Dios no transpira. No se cansa o sufre dolores musculares. Nunca necesita tomar una aspirina o usar pomadas mentoladas para los dolores. Entonces, ¿qué hizo después de crear el mundo?
Descansó.
Se tomó un tiempo para observar su tarea, cesó de trabajar, y disfrutó de su creación. Si el Todopoderoso se tomó un tiempo para descansar, esto nos dice que los mortales deberíamos hacer, lo mismo.
A veces necesitamos descansar. Necesitamos tiempo para recobrarnos ya sea emocionalmente, en el aspecto físico o en las demandas espirituales de la vida. Necesitamos tiempo para analizar en dónde nos encontramos, dónde hemos estado y hacia dónde estamos apuntando. Necesitamos tiempo para ser amigos, padres, hijos de Dios.
Varios estudios, incluyendo uno reciente de la Universidad de Chicago, revelan que aquellos que no recargan sus baterías físicas y mentales de vez en cuando son más susceptibles de contraer enfermedades relacionados con el estrés, tales como las úlceras, y de cometer errores en el trabajo.
Muchos olvidan que la actividad, más allá de lo productiva que pueda parecer, no equivale a una vida de calidad.
Además, descansando encontramos el tiempo y la forma adecuada de contemplar las maravillas de Dios y la forma de agradecerle por su gracias y generosidad hacia nosotros.
Dejemos nuestra energía para correr las próximas millas de nuestra jornada con Él, y hacia Él.
Hasta el mejor caballo de carrera tiene que detenerse una vez para comer.
Salmo 4:8
En paz me acostaré y asimismo dormiré;
porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado.
GRACIAS DIOS PUES TUERES NUESTRO SUSTENTO ESPIRITUAL Y MATERIAL.
TU ERES EL PROVEEDOR DE MIS HIJOS Y DE MI CASA.
PERDONAME SEÑOR POR HABER ESPERADO DEL HOMBRE Y NO ACUDIR AQUEL QUE ME DARÁ MEDIDA REMESIDA Y ABUNDANTE.
SI EL HOMBRE MALDICE QUE SEA EL HOMBRE.
PERO YO Y MI CASA SERVIREMOS AL SEÑOR DIOS DE ISRAEL.
Y ÉL SERÁ QUÉN BENDECIRÁ MI VIDA Y LA DE MIS HIJOS.
PERDONA SEÑOR POR PONER NUESTRA ESPERANZA EN UN HUMANO COMÚN Y PECADOR.
PERDONA SEÑOR POQUE NO CAI DE RODILLAS Y TE LO PEDI A TI MI BUEN PASTOR, PADRE DE HUÉRFANOS, AMÉN.
Como el hombre necesita del descanso para su salud tanto física como espirtual, Dios creó el sábado. No lo creó para los judios como quieren alegar, pués, cuando Dios hizo o creó el sábado no había judios, griegos, etc. solamente estaban Adán y Eva. Dijo que era eterno, como es su ley. No lo abolió en la cruz como se quiere hacer ver. En la cruz solo se abolieron los sabados ceremoniales porque al morir Jesús en la cruz, el verdadero cordero, queda obsoleta aquella ley ceremonial.
Si, el domingo, nuestro pastor terreno viene con las almas vacías, el Señor se acerca a nosotros con las manos llenas.
Si, el domingo, nuestro pastor terreno viene con las manos vacías, el Señor se acerca a nosotros con las manos llenas.
gracias por las reflexiones sigan adelante Dios los bendiga abundantemente abrazos
Yo apacentaré mis ovejas, y yo les daré aprisco, dice el Señor. Ezequiel 34:15.
Los santos son abundantemente saciados bajo la dirección del divino Pastor.
Su pasto no es el flatulento e insuficiente forraje de la «opinión humana»; el Señor apacienta a su manada con la verdad sustancial de su divina revelación.
En las Escrituras, aplicadas al Corazón por el Espíritu Santo, encuentran las almas su verdadera nutrición.
Jesús mismo es alimento sólido que sostiene la vida de los creyentes.
Nuestro soberano Pastor nos promete aquí que Él mismo se nos dará en alimento sagrado.
Si, el domingo, nuestro pastor terreno viene con las almas vacías, el Señor se acerca a nosotros con las manos llenas.
Cuando nos hallamos saciados de la verdad divina, nuestro entendimiento descansa. Aquellos a quienes Dios apacienta gozan de paz.
Ningún perro les molestará, ni lobo alguno les devorará, ni se verán aquejados por molestas inclinaciones.
Se acostarán y rumiarán tranquilos el alimento que han saboreado.
Las doctrinas de la gracia sustentan y consuelan: en ellas tenemos los medios para nuestra edificación y descanso.
Si los predicadores no nos proporcionan este reposo, busquémoslo en el Señor.
Quiera el Señor apacentarnos hoy con los pastos de Su Palabra para que en ellos podamos descansar.
Que ninguna locura ni tormento amarguen este día, sino que en Él prevalezca la meditación y la paz.
Se que en este día su amor me apacentará con misericordia y ternura.
Señor, Gracias por ser mi pastor y sostenerme. Ante ti me doblego. Amén.
Charles Spurgeon.
Libro de Cheques Del Banco De la Fe.