOS LIMPIAS.Y TUS LLAGAS SOMOS SANADOS .Y SE QUE ESTAS AQUI, Y NOS CONSIENTES Y MIMAS PAPITO AMADO .GRACIAS .TE AMO.BENDICENOS SEÑOR
dios mio perdon poe que aun sabiendo que sufrio tanto segimos pecando señor ya no quiero ser mola con usted ayudeme a encontrarlo por que quiero gosar de su gloria señor bendicenos a mi familia tambien toca mi puerta señor te espero con hancias lo necesitoven señor AMEN Y AMEN